-Sé que lo harás, Jauregui. -Dije como si fuera obvio. -No necesitas suerte, pero espero que esto te motive. -La tomé de las mejillas y la besé con lentitud y precisión. Introduje mi lengua y exploré cada parte de su cavidad bucal sintiendo escalofríos por su sabor.

-Wow, gran motivación. -Dijo aún con los ojos cerrados una vez que me separé de ella y reí. -Ya no quiero irme. -Levantó una ceja sugestivamente.

-Anda, llegarás tarde. -Le di un suave empujón y ella mostró esa hermosa sonrisa que me volvía loca.

-¿Estarás bien? -Se puso un poco seria y yo asentí de la misma forma. -De acuerdo. -Se puso de pie y yo hice lo mismo para después salir a la sala donde mi amiga se encontraba sentada en el sillón viendo su móvil. -Mi lucha será la última, por si quieren verme. -Se encogió de hombros.

-¿Bromeas? Claro que quiero verte. -Le saqué la lengua.

-Ally, te encargo a esta niña. -Advirtió y la chica rió.

-Intentaré cuidarla casi tan bien como tú. -Guiñó un ojo. -Por cierto, mucha suerte, Lauren.

-Muchas gracias. De acuerdo...-Volvió a sonreír y se acercó a mí. -Vendré más tarde. Te amo, cariño. -Me dio un beso en los labios.

-Te amo más. -Correspondí.

-Me voy porque si no, no llegaré. Cuídense. -Dicho esto, salió del departamento.

Narra Lauren:

-Hey, Lauren. -Dinah se acercó para darme un beso en la mejilla al igual que Normani, acababa de entrar a los vestidores.

-¿Qué hay con ustedes? ¿Sabes que no puedes estar en el vestidor de las luchadoras? -Bromeé viendo a la rubia.

-Tengo pase especial. -Me guiñó un ojo y yo reí. -¿Cómo está Mila?

-Bien, no se ha sentido tan mal últimamente, en cuanto esto acabe saldré de aquí. -Empecé a tomar mi vestuario de mi pequeño cubículo.

-Quería quedarme con ella, pero no me dejó, me pidió que viniera con Normani. -Hizo una mueca.

-¿Así que solo viniste porque ella te lo pidió? -La morena fingió sorpresa mezclada con molestia.

-De hecho. -Bromeó su novia encogiéndose de hombros.

-¡Dinah Jane! ¿Cómo puedes ser tan descarada? -Dijo ofendida.

-Lo siento, Mila tiene derecho de antigüedad. -Le mostró la lengua nuevamente y yo las observaba divertida.

-Lárgate de aquí, Hansen. -Normani le arrojó la blusa que se acababa de quitar directo al rostro, prácticamente se estaba cambiando frente a ella en medio del vestidor y no dentro de los cubículos donde se suponía debía hacerlo, aunque no había nadie más, ese lugar era solo para nosotras dos.

-Es broma, Mans. -Se acercó a ella y le dio un sonoro beso en los labios mientras su novia fingía resistencia.

-Que asco, al menos esperen a que termine el show. -Hice una mueca y me metí al pequeño espacio donde empecé a despojarme de mi ropa y poniéndome mi vestuario.

***

El momento había llegado, me hubiese gustado llegar solo unos minutos antes para no dejar a Camila sola tanto tiempo, pero nos obligaban a estar ahí prácticamente todo el día para probar el sonido de la música y estructurar las entradas de cada luchador.

Fui la primera en hacer mi entrada, ya que, sería la última en ser liberada de esos pequeños cubículos de plexiglás, la gente gritaba como loca coreando mi nombre, sentía demasiado orgullo en mi pecho al oírlo, no sé si eso sonaba pretencioso o altivo, pero creo que está bien sentirse orgullosa de si misma, ¿no? Darte cuenta de que no cualquiera logra cosas que tú has logrado, es gratificante y cada quien debería aplaudirse sus cosas buenas, no solo a los demás, nosotros también podemos motivarnos. Alguna vez había escuchado que todos merecen una ovación de pie al menos una vez en su vida, y tal vez para algunas personas eso sea necesario, pero para otras, con el simple hecho de sentir orgullo por uno mismo es suficiente.

Stay Fearless (Camren)Where stories live. Discover now