Capítulo tres: Un pequeño duende con el pelo dorado.

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Miré nerviosa hacia el frente, moviendo los ojos de un lado a otro intentando fijarme en algo que pudiera usar de excusa para ignorar la vergüenza que estaba pasando. Podía sentir como las mejillas me ardían, a este punto deberían estar demasiado coloradas como para seguir si quiera alzando la cabeza. Aún así seguí mirando al frente mientras sentía como mis pulsaciones se aceleraban según pasaban los segundos. El chico carraspeo, yo suspiré y después de unos segundos que parecieron una eternidad pude oír su voz.
— Mmm... ¿Helena?— Pegué un pequeño brinco al oír mi nombre.— Te llamabas así, ¿no?
No pude evitar girarme de golpe después de que terminara su frase.
— Te sienta bien ese rosa.— Rió.
Había olvidado por completo el nuevo color de mis mejillas, que acostumbraban a ser igual de pálidas que el resto de mi piel.
Me quede callada. Simplemente no sabía que decir así que sólo le observe. Sus ojos eran pequeños y muy redondos y efectivamente, eran de color marrón claro. Su nariz era pequeña y respingona, con las aletas muy marcadas. Sus labios eran delgados y muy rosados, con las comisuras ligeramente elevadas hacia arriba. Tenía facciones infantiles y una mandíbula muy definida y su cuello era fino y largo, con una nuez bastante pronunciada debido a su delgadez. Me sonaba, pero no sabía de qué y tampoco sabía porque él sí sabía quien era yo. Decidí dejar mi timidez a un lado, ya que la curiosidad me estaba matando al mismo tiempo que lo hacía él con su mirada mientras esperaba una respuesta.
— Te... ¿te conozco?.— Dije al fin.
Él sólo sonrió. Exhibiendo una sonrisa no demasiado perfecta pero aún así bonita. Tenía varios dientes torcidos y muy blancos. Por la forma que tenían su mandíbula y su boca, apostaba a que hacía poco había llevado aparato.
— La verdad es que no...— Confesó.— Te he visto un par de veces apoyada en la puerta de mi aula de Álgebra, esperando a esa chica pelirroja con gafas. No recuerdo su nombre... — Dijo intentando de rebuscar en su mente para ver si daba con el nombre de Cassie.
Genial, era capaz de recordar mi nombre pero no el de una de sus compañeras de clase.
— Cassie.— Contesté antes de que se le friera el coco.
— ¡Sí! ¡Esa! — Exclamó.— Además... ¿tú eres la hermana de Violet Crowell? ¿Verdad?
Suspiré. Ahí estaba la respuesta. Otro niñato coladito por mi hermana mayor.
— Sí, y si me vas a decir que está muy buena y que no nos parecemos en nada ya te lo puedes ir ahorrando...— Ladeé mi cabeza retirando mi mirada de encima suyo.
— En realidad iba a decir que es una pija insoportable y una egocéntrica pero sí, también está muy buena.— Rió.
Reí ante su comentario y volví a mirarle.
— Bueno, y ¿qué hace una chica como tú en un sitio como este a esta hora?.
Alcé una ceja en respuesta.
— Quiero decir, ¿no deberías estar en la cafetería con tus amigos?
Sonreí. Definitivamente este chico no tenía ni idea de quien era. Sólo sabía un nombre, ya está. Lo que lo hacía fácil porque supongo que de otra manera, no se hubiera atrevido a dirigirme la palabra.
— Sí, bueno, es que no podía soportalo. Ya sabes...demasiada gente, demasiado ruido. Me sentía un poco agobiada y decidí salir a tomar el aire.
Puse ambos brazos a cada lado de mi cuerpo e hice presión con ellos sobre el poyete de cemento mientras balanceaba un poco mis piernas.
— Sé a lo que te refieres, créeme. Yo tampoco puedo sopórtalo a veces. Por eso suelo venir aquí. Casi siempre como aquí, solo. Soy incapaz de soportar esa jungla...— Rió.
Sólo pude reír. No se me ocurrió ninguna respuesta graciosa o adecuada para seguir la conversación, lo que me hizo sentir un poco incómoda porque parecía que él quería que yo la continuara.
Llevé mi cabeza hacia el suelo y observe mis viejas Converse negras. Aún seguía balanceándome. Me di cuenta de que probablemente parecería una niña pequeña así que pare de golpe. Pude oír un suspiro. Giré un poco mi cabeza y vi como el chico se encontraba mirando hacia el frente. Tenía un perfil peculiar debido a la punta caída y arrugada que le ofrecía su gorro. Parecía un pequeño duende vestido de negro con el pelo dorado. Abrió su boca y una gran bocanada de humo salió de entre sus labios. El timbre sonó, yo devolví mi vista hacia el frente y él se incorporó del poyete mientras sostenía su libro de Historia.
— Ya nos veremos, Helena.— Sonrió e hizo un gesto con su mano.
— Sí. Ya nos veremos, ehh...
Fue entonces cuando me di cuenta de que él ni siquiera me había dicho su nombre. Quise preguntárselo pero ya era demasiado tarde. Él había entrado de vuelta al instituto y por mucho que fuera tras él, los pasillos ahora serían una locura. Sería imposible dar con él.

La última hora de los Lunes era mi favorita. Tenía gimnasia y no, no es que me gustara mucho hacer deporte, la verdad es que era pésima en todo. Sólo me gustaba porque era la única asignatura, aparte de Literatura, que compartía con Cassie. Así que me sentía menos sola. Aunque la verdad es que hacía años que ya no dependía tanto de ella para no sentirme sola.
En nuestro primer año de instituto, Cassie y yo teníamos casi la mayoría de las asignaturas juntas. Nos pasábamos todo el día juntas y dependíamos mucho la una de la otra, hasta que hubo dos semanas en las que Cassie estuvo muy enferma con neumonía y no vino al instituto. Tuve que aguantar sola todo ese tiempo y supongo que eso me hizo darme cuenta de que en realidad no tenía que depender de nadie. Ahora, dos años después, apenas nos vemos en todo el día y está bien. No debo sentirme sola por ello y tampoco lo hago.

Hacía demasiado frío para estar en la cancha exterior pero eso no parecía importarle a el profesor Johnson. Nos pidió que hiciéramos parejas y comenzáramos a calentar mientras él se tomaba un café bien calentito abrigado de su plumas acolchado. Cassie levantó su pierna derecha y la flexionó hacia atrás mientras intentaba mantener el equilibrio. Yo empecé estirando mis brazos.
— Oye Cassie...
— ¿Sí?— Levantó su cabeza para mirarme puesto que ahora se encontraba estirando sus aductores.
— Hay un chico...
Ella rápidamente levanto sus cejas pareciendo un emoji.
— No te ilusiones.— Reí.
— Está bien...— Se quejo y yo me dispuse a continuar con mi pregunta esperando que ella supiera la respuesta.
— Hay un chico en tu clase de Álgebra, uno con el pelo como dorado y los ojos marrones muy claros y brillantes.
— Se dice hazel.— Me interrumpió.
—Bueno, hazel.— Refunfuñe.
— ¿Qué quieres saber sobre Matthew Espinosa?
Su nombre choco en mi mente. No le había hecho falta que prosiguiera con mi descripción, ya sabia perfectamente de quien le estaba hablando.
— Nada, yo...— Me sonroje un poco.— Sólo le vi antes cuando salí a la hora de la comida y tenía curiosidad...
—Mmm...
Respondió pensativa, haciéndome sonrojar un poco más.
—Está bien.— Concluyó.— Se llama Matthew, aunque todos sus amigos le llaman Matt. Vive un par de casas más allá del centro comercial del este. Juega en el equipo de fútbol como receptor, su numero es el 81. Creo que su padre es origen latino, o algo así. Tiene tres hermanos. Y por si te lo preguntas, no es nada bueno en Álgebra...— Finalizó.
No contesté. Sólo solté una pequeña risita provocada por su última frase. Cassie era buena averiguando cosas sobre gente que apenas conocía y estaba segura de que seguramente sabía muchos más datos sobre él, pero no quería asustarme por ser demasiado stalker. Ambas dejamos ahí el tema y continuamos con nuestra clase de gimnasia.

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Hola :)

Quiero que sepáis que estoy muy, MUY FELIZ porque ahora hay muchas más personitas leyéndome así que muchísimas gracias por hacerlo preciosidades asdfghjkffgfssdfs. He decidido hacer este cap. un poco más largo porque no sé si os gustan o no los capítulos largos :/ Espero que os guste y recordar que aquí abajo tenéis la sección de comentarios en donde podéis darme vuestra opinión y decirme si os gusta como va avanzando la historia o no, y que los votos siempre son bienvenidos ^^

Btw, he decidido dedicarte este cap. a ti, Laura, porque siempre me has ayudado bastante en Wattpad y de verdad que no sé como agradecértelo y porque eché bastante de menos hablar contigo durante el tiempo que estuve fuera :3
Os quiero pedir a todas que os paséis por su cuenta porque tiene unas historias que madre mía del amor hermoso *-* Su manera de escribir es increíble, os lo juro y si no me creéis ir a echar un vistazo: http://www.wattpad.com/user/lauradreams4love

¡Muchas gracias por leer!

Touch » Matthew EspinosaNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ