❛ 04 ❜

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Brahms movió la cabeza sobre la almohada y un espasmo le sacudió el cuerpo.

Anoche se había dicho a si mismo que dormiría muy bien, con las 8 horas de sueño correspondientes y solamente viéndose molestado por el ruido de una que otra llovizna cayendo afuera y los sonidos habituales y propios de una casa antigua como la suya. Pero hubiera preferido que cayera un diluvio y que cada rincón de la mansión rechinara y crujiera antes que volver a tener ese sueño. Aunque más que un sueño era verdaderamente una pesadilla.

Hacía ya mucho tiempo que ningún indicio del escenario que ya se acordaba de memoria se manifestaba en su mente, y si bien no se le había olvidado, era un alivio importante, tanto que sentía que podía dejarse caer dormido hasta el día siguiente sin temer de que su sueño fuera interrumpido de nuevo por pesadillas.

Porque la verdad era que, a veces, a altas horas de la madrugada, profundamente dormido como para no sentir el rechinar de sus dientes ni su respiración agitada, Brahms se sentía rozando las turbias aguas de un mar. Oscuro y profundo. Allí las olas eran muy fuertes y descontroladas, tanto que no existía costa ni tierra en la que refugiarse, de nada servía cerrar los ojos porque sentía las toneladas de agua espesa caer sobre él y ahogarlo con un salvajismo que trasluce una importante carga turbulenta de temor, frenesí y descontrol.

Algunas veces era tan malo, que una sola ola intrusiva era suficiente para que sintiera su cuerpo hundiéndose violentamente en la negrura del agua. Agua que le rebalsa los pulmones y cuya frialdad se le incrustaba en la piel como cuchillas. Y en pocos segundos ya no podía ver nada más que color negro, opaco, abismal. Se sentía terriblemente asfixiante, y progresivamente se veía más arrastrado hacía la profundidad desconcertante por la oleada uniforme de emociones explosivas una sobre la otra en un descontrol digno de una matanza.

El agua es helada, y ahora la siente helándole las rodillas que han quedado paralizadas mientras olas de negrura se abalanzan sobre él.

¿Sería esa pesadilla disfrazada de mar arremetedor una especie de castigo por el incendio de hace años? ¿Por lo qué había hecho?
Se había convencido de aquello en el silencio de los paredes que lo rodeaban.

Incontables meses su sueño se había visto interrumpido por lo mismo, la misma angustiante y tediosa pesadilla decorada de desesperación.

—Brahms, ¿todo bien?

Pero fue suficiente el imprevisto sonido de tu voz y tu mano en su brazo para que se despertara y abriera los ojos. Se sentó en la cama suspirando con enojo y sintiendo como su corazón latía con fuerza y rapidez.

De nuevo aquella jugada maldita de su mente. Todavía está agitado y el sudor en su frente lo obliga a pasarse la mano por la frente, en la tenue oscuridad de la habitación gira la cabeza. Estabas ahí, ¿cómo supiste despertarme en el momento justo, T/N? 

¿Soñaste mal?

—Si... de nuevo —te contestó y se aclaró la voz, tenía los labios secos y un nudo en la garganta —. Estoy harto de eso.

—Tranquilo, ya pasó.

Entonces tus brazos lo reciben y dan abrigo. Casi completamente encorvado sobre si mismo, en parte por la tensión de hace unos minutos y en parte por el nerviosismo de verse así de vulnerable e intranquilo frente a ti, cierra los ojos. Tu mano sube y baja por su espalda para tranquilizarlo, y la respiración de Brahms finalmente se regulariza.
Él suelta un suspiro aliviado y se da cuenta de lo estúpido que fue el pensamiento que se le pasó por la cabeza, porque ya no hay razón para temer por estar en ese estado vulnerable frente a ti, ha ocurrido más de una vez, pero ahora la confianza es mucho mayor. Te rodea con sus brazos y levanta la mirada, sus ojos verdes llorosos observan los tuyos.

La tranquilidad reinando de nuevo. El frío se desvaneció y tu simple presencia y dulces palabras le proporcionan un agradable calor.
En la casa ya no reina el silencio, ni el aroma a encierro y soledad. Un reconfortante bienestar remplazó todo eso e inundó cada rincón con luz.
Calidez y bondad.

Por lo mientras, si bien Brahms se limita a asentir y murmurar un "gracias", tus palabras son lo suficientemente tranquilizadoras y logran su efecto.
Él sigue mirándote: la tenue luz del velador en la mesita de madera te ilumina el rostro.

—¿Estás mejor? Fue un mal momento que ya pasó —le dices en voz baja para calmarlo, te apena verlo así de triste y le das un beso en la mejilla.

Brahms te abraza con más fuerza y sus ojos se humedecen más pero ahora es por la ternura que le llena el corazón.

T/N... ¿todavía me amarías de esta forma tan dulce si supieras las cosas horribles que hice?

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Holaaa, PERDÓN POR ACTUALIZAR CADA 84 AÑOS :( la verdad es que Soy medio insegura para publicar porque a veces pienso que no va a gustar y termino eliminando los borradores. Es algo cortito pero bueno desde hace un montón tenía la idea y además ya quería actualizar, espero les haya gustado ♡ 

En el título ahora puse "PEDIDOS" así que siéntanse libres de pedirme escenarios, darme ideas o algo (obviamente les voy a dar créditos jaja) y hago lo que puedo haciéndolo one shot. En la primera parte que subí ya lo había dicho pero lo aviso de nuevo por las dudas para que sepan que pueden pedirme lo que quieran.
Muchas gracias por leer ♡

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⏰ Dernière mise à jour : Aug 19, 2023 ⏰

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໑࿔. Brahms Heelshire | one shots | PEDIDOSOù les histoires vivent. Découvrez maintenant