[~Todo Por Tí~] +18

•[~03~]•

•~Horrendo Pesar~•

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El viento cálido fondeaba en su melenuda cabellera que mansa dejaba revolotear sus bucles desorientados por el fino aire,las tímidas hebras del pasto se anudaban entre sus dedos y piernas haciendole presa de aquella tan sóbria situación,pero que hasta cierto llegaba a ser cansina,logrando que su tostado semblante cerrara sus párpados con relajo ante el tíbio panorama del cual su cuerpo era expectante.Un extraño cosquilleo cálido se subyugaba por todo el perímetro de su morena piel desnuda;haciendo que leves espasmos se azomabaran por sus articulaciones dandoles un aspecto tambaleante a su silueta,todo esto gracias a las moribundas luciernagas anaranjadas y amarillentas que frente a él se escondían trás el filo de la verdosa pradera dando inicio al ansiado crepúsculo y sus matices gausuciados por las nubes vírgenes que se esparcían por los cielos y que enamoraban a cualquiera con su cutivadora fusión,y con ello,la ténue brisa que,con su dulce susurro apaciguante de inquietudes abversas,arremolinaba a las hojas ya teñidas de ocre que los árboles abandonaban desamparadas sobre la poblada grava,cuya magnitud se recoloreaba de un sutíl dorado gracias a el anaranjesino sol,que menguaba por las empinadas colinas grisácias de a lo lejos.Sus latidos palpitaban lento en su robusto pecho bajo el yugo de la calma cansina,que consigo,atraía la profunda respiración que no solo llenaba sus pulmones del indispensable aire,si no que también de la aún más necesitada paz que ansiaba con todas sus fuerzas su mal herida alma.Quería quesarse así para siempre,quería que el sol y la brisa pasajera en conjunto le ayudaran a  ahogar sus males en un mar temple de calma y paz, quería que hasta el último látido que se atreviera a salir de su maltrecho corazón fueran en calma,para que su espíritu translúcido se fuera tranquilo al otro lado,ya sea a las nubes blancas y suaves como el algodón del paraíso o inclusive al mismísimo limbo del temido infiernus.

Pero,lamentablemente,la palabra 'para siempre' no existe en el vocabulario del infame juego de roles al que le apodamos vida.

Un desesperado susurro abusivo de dulsor en su casi inaudible timbre,se escabulló entre sus tímpanos con suma precisión en la dirección de su eco,lográndo así,que el receptor de la voz levantara sus oscurisos párpados en conjunto con sus gruesas cejas claras,mostrando una enmudecida sorpresa que se redondeaba en un tono aceitunado con destellos de grices alrededor de una pupila contraida por el estupor inerte del miedo.La susodicha voz escasa de firmeza se hiso omnipresente y arremetió por cada recoveco de la yasente pradera diáfana,cuyo techo anaranjesino empezaba a oscureserce en matices fríos derrepente con la precóz venida de la solitaria noche,haciendo de el fresquesino viento tranquilizador una verdadera ráfaga helante.Bon;con un evidente semblante de desconcierto,se levantó de inmediato del cespet,húmedo por el frío,explorando con su iris jade toda la pradera a su alrededor en busca del dueño de aquel tono tan dulce y suplicante. Un golpe gélido fué el viento que azotó con fuerza su silueta, haciendo que en un acto reflejo se abrazace a sí mismo tratando en vano de que sus músculos se destensacen por el ámbiente polar que calaba de sus huesos, cerró los ojos templando fuerte el agarre que experimentaban sus brazos por sus robustas manos, cuyo tono de piel se desteñía de su color original pasando a un debíl canela.

—Bon...

Fué la única frase que sus afilados tímpanos lograron diserñir entre el tumulto sonóro de suspiros ahogados por el denso viento que empezaba a creer en frialdad.Sus ojos nuevamente se abrieron a la par con sus pupilas desorientadas y contraidas en su propio mar verde,veían con un punto muerto entre las hebras igualmente verdes de la grava bajo las suelas blanquesinas de sus zapátos deportivos.