—Genial... Es mucho tiempo —expresó Pamela con un cuadrito de chocolate entre sus dedos. Me incliné hasta el tazón de los doritos y tomé unos cuantos.

—¿Y esa pintura?—indagó mi amigo. No sabía a qué se refería hasta que seguí a su dedo apuntando a la pintura colgada en la pared derecha al lado de mi cama. La que Hult me había dado.

—Hult la hizo para mí—respondí con la mirada fija en mis doritos.

—No la había visto.

—Es muy hermosa —Pamela la observaba con una pequeña sonrisa en sus labios—¿Cuánto llevan juntos?

—¿Quiénes? —pregunté.

—Tú y Hult.

—Desde hace, cuatro meses creo —no sabía si el tiempo que llevé sin Hult, debía contarlo. Pero para Wells, tuve una relación a distancia con el castaño mientras él estaba de viaje.

—Quién diría que mi nueva compañera es la novia de Hult Sullivan —alzó una ceja con diversión—Lo había visto antes un par de veces... Con todo el respeto, es una delicia —no pude evitar reír por el comentario de Pam. Ayer le había mencionado lo que sucedió con Nadine hace un par de días. Me contó lo mismo que Bailey me dijo, y lo mismo de Hult. Sobre su desliz con Nadine. Y, me dijo lo mismo que me dijo Hult: "No le prestes atención".

—Las vueltas de la vida —dije al meterme un dorito a la boca. Era exquisito. Con sus kilos de colorante y todo.

—Trainor dejó a su amor platónico desde la infancia, por él —agregó Wells. Pamela me miró sorprendida.

—¡Vaya! ¿Tan bueno es en la cama? —cuestionó ella. A lo que me sentí incómoda por la pregunta.

—No lo hemos hecho— respondí con timidez. Pamela volvió a mirarme sorprendida.

—Cuatro meses, un chico dos años mayor que tú ¿Y no lo han hecho? —la miré y negué suavemente con la cabeza—Lo debes de tener en abstinencia. Dame tu secreto. ¿Qué pócima usaste en él? —movía sus dedos como pequeñas serpientes. Como las personas con poderes de la televisión suelen moverlos. No tardé en reír.

—La verdad, ninguna.

—Quiero uno así. Ahora ningún chico espera por ti. Quieren desvestirte en menos de un mes —bufó con fastidio. Había agarrado una lima de uñas de su mesa y comenzó a pasárselas por las uñas de sus manos.

—Yo no esperaría —se apuntó Wells a sí mismo.

Pamela y yo lo mirábamos al mismo tiempo. Y al mismo tiempo rodamos los ojos—Idiota —dijimos a la vez. Nos miramos a la cara y reímos.

No entiendo el tabú que tienen las personas con el sexo. ¿Qué tiene de especial el que Hult y yo aún no lo hayamos hecho? Me ha dicho un par de veces que sería cuando yo quisiera. Solo imaginarme ese momento, hacía que mi presión subiera.

—Su amigo es muy lindo —murmuró Pamela con su atención puesta al objeto que pasaba una y otra vez por la uña de su dedo índice. Tratando de cuadrarla.

—¿Callum? —cuestioné. Alcé las cejas con gran sorpresa cuando asintió con la cabeza. Afirmando.

—Es divertido. Y muy tierno —su voz salía nuevamente en un murmuro. Algo me decía que a mi amiga le gustaba el chico.

—Él es muy linda persona.

—Ya lo veo... Me invitó a salir este viernes —mencionó. Para que mis ojos se abrieran nuevamente como dos bolas gigantes. Comencé a aplaudir frenéticamente con las manos. Así como niña pequeña.

Ángel 234(I&II)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें