Pleasure and pain

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Taehyung era una persona con experiencia, y eso Jungkook lo sabía.

Claro que lo sabía.

Era por eso mismo por lo que yacía en ese preciso instante debajo suyo, completamente desnudo y con las piernas abiertas para él.

Taehyung también estaba desnudo, y gozaba de una vista espectacular.

Su amigo era muy hermoso, ni cómo negarlo. Tenía un cuerpo suavemente moldeado y esbelto, delicado y masculino. Tae tenía la boca hecha agua. No solo su cuerpo era hermoso, también poseía las facciones más injustamente bellas y adorables, desproporcionando así toda su existencia. No había un punto neutro en él, la balanza siempre se inclinaba descaradamente hacia la inhumana perfección.

Taehyung se inclinó para besar la fina línea de su mandíbula, la cual lo incitaba a seguir su camino con los labios, desembocando en su cálido cuello hasta llegar a esas clavículas suavemente delineadas. Jungkook hundió los dedos en su cabello mientras este se detenía a adorar su piel con la boca, besándola, lamiéndola y mordiéndola.

«Eres precioso», habría querido decir, pero se contuvo. No podía decirle esas cosas a un amigo.

Sus labios continuaron su descenso, llenando de besos su pecho y luego su marcado abdomen. Al sentir a Taehyung tan cerca de esa zona, Jungkook no fue capaz de reprimir un leve gemido de desesperación. Pero Taehyung se tomó su tiempo. Con ambas manos acarició los costados del cuerpo de Jungkook mientras sus labios aún no se despegaban de la piel de su abdomen. Quería saborear todo cuanto pudiera.

—Mmh, Tae...

Oh, mierda.

El joven se arrastró un poco más hacia abajo, lo suficiente para que su rostro quedara a tan solo unos centímetros de la necesitada erección de Jungkook. Taehyung lo miró a los ojos, pudiendo ver la ansiedad a través de ellos. El chico sonrió. Puso ambas manos en la cara interior de sus muslos y le abrió las piernas solo un poquito más. Luego se inclinó y besó con cuidado su muslo izquierdo, pasando muy cerca de su miembro pero sin llegar a rozarlo siquiera. Jungkook se estremeció al sentir el aliento del mayor chocar contra su sensible piel, tan dolorosamente cerca del sitio que tanto requería su atención... Otro rebelde gemido se le escapó cuando Taehyung desvió su atención al muslo contrario. Sus manos iban acariciando la piel de sus piernas mientras su boca se ocupaba de seguir besándolo ahí donde pudiera.

Impulsado por la necesidad, Jungkook llevó una mano hacia su pene con la intención de estimularse, pero tan pronto como Tae se dio cuenta lo detuvo, interceptando ambas manos y entrelazando sus dedos.

—Tranquilo —le dijo, mirándolo a los ojos.

Jungkook tragó saliva, suplicándole con esa adorable mirada suya.

Taehyung decidió compadecerse.

Primero depositó un delicado besito en la base de su pene, luego otro en la parte de en medio, y finalmente uno muy suave en la punta. Taehyung, sin apartar la mirada de su rostro, sacó la lengua y apenas la hizo rozar contra el glande del menor. Había sido un roce sumamente sutil, una mera sugerencia. Taehyung, quien todavía entrelazaba sus dedos con los del chico, sintió cómo este apretaba su agarre por puro instinto.

Taehyung volvió a sacar la lengua, pero esta vez no hizo ningún ademán de acercarse para lamerlo... Y una sola mirada fue suficiente para que Jungkook se diera cuenta de lo que el otro estaba haciendo. Lo estaba invitando a que lo hiciera él mismo; que fuera él quien se frotara contra su lengua. Así que eso hizo. El chico movió ligeramente las caderas hacia abajo, hasta sentir aquel húmedo pedazo de carne contra su glande. El primer roce le arrancó un jadeo de ligero alivio. Volvió a mover sus caderas y esta vez el encuentro se sintió aún más placentero. Taehyung se sentía en las nubes observando cómo aquel hermoso ser luchaba y se retorcía por un poco de estimulación, por un poco de placer. Solo hicieron falta algunos pocos roces más para tenerlo al borde de la locura.

Teach me | VKWhere stories live. Discover now