Abres tus ojos que apenas habían conseguido dormir, te levantas porque tienes que ir a la escuela, no sabes ni porque vas, solo que es para tener un carrera, pero no sabes ni que carrera estudiar. Estas tan cansada, siempre es la misma rutina, levantarse, ir a la escuela y de ahí volver a casa, comer, hacer la tarea y dormir, sientiendote vacío, no sabes que es lo que falta, estás tan aburrida de la vida, piensas que necesitas algo, sabes lo que es pero no sabes como decirlo, así que solo callas.
Piensas que llenaras aquel vacío al comer, comes y comes, pero el vacío sigue ahí, así que sigues comiendo, te detienes, no porque el vacío ya se haya llenado, sino porque piensas que te veras más gorda, a pesar de que mucha gente te ha dicho que no lo eres. Entras a tu cuarto y te miras por el espejo, piensas que te ves incluso peor que las personas que tienen más peso que el tuyo, piensas que tu cuerpo es deforme y decides hacer cualquier cosa que te haga bajar de peso, es ahí cuando te sobreexplotas, haciendo que todo tu cuerpo duela demasiado, pero piensas que es mejor así.
Miras por la ventana de tu habitación, miras lo hermoso que es el cielo, pensando si algún día conseguirás hacer algo importante, algo que te dé una razón para vivir, lloras desesperadamente buscando una respuesta pero no la hay, pues, el cielo no habla.
