Capitulo Único

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Caeruleum

Yunho sintió ese clásico dolor instalarse en su cola. Siseo mientras enterraba sus uñas en sus palmas intentando apaciguar el malestar. La sangre se disolvió en el agua y Mingi lo vio con preocupación más no dijo nada, solo observo como nadaba con fuerza a la oscura superficie. Dejándolo con una extraña sensación en el pecho.

Yunho era un Tritón que regia con fuerza y poder los mares, hijo de Poseidón y de Anfitrite, era considerado un Dios y adorado como tal. Su destreza e inteligencia enorgullecían a su padre y a su hermano que lo amaba con sinceridad. Mingi no era su hermano de sangre, pero lo consideraba como tal, el más chico había tenido el infortunio de despojarse de su cuerpo mortal y convertirse en un Tritón cuando por error consumió hierbas mágicas, dejando atrás a su único amor y todo lo que alguna vez conoció, Yunho lo adopto como su hermano, le dio una nueva esperanza, siendo este lo único que Mingi necesitó para poder acostumbrarse a su nuevo destino, ya no tenía al amor de su vida pero tenía a su hermano y eso sería suficiente.

...

No muy lejos de ahí

- ¿Leum? ¿estás lista? – gritó un pequeño pelirrojo lanzando piedritas al balcón de la muchacha. La noche de viernes era preciosa para hacer algo, tal vez su amiga no estaría muy animada por eso, pero no la dejaría deprimirse en su cuarto.

Habían pasado 9 meses desde que la castaña había llegado a su vida, ella era una chica de ciudad huyendo a un pequeño pueblo costero para así deshacerse de su pasado. Estaba sola en el mundo, sus padres desgraciadamente habían fallecido en un accidente de autos y ella había quedado sola... y, paralitica. Hongjoong no sentía pena por ella, solo deseaba ayudarla y ¿para que mentir? También deseaba ayudarse a sí mismo, porque él también había quedado solo, con un corazón destrozado.

- ¿en qué tanto piensas Hong? – pregunto la chica frente a él, sacándolo de sus cavilaciones. El chico sacudió su cabeza despejando sus ideas.

- En nada importante, solo me preguntaba si nuevamente saldría ganador en nuestro torneo de recolección de conchitas, pero por como luces de fea hoy, estoy seguro de que ganare ¿no te parece? –

- Oh no, hoy no es tu día de suerte bobo, esta vez la campeona seré yo, así que ¿Qué esperas? llévanos a nuestro destino capitán.- indico la chica con un tono gracioso.

Hongjoong río con ternura empujando la silla de ruedas por la calle, platicaron y juguetearon entre carcajadas hasta llegar a la playa, donde el chico cargo a la castaña fuera de la silla para sentarla a una distancia prudente de la orilla, disfrutando ambos la brisa del mar. Poco después el torneo comenzó, dejando como ganadora a Leum, que con cosquillas castigaba al mayor por su derrota. La felicidad inundo el pecho de ambos, haciéndolos olvidar solo por un momento sus trágicas vidas mientras se recostaban en la blanda arena.

- Tengo tanto calor, creo que incluso estoy sudando – comento haciendo falsas muecas de asco la castaña.

- Dios, yo también, ¿quieres un helado? Están a unas cuadras de aquí –

- ¡si quiero! – grito enderezándose - ¿puede ser uno de galleta con muchas chispas Hong?-

- Sip, solo no te muevas de aquí ¿esta bien? No te acerques a la orilla y grita si pasa algo, vuelvo enseguida Leum.- indico el chico levantándose y sacudiendo la arena pegada a sus pantalones.

- Entendido capitán, aquí lo espero cuidando la nave.-

El pelirrojo río besando la cabeza de su amiga y perdiéndose entre las luces de la calle. Leum lo observo partir, Hongjoong era lo único que le quedaba, lo que más quería y lo que mas miedo tenia de perder. Y es que, sin él, tal vez la castaña se hubiera deprimido hasta morir, o se hubiera suicidado. Sus padres no estaban, sus piernas no servían, pero Hongjoong iluminaba sus días pese a que ella bien sabía, que el chico sufría por un amor del pasado.

CaeruleumWhere stories live. Discover now