Alejandro: no tienes oposición a que cenemos aquí?

Lorenza: claro que no hijo, no hay nada que me haga más feliz que disfrutar de una cena con mi familia.

Alejandro: tenías razón, Regina es muy noble, no dudo en darme una oportunidad.

Lorenza: te lo dije, tu hermana siempre ha sido así y si en ocasiones subía su tono de voz era para defenderse de tus ataques, sólo espero que regresen pronto a la casa, ella y mi nieta hacen mucha falta.

Alejandro: Miranda es encantadora, me pidió que le enseñara a montar bici, quiere hacerlo sin rueditas.

Lorenza: de verdad?

Alejandro: si, ahora entiendo por qué mi papá y tú la quieren tanto.

Lorenza: es nuestra única nieta.

Daniel fue a buscar a Ariel para llevarle la carpeta, y como Regina le había dicho, le gustaron sus ideas, Alejandro fue a la constructora, muchos de los empleados se sorprendieron al verlo pues al parecer llevaba años sin pisar las instalaciones,  fue directo a buscar la oficina de su hermana.

Regina estaba al teléfono cuando tocaron a la puerta.

Regina: adelante.

Alejandro entro justo cuando Regina colgó.

Alejandro: la constructora ha cambiado mucho, casi no encuentro tu oficina, que buena decoración.

Regina: Gracias, Sofía me ayudó, tiene muy buen gusto..  creo que hace mucho no venias, como estás?

Regina abrazó a su hermano.

Alejandro: con un paz que no te imaginas.

Regina: me alegro, quieres dar un pequeño tour antes de irnos?

Alejandro: por que no?, siento que estoy en un edificio extraño.

Regina apagó su laptop y le escribió a su hermana para avisarle que pronto irían en su encuentro. Los hermanos recorrieron cada pasillo de la constructora, a excepción de la oficina de su padre quien se encontraba reunido con Daniel.

Después de varios minutos salieron a un restaurante. Sofía, Regina y Alejandro la pasaron muy bien durante su comida, se prometieron dejar en el olvido sus diferencias y apoyarse entre sí.

Alejandro: me alegra tenerlas de nuevo, por eso quiero compartir algo con ustedes.

Regina: que te traes?

Alejandro: de la razón que me trajo a la casa de nuestros por un periodo de tiempo.

Sofía: hablas sobre tus días de descanso?

Alejandro: no precisamente.

Sofía: entonces?

Alejandro: decidí tomarme un año sabático, han sucedido cosas que me han hecho dudar sobre la iglesia.

Regina y Sofía se miraron entre sí y luego a su hermano muy aterradas.

Regina: vas a dejar de ser sacerdote?

Alejandro: no lo sé, es algo que no decido aún.

Sofía: entonces por eso no tienes la sotana puesta.

Alejandro: así es.

Regina: pero siempre decías que tu fe era más importante que todo.

Alejandro: si, pero no podía seguir siendo parte de la iglesia lleno de dudas, no con tantos sentimientos egoístas que tenía, ustedes tenían razón al decirme de que no era digno de ser un representante de Dios con mi actitud.

Regina: sé que a veces fuimos duras contigo, pero no te dejes llevar de eso, todos cometemos errores, y tú ya los aceptaste.

Alejandro: lo sé, pero quiero ser digno, me he portado muy mal, por eso necesito pensar un poco las cosas.

Sofía: ya lo hablaste con mis papás?

Alejandro: lo haré esta noche, me da pena que se avergüencen de mí.

Regina: eso no pasará, estoy segura que se sienten orgullosos porque estas empezando a ser el mismo de hace unos años, además no está nada mal que te tomes un descanso,al menos te tendremos un año cerca.

Después de la comida, Alejandro dejó a Sofía en la clínica y siguió con Regina para dejarla en la constructora, Daniel regresó unos segundos antes, platicaba con uno de los celadores cuando un auto se detuvo en la entrada, de allí se bajó Alejandro a quién aun no conocía, y luego este abrió la puerta por donde Regina salió.

Regina: me alegra tenerte de nuevo hermanito.

Alejandro: a mí también.

Regina le dio un beso en la mejilla a su hermano y un fuerte abrazo, mientras Daniel a unos cuantos metros los observó receloso.

EL GIRO DE LA VENGANZAWhere stories live. Discover now