City Of Angels | Greco Rodríguez

2. Bendita nerd estás hecha

¿Que cuál es la definición de nerd?

Bueno, según la BBC un nerd es un intelectual estudioso, aunque de nuevo en un tema o campo en particular. Está orientado en los logros, y centra sus esfuerzos en la adquisición de conocimientos y habilidades sobre curiosidades y objetos de interés.

Sí, generalmente se resume como persona inteligente, ¿no? Ese típico adolescente con gafas, acné y brackets, que siempre lleva libros en los brazos y al que, sí o sí, tienen que hacerle bullying.

Sophie cumplía con la parte de las gafas, llevar libros y... ya, lo cierto era que su cara no sufría de acné —lo cual agradecía—, tampoco usaba brackets; y no le hacían burla ni la trataban mal, de hecho, era muy normal como estudiante; se esforzaba cada día haciendo sus trabajos e incluso cuando los terminaba seguía esforzándose en comprender temas pendientes o estudiar otra cosa.

Amaba cocinar, por eso se había metido a estudiar gastronomía —y quien dijera que no hacían mucho bien podría invitarlo a que se fuera mucho rumbo a la... a su casa—, pero la carrera era costosa y aunque sus padres no se quejaran del dinero, ella quería aportar algo a su futuro, así que en las primeras vacaciones que había tenido se propuso buscar un empleo. Y vaya que corrió con buena suerte porque consiguió un trabajo en una cafetería, un poco lejos de su universidad —y de su departamento—, la verdad es que estaba muy feliz trabajando ahí, el pago no era tan malo y de vez en cuanto podía tener una bebida gratis.

Sin embargo, trabajar y estudiar era una cosa complicada, aunque al principio del semestre se organizara de manera brillante, a las 3 semanas ya estaba corriendo de su departamento a la universidad, toda despeinada, con ojeras pronunciadas y sin comer; pero eso no terminaba ahí, también corría de la biblioteca con 6 libros en brazos hacia su trabajo, y para finalizar su día corría de su trabajo hacia su departamento porque de otra forma no le alcanzaba el tiempo para hacer sus deberes.

Claro que de vez en cuando tenía un poco de tiempo libre, como la semana pasada cuando acompañó a Grace con la vidente esa; para gran decepción de la pelirroja, no había vuelto a ver al Dios griego y eso que oportunidades, el chico, había tenido y bastantes, puesto que pasaba todos los días por el frente de la comisaria.

Pero bueno, seguía con la opción de que la señora se refiriera a Carlos el jardinero, en ese caso no le había mentido y no se sentiría mal por haberle dado los únicos 10 euros que tenía. Porque sí, había tenido que pagar ella.

—¡Somos libres! —Grace exclamó tomándola de los hombros—. ¡Es viernes y somos libres!

El viernes era sin duda uno de sus días favoritos y en especial ese viernes era perfecto, sus clases habían terminado mucho antes y tenía tiempo para regresar a su casa —caminando, sin correr—, tomarse un buen baño, comer y ver algo en Netflix.

—Linda, ¿Habrá algún día en que no saques libros de la biblioteca?

—Cuando tenga dinero para comprarlos —al notar cómo su amiga fruncía el ceño agregó—. Ningún novio con dinero me va a caer del cielo para comprarme libros.

—De hecho, según tu futuro tendrás a un sexy comisario —la pelinegra levantó las cejas sugerentemente.

—No debí decirte nada.

En cuanto le pagaron a la señora y salieron a lo frío de la noche Grace la atosigó a preguntas sobre lo que la vidente le había dicho, obviamente le tuvo que decir que se había topado con un guapo policía y, obviamente, su amiga no había parado de enfadarla diciendo que ese sería su futuro esposo.

Vamos, que la señora nunca mencionó nada de matrimonio.

—¿Irás a la casa? —le preguntó Grace separándose.