Yibo asintió.

—Primero déjame ordenar todo esto.


—&—


Después de diez minutos, en la cual ambos, humano y alienígena, se dirigieron hacia el maizal dónde la nave estrellada se encontraba, empezaron a mover la pesada nave hacia el cobertizo que se hallaba en la parte trasera de la casa del abuelo Dan. Yibo había olvidado cómo era estar ahí, incluso le trajo recuerdos de él y Wen Han jugando a los alrededores.

Ambos se aseguraron de no dejar ninguna pieza de la nave en el maizal, solo un agujero medianamente grande por el impacto, si el abuelo Dan se enteraba del desastre en su maizal, le daría un soponcio instantáneo.

Ya dentro del cobertizo con mitad de la nave dentro y la otra mitad hecha pedazos en el suelo, Xiao Zhan decidió remangar las mangas de la incómoda camiseta que llevaba puesta y ponerse a trabajar, no quería perder ningún solo minuto, debía apurarse. Yibo notó lo concentrado que estaba Xiao Zhan revisando las piezas y examinándolas una a una, la verdad es que se sentía un poco inútil, había ayudado a Xiao Zhan a cargar parte de la nave pero...¿Y ahora qué? No quería ser inservible, quería ayudar en algo.

— ¿Necesitas ayuda? —Preguntó Yibo asomando su cabeza por sobre el hombro de Xiao Zhan quién parecía examinar una pieza muy extraña.

—uhm, sí — asintió. — ¿Podrías encontrar dos piezas...?—La criatura señaló y se detuvo al alzar su mirada y encontrarse con los ojos curiosos del humano quién observaba la pieza que estaba señalando. Ahora que la criatura sentía la cercanía del humano, podía sentir su aroma, uno muy agradable que lo hacía sentir de forma extraña.

— ¿Dos piezas...? —Yibo preguntó mirando a Xiao Zhan con una ceja alzada, de pronto la criatura lo estaba mirando de manera incómoda otra vez.

— ¿...Dos piezas parecidas a estas? —finalmente logró articular pestañando un par de veces.

—De acuerdo —Yibo respondió tan pronto la criatura había terminado de hablar y se puso en marcha con la búsqueda de las dos piezas perdidas.

Había tantas cosas que Yibo quería preguntarle a Xiao Zhan pero que al mismo tiempo temía hacerlas... ¿Qué si el alienígena se cansaba de él y le arrancaba la cabeza para que se callara? rio ante la idea y miró a la criatura de reojo. Este tenía mitad de cuerpo dentro de la nave y la otra mitad afuera. No parecía ser agresivo, incluso parecía ser amigable ¿Todos en Karnak serían así?

—Xiao Zhan —Yibo llamó sin contenerse las ganas de preguntar.

— ¿uhm? —contestó con mitad de cuerpo metido en la nave destruida.

— ¿Por qué estás aquí? Quiero decir... ¿escapaste de tu planeta?

Xiao Zhan sacó su cuerpo de la nave y miró a Yibo fijamente, se acercó hasta sentarse en frente de él en el suelo.

—Soy el futuro gobernante de Karnak —inició y Yibo enfocó toda su atención en el alienígena —últimamente hemos estado siendo invadidos por los Parkos...—Yibo abrió la boca para preguntar pero Xiao Zhan se adelantó —Son como los lagartos de este planeta, con la diferencia que son bípedos y tienen el cuerpo muy parecido al nuestro.

—Joder...—Yibo murmuró. Después de todo si existían los alienígenas en formas de lagarto.

—Ellos provienen de un planeta vecino al nuestro, casi siempre lidiamos con ellos. Pero últimamente...pareciera que alguien más estuviera detrás de todo esto. Alguien que está en mi contra cómo futuro gobernante de Karnak —Xiao Zhan agachó la mirada y tomó una de las piezas del suelo —Mi padre creyó que era una buena idea que viajara a Acos y permaneciera ahí hasta que la guerra terminara, me negué en un comienzo, no quería dejar a toda mi gente, quería estar con ellos, pelear por ellos, salvar nuestra raza. Sin embargo...—dejó ambas piezas en el suelo una vez más —mi padre insistió, no pude negarme y abordé la nave. No sé qué sucedió después todo pasó muy rápido.

Yibo asintió intentando procesar toda la información que su cerebro había recibido. Parcos, Acos, gobernante, guerra...

—Nuestro planeta es muy pacifico —Xiao Zhan alzó la mirada y sonrió —Si dejamos de lado a los molestosos Parkos. No lo entiendo...—sacudió la cabeza y dio un profundo suspiro.

Yibo tuvo la gran necesidad de acercarse y abrazar a la criatura para brindarle un poco de confort, de ánimos, pero no pudo. Había algo que lo detenía hacerlo.

—Haré todo lo posible para que regreses a Karnak, Xiao Zhan —Yibo dijo con firmeza —regresarás pronto con tu gente, te lo prometo.

Xiao Zhan miró al humano en frente de él, preguntándose ¿Por qué eran tan amigable con él? ¿No se supone que los humanos eran seres crueles y ruines cómo una vez se lo habían hecho saber? ¿Por qué este humano no era así? ¿O es que era una trampa? ¿Acaso el humano se comportaba de esa manera para luego atraparlo fácilmente y examinarlo en grandes laboratorios?

— ¿Xiao Zhan? ¿Estás bien?

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