Corazones arrepentidos

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Había una vez, en el extraño pueblo de Rikersson, una malvada bruja que apareció de repente y atrapaba a sus víctimas con su enorme capa roja

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Había una vez, en el extraño pueblo de Rikersson, una malvada bruja que apareció de repente y atrapaba a sus víctimas con su enorme capa roja. En el transcurso de su estadía en este pueblo ya había acabado con muchas de ellas, hasta que dos detectives decidieron entrometerse en su camino y acabar con su malicia.

Los habitantes de Rikersson escucharon el rumor de que el detective Sherril el lobo, un especialista en el crimen sobrenatural, llegó al pueblo por un llamado especial del alcalde. Las personas de Rikersson, desde que apareció la bruja estaban acostumbradas a que lo raro se volviera normal. Ver a un lobo caminando y hablando, para ellos, tres meses atrás no hubiera sido tan común.

Ese día todas las personas importantes del pueblo se reuniron en la casa del alcalde para recibir al detective Sherril.

Este mismo pasa por la puerta con su enorme saco de color negro y su boina marrón oscura, para recibir el informe de los horribles sucesos que la bruja ha llevado a cabo.El alcalde se levanta rápidamente de su silla y da la primera palabra de bienvenida al orgulloso lobo que se mantiene callado para que esto suceda.

—Señor lobo... Detective Sherril, es un placer darle la bienvenida de parte de todos los habitantes de Rikersson. Le estamos agradecidos por prestar sus servicios y sus maravillosos dones de investigación para acabar con el sufrimiento que la bruja nos da todos los días.

Sherril asintió con la cabeza, e intentó no reírse al darse cuenta de que el alcalde le temía en gran manera, porque ni su mano se atrevió a darle.

—Ni que me lo fuera a comer, alcalde —bromeó el lobo —. El placer es todo mío y le aseguro que en poco tiempo, el tema de la bruja será historia.

El ambiente se tranquilizó, el alcalde se empezó a reír como loco, y esto desató la risa de las demás personas.

Todos fueron a comer el banquete que habían preparado para la ocasión y que se encontraba en el patio trasero. Allí, Sherril, no perdió oportunidad de tragar hasta que la secretaria del alcalde le cortó el paso.

—Detective Sherril, me complace presentarle a la señorita Merith Grenchel. Ella será su compañera en el caso de la bruja; la señorita Grenchel es la mejor criminalista de Rikersson.

Sherril frunció las cejas; este era un cambio muy inesperado. «¿Una compañera? ¡Por favor! ¿Cuando había necesitado de alguien?» Pensaba el soberbio lobo, que desde siempre estuvo en soledad.

—Perdone el atrevimiento señora, pero si según usted ya tenían a "la mejor criminalista" ¿Por qué decidieron llamarme? —Merith estuvo a punto de estallar pero la secretaria la miró seriamente para que no dijera nada que hiciera cambiar de opinión a aquel lobo.

—Eso mismo me pregunté yo; Tampoco me alegra tener un compañero, siempre he trabajado sola. Pero lamentablemente no me dejaban investigar el caso de la bruja sin un tal "lobo profesional". Aunque pensándolo bien, quizás sea lo mejor para este problema —Merith nunca se callaba, siempre decía lo que pensaba en todo momento y eso llamó la atención a Sherril desde un principio.

Antología: Felices para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora