Al ser considerado "una amenaza" hyodou issei es traicionado y dado por muerto.
Pero en otra dimension, cierta especie esta siendo brutalmente masacrados por una alianza extraterrestre.
Y en busca de supervivencia llegan a un nuevo mundo.
Pero con e...
-Mierdaaaa. Se veria a un soldado en una armadura color verde
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saltando un pequeño muro, para seguido cubrirse en este ultimo. Mientras se ponia a cubierto, quitaba un cartucho sin balas, para seguido lanzarlo unos cuantos metros lejos de el, metería su mano en uno de los compartimiento de su extraña armadura para sacar otro cargador e introducirlo en su rifle de asalto.
-Maldita sea, ¿¡Monika, ya acabaste!? Gritaria el mismo soldado el cual ya con su rifle de asalto recargado, saldria de cobertura y dispararía todo el cargador a una gran horda de enemigos.
-Este comunicador esta repleto de quemaduras de plasma. Esta más malditamente quemado que nuestro warthog. Gritaria una voz femenina desde alguna parte más lejana de donde se encontraba el soldado.
Sin embargo estaba tan ocupado encargándose de la oleada tan grande de enemigos que tenia enfrente de el, que no se dio cuenta de que un brute con un martillo gravitatorio estaba apunto de darle un golpe sertero, que si daba en el lugar adecuado seria su muerte.
Pero desde la nada, un soldado con una armadura similar saldria, para con ayuda de un cuchillo de combate rasgarle el cuello al orangután.
-Maldita sea issei, debes tener mas cuidado. Diria de igual forma una voz femenina, la cual se escuchaba detras del cadaver del extraterrestre, el cual con ayuda de la soldado finalmente caeria al piso, dejando ver en el proceso a la armadura llamativa de la soldado.
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-No se cuantas veces te he dicho que cambies el color de tu armadura. El ahora conocido issei le reclamaria a la soldado, la cual solo se limitaría a sacar su rifle DMR de su metalica espalda.
-Pero es lindo ¿no? Diria la chica mientras se reincorporaba al combate.
-Eso no es importante en una maldita batalla Sayori. Regañando le diria a la chica ahora conocida como Sayori, la cual aunque no se notase por su casco, tenia una gran sonrisa.
Ambos soldados matarían a una cantidad enorme de enemigos. De forma elegante e impecable barrian a todos los enemigos que llegasen, sin importar su tamaño, fuerza o armamento.
