T͜͡w͜͡e͜͡n͜͡t͜͡y͜͡ S͜͡o͜͡n͜͡g͜͡s͜͡-s͜͡h͜͡o͜͡t͜͡s͜͡ ❣︎

Detention

Fue un beso normal, pero cargado de tanto peso, peso de remordimientos, de ilusiones anteriores que nunca se cumplieron, de los rechazos y las propuestas nunca contestadas, del odio que se tenían, y del odio propio al notar que se transformó en una especie de amor

Se separaron y no podían creer que acababa de pasar; el humano Dib Membrana, y el Irken Zim, ¡se habían besado!, los Irkens apenas y saben que es un abrazo, y para rematar, eran. . . "enemigos", ¡¿qué mierda'?!

¿Por qué había aceptado tal estupidez? ¿por qué él había propuesto tal estupidez? ¡¿por qué habían llegado a ese puto punto?! ¡¿en que momento se dejaron de odiar y esperaban con ansias que el otro se fijara en ellos?! ¿en qué momento. . . se necesitaron?

Ambos notaron todos estos puntos, sus rostros se transformaron en muecas de tristeza, decepción propia, confusión, enojo incluso.

Dib se separó de a poco, se sentó lentamente de nuevo y tomó una postura algo encorvada, Zim permaneció de rodillas viendo hacia el suelo, con los ojos bien abiertos, pensando en su patria y civilización, qué dirían sus más altos, por Irk.

— Emm. . . Zim. — El mencionado no contestó — Creo que fue una mala idea. L-lo siento. Si t-tú quieres. . . no se repite, no, ¡nunca pasó! esta noche, este día, nada de esto, ninguna sonrisa ni nada eso pasó, ¿t-tú estás de acuerdo? ¡Sigue tratando de conquistar la Tierra y yo-

Su paloteo fue interrumpido cuando al fin Zim hizo señal de seguir vivo, se levantó y se posicionó frente suyo, tomó su rostro entre sus manos, junto sus frentes y se le quedo viendo a los ojos, que ciertamente lo intimidaban. No esperaba nada bueno, gritos de Zim tal vez, reclamos, inculpándolo de todo, pero, en lugar de eso, le estampó otro beso, más movido y vivo, candente, hipnotizante, Zim sí que sabía como darse a notar

Se separó del humano que estaba muy rendido ante las demostraciones ajenas, tanto que no hizo anda para contribuir, dejó que el Irken hiciese lo que quisiera con él, al estar lejos, suspiró, enamorado, cautivado, hechizado.

Sus ojos no podían despegarse de los contrarios, no debían, no podían, y sin romper el contacto visual, Dib exclamó:

—. . . me has encantado. . . — Rió con un tono sarcástico —. . . chico espacial.

Con esa frase, Zim se sintió parte de algo, más grande que la conquista de la que era contribuidor, más grande que su civilización, ¡más grande que todo el universo, maldita sea! era parte. . . de él, y hasta ahora, lo anhelaba más que nada. Al recibir la correspondiente satisfacción, sonrió, enternecido, aún conservaba su toque coqueto, pero en su cara se notaba la felicidad de la que era presa.

— Te veo mañana en detención. — Despidió seductor, acariciando con su dedo la parte baja del rostro de Dib, alejándose. El humano se contagió de su aura juguetona levantándose rápidamente, aún así sabía que Zim no podría ir a ninguna parte sií él no abría el acceso

— No, cuál mañana. — Se abalanzó contra él, y el más bajo, muy lejos de enojarse siguió jugando, querían saber quien dominaba al contrario como para manejar el siguiente beso, y así se la pasaron un buen rato hasta que se cansaron.

— Cuando quieras que se repita Zim, sólo vuelve a darmela — Le entregó el sobre que le había sido entregado esa tarde, el Irken lo tomó entre sus dos dedos, y se despidió con un beso corto.

Ambos salieron por la puerta principal, discretos.

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𝚅𝚒 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚕𝚎𝚐𝚊𝚛𝚘𝚗 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚍𝚘𝚜/𝚝𝚛𝚎𝚜 𝚙𝚎𝚛𝚜𝚘𝚗𝚊𝚜 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚊𝚜 𝚊 𝚕𝚊 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊, 𝚋𝚒𝚎𝚗𝚟𝚎𝚗𝚒𝚍𝚘𝚜, 𝚜𝚎 𝚑𝚊𝚗 𝚐𝚊𝚗𝚊𝚍𝚘 𝚞𝚗𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚝𝚎 𝚍𝚎 𝚖𝚒 𝚌𝚘𝚛𝚊𝚣𝚘𝚗𝚌𝚒𝚝𝚘 𝚜𝚘́𝚕𝚘 𝚙𝚘𝚛 𝚎𝚜𝚘, 𝚢, 𝚙𝚘𝚛 𝚎𝚕 𝚊𝚙𝚘𝚢𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘𝚝𝚎 𝚎𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚖𝚎 𝚊𝚗𝚒𝚖𝚎́ 𝚊 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚒𝚗𝚞𝚊𝚛 𝚖𝚊𝚜 𝚛𝚊́𝚙𝚒𝚍𝚘, 𝚜𝚒𝚗𝚘 𝚎𝚜𝚝𝚘 𝚕𝚕𝚎𝚐𝚊 𝚎𝚗 𝚍𝚘𝚜 𝚖𝚎𝚜𝚎𝚜 𝚖𝚊𝚜.
𝙱𝚒𝚎𝚗, 𝚜𝚒𝚗 𝚖𝚊𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚎𝚌𝚒𝚛, 𝚜𝚎 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚒𝚍𝚎. . .

❦︎Cʜᴏᴄᴏ