T͜͡w͜͡e͜͡n͜͡t͜͡y͜͡ S͜͡o͜͡n͜͡g͜͡s͜͡-s͜͡h͜͡o͜͡t͜͡s͜͡ ❣︎

Detention

Salió al patio, pero no halló nada, lo recorrió, y al fin rendido decidió abrir el sobre, que venía escrito con una sorpresiva letra cursiva.

«Humano Dib, ante la relación que hemos llevado con la "detención", te invito a vernos esta noche en ese lugar, sólo esperame ahí cuando todo esté desierto, yo iré igual

— Zim »

Dib la releyó unas dos veces más, sin creer lo que le pedían, no parecía una orden, sino una auténtica petición amable, y, por ese único detalle, además de la curiosidad, decidió que asistiría, pero le pegaba una pequeña espina en su espalda, puesto que Zim no cooperó con ninguna manera de poder entrar en la maldita noche a la escuela, se las tendría que ingeniar, pero bueno, tenía mucho tiempo en que podría pensarlo sin interrupciones.

Rió por lo bajo, enternecido

— Zim. . .

❦︎ 𝙱𝚊𝚋𝚢, 𝚌𝚊𝚗 𝚢𝚘𝚞 𝚖𝚎𝚎𝚝 𝚖𝚎 𝚝𝚘𝚗𝚒𝚐𝚑𝚝 𝚒𝚗 𝚍𝚎𝚝𝚎𝚗𝚝𝚒𝚘𝚗?

. . .

Ya sonaba la campanilla para ellos, y le fue muy sorpresivo entrar al acabar el almuerzo y no ver a Zim entrar, el profesor le preguntó por él, y tuvo que mentir diciendo que se había enfermado.

En fin, ya era la salida y Dib si que uso su ingenio.

Fingió guardar sus cosas muy lentamente, por lo que se quedó solo con el profesor, que también se tomaba su tiempo.

— ¿Y tú no quieres ir a tu casa ya?

— Me gusta guardar mis cosas con tiempo, veo que a usted también — Hablaba cortés

— Si, ¿verdad? — Siguieron con lo suyo, Dib no sabía de dónde sacar más cosas, puesto que ya las había guardado todas y al profesor le faltaban pequeñas cosas, así que sólo estuvo hurgando en su mochila para disimular.

Ya cuando el adulto se levantó, el fue atrás de él, inclusive le abrió la puerta y la cerró atrás de ellos.

— Si quiere yo le cierro — Exclamó amable y sonriente.

— Mmm. . . Si, gracias. — Le entregó las llaves y se giró para resguardar la cerradura. — No sé porqué estás aquí, eres un niño muy bueno.

— Si. . . Yo tampoco lo entiendo — Terminó y se volteó para agradecerle su amabilidad, le preguntó incluso si tenía familia, que fue cierto. — En ese caso ya vaya, le deben de estar esperando con ansias

— Si. . . Mejor me voy, cuídate niño

El profesor se fue sin cuestionarse nada, nada como que a ese "chico bueno" se le hubiera olvidado entregarle las llaves de cada cerradura de la detención, y de incluso una de la escuela, puesto que éste era casi siempre el último docente en irse, tenía ésta herramienta.

. . .

La noche surcó y Dib salió de su casa sin dar ninguna explicación, no era la primera vez que lo hacía. de todas formas.