•[~04~]•

20 2 1
                                        

•~Conejo Cárdeno e Hipócrita~•



Sus pies se direccionaban al ansioso tempo que orquestaba su ezanchado estómago,quién rugía con vorácia intensamente gracias a la hambre que sufría su interior en repercusión al arduoso ayuno que experimentaba.Tantas veces que no tuvo qué comer; siquiera un mísero e insípido trozo de pan,pero que gracias a las apretadas circunstancias económicas que surcaban por su vida en aquellos instantes,debido a su vicioso progenitor,se obligó a aconstumbrarse a comer poco desde infante,no obstante,desde que procedió a mudarse a la lujosa vivienda Dobrowshki su pared estomacal se había expandido el cuádruple de su embergadura común,y el moreno desconocía si para bien o para mal,puesto que debido a ello ahora se desplazaba con una atrós celeridad por las modernas escaleras construidas con cristal y madera oscura a ámbas partes que resaltaban en el ovalado salón,dirigiendose desesperadamente a la cocina dónde pronto consumiría algún temtepié que lograra satisfacer por completo su arrasante hambruna.Su velocidad se cercenó paulatinamente cuando el canto final de la escalera se bosquejó entre el filo de su centrina mirada gacha,aunque aún así estaba consciente que le esperaba un extenso trecho a explorar.Las difusas pinceladas de la pesadilla de aquella madrugada se azomaron por su atiborrada memoria con compleja cautela;tan solo recordandole las moribundas imagenes que al final de su ilusión se mostraban,es decir,una negrura absoluta.Tan solo recordaba ciertos fragmentos sonoros de lo que fué una creciente sinfonía hiriente que en su ilusión se circunloquió con efusividad;en lo cual en cierto modo era lo mejor,ya que al compeler aquellos recuerdos hasta los confines de su mente donde todo era arrastrado por la rigurosa corriente del olvido,estaba limpiando su conciencia de más perturbantes presiones,lo cual ayudaba mucho en su constante depresión sofocante.

Derrepente;unas pesadas zancadas que somnolientas pisaban la madera oscurisa del suelo a duras penas transcurrieron por sus desarrollados tímpanos,cuando ya había desendido la mitad de la escalera,así que,en una nueva acción de su grotesca curiosidad acompasada por la intriga,con sus desvaídos órbes observó detenidamente a la primera planta,encontrandose allí postrada una figura de tersa piel pálida decorada con unas invisibles pecas en su perfilada nariz y unas largas hebras finas amoratadas domadas en una desordenada coleta que recaía en uno de sus musculosos hombros, dejando así a vislumbrar su riqueza cromática en destellos artificiales matizados en manzana.Su trabajada anatomía sopesaba la llamativideidad a primera vista y enconjunto con aquel andar tan catrín que abandonaba una estela de superioridad digna de vehemencia por donde caminase;los pupilas del moreno se cohibieron cuando se percató entonces que la figura que a sus pies se desplazaba con lentitud hacia la cocina,si no estaba en lo erróneo,se trataba de nada más y nada menos que Owynn Küchentovisth,mejor amigo de Toddy,jefe de seguridad de la augusta mansión,y por si aquello fuera poco, guardespaldas personal de la aludida tez morena,e hijo del multibillonario ruso más influente de todos debido a su eficaz empresa de seguridad al hogar.Más sin embargo,aquel chico no se comparaba a la orgullosa altivez en la que siempre se alzaba su fornida silueta haciendo ímpetu en su apellido además que aquel andar declive no era para nada parecido a el ícono de austeridad y bonhonmía como este siempre fué impuesto,pues el susodicho cargaba consigo una evidente mueca circunspectiva que hasta cierto punto era amenazante dado que siempre se representaba ante los demás con una encantadora sonrisa que decodara su rostro de manera atrallente,de modo que le robaría el corazón a cualquier descuidado.Todos tenemos días malos,alegó inocente,observando con mirada inquisitiva pero tímida a la amusculada silueta que con su porte curvo y exáhusto arrastraba las gruesas suelas de sus militares botas hacia la vidriada brecha de la cocina.

Cuando la decaída sombra del oscuresino pelimorado se desvaneció tras el polarisado boquete sin siquiera percatarse de su estuporada presencia;surcó de un respingo los penultimos peldaños con una agil seguridad, para así desplazarse con suma cautela hasta el úmbral de la entrada.Sus áperisas y castañas yemas rozaron con apocácia el denso cristal,que luego fué abrierto de un repentino manotazo en un arranque valeroso,su rostro se volvió analítico cuando la puerta se cerró tras de sí,para luego empezar a lentamente caminar a espaldas de órbes heterocromados,quién muy concentrado escudriñaba las entrañas del refrigerador en busca de alguna botana que lograda deleitar su sec por  alimentos gratos.Por encima de los negruscos tatuajes ojerosos que atribillaban sus párpados, unos iris verdosos dilatados por la moustrosa curiosidad,como un efecto coordinado,rodaban por toda la extensión blanquesina de su rosácia esclerótica a medida que penetraba cada vez más en la dicha sala mientras mantenía un mirar fijo con la única persona con la cual compartía el extenso espacio.Sus pies enfundados en un emnegresido calzado se detuvieron tras la fornida extructura íslica que en el punto centrípeto del lugar yácia,para así desviar unos escasos segundos sus abstraidas pupilas en dirección a un resipiente acristalado,cóncavo y sin asas, reposaban allí una docena de galletas que poseían una ligera picmentasión azafránica en conjunto de una lluvía de gotas negruscas en las que su constitución entera era artísticamente bañada.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 06, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

[~Todo Por Tí~] +18Where stories live. Discover now