—Todo lo que tú quieras —afirmó mientras sus brazos me rodeaban para darme un corto y rápido abrazo. Volvió hasta el espejo de su armario, para seguir alisándose el cabello con el sacador.

Ahora debía pensar en qué ponerme yo. Bajé la cabeza para mirar lo que llevaba puesto, me había bañado hace un par de horas y me coloqué ropa linda solo para estar en la cama con un libro entre mis manos. Llevaba un short de tela, alto y holgado. Era de color negro. Más una blusa corta verde manzana, era de un color pastel. Me gustaba, así que creí que no sería necesario cambiarme.

Miré mi celular que estaba a un lado de mí. Pensé en escribirle a Hult y decirle que saldría. Tal vez él también iba, porque Callum irá con Pam. Agarré el celular y le envié un mensaje.

Iré a esa fiesta de la nueva fraternidad...¿Tú irás? - Gwen.

Le di a enviar y esperé algunos minutos a que respondiera. Usualmente lo hacía rápido, pero no recibí ninguna respuesta en ese corto tiempo. Quizá estaba ocupado. Así que esperé impacientemente su mensaje. Sin embargo, nunca recibí una respuesta por su parte.

A lo que pensé; ¿de nuevo me evitaba?... Dejé salir todo el aire de mis pulmones y puse el teléfono encima de la cama. Podría esperar un rato más su mensaje. O bien podría buscarlo.

Sé paciente. Sé paciente.

Respiré y decidí distraer mi mente, maquillándome. Un maquillaje sencillo. Con bastante brillo en mis pómulos, y mis párpados un poco acentuados con el mismo. Saqué la máscara de pestañas y la comencé a pasar por esta, varias veces hasta que notara la diferencia. Creo que lo que detestaba de mi cara, lo único que detestaba de mi cuerpo en realidad. Era mi falta de pestañas. Increíblemente un hombre tiene más pestañas que yo. ¡Hult tiene más pestañas que yo! Es envidiable. Con pestañas pobladas, la cara cambia.

A mi teléfono le había llegado un mensaje, al principio me emocioné y lo tomé enseguida. Pero recordé que a Hult le había colocado un tono distinto. ¡Qué estresante!

Quien me había escrito era Bailey.

¿Estas ahí chica batido? - Bailey.

¡Sí! - Gwen.

¿Te veré en esa fiesta?- bailey.

Eso creo, Pamela me convenció de ir- Gwen.

Nos vemos allá- Bailey.

Lancé mi celular a un extremo de mi cama y fui hasta el espejo de mi armario para ver cómo había quedado. No era experta en maquillajes, pero si lograba hacer los sencillos. De pronto tocaron la puerta de la habitación un par de veces. Pamela y yo nos vimos las caras al mismo tiempo y ella plasmó una sonrisa de oreja a oreja. Dejó el secador sobre su cama y graciosamente en puntillas se dirigió a la puerta. Abriéndola y dejando ver primeramente a Callum. Atrás de él estaban Thomas y Wells.

—¡Entren!—indicó Pam, con la mano. Me percaté como Callum y Pamela se coquetearon brevemente con las miradas.

—Hola Gwen —me saludó Callum. Le devolví el saludo con la mano. Más adelante entraron mis amigos y sorpresivamente entró una cara que no me esperaba ver. Era Camille, tomada de la mano de Wells.

—Qué guapos están todos— halagué a los chicos. Dirigiéndome a ellos. Camille captó mi atención al lanzarme una mirada junto a una sonrisa.

—Tenía tiempo sin verte —dijo Camille. Enseguida se acercó a mí y con un abrazo me saludó. Era extraño, e incómodo. Sin embargo, ahora salía con Wells y me tenía que acostumbrar.

Ángel 234(I&II)Where stories live. Discover now