El puño de hierro.

Capitulo 7: Mi día a día en Deimos

Con motivo de las fiestas, no he podido escribir mucho. es un capitulo corto  en el que veremos un poco de la vida normal de nuestro amigo. Disfrútenlo.

-------------

Y a partir de entonces mi vida mejoro notablemente.

Tras volver del hospital una hora después me reencontré con mis amigos en la casa de Mox, allí me contaron que habían estado interrogando al tipo y que habían logrado sacarle la información sobre "el Sargento", aunque fue muy escueta; una vez capturado informaron a Michael y este mando a algunos hombres a recoger al preso para interrogarlo con sus medios, se lo llevaron poco antes de llegar yo.

- ¿Dónde mierda has estado Nikolai? ¿qué demonios hacías?

-Tranquilo Mox... nada malo... -respondí mientras entraba con una sonrisa tonta en la boca.

-No..¡de eso nada! ¿ocultas algo? -  me increpó Mox

-Que no Mox... de verdad.. solo estaba arreglando unos asuntos -volví a responder mientras me sentaba.

-Vamos Mox, no se a que viene desconfiar del chaval... solo estuvo fuera una hora y pico - añadió Axel.

-¡Me da igual! es una hora fuera ¿Qué es tan privado? - dijo Mox molesto por la falta de información.

- Una enfermera -respondí despreocupadamente sonriendo y cruzando mis piernas sobre la mesa.

-¿Qué? Espera un moment...¡seras cabr...! - Respondió Mox con sorpresa mientras Axel le cortaba.

-Vaya con Nikolai... así que para eso necesitabas la hora...¿cómo a sido eso? - pregunto axel.

-Me la tope en los pasillos, casi se jode la misión de hecho; Pero gracias a que me la ligué me facilitó el trabajo y bueno... como quedó conmigo no iba a rechazar a una belleza así.. -respondí

Nos reímos bastante rato, luego me explicaron como fue lo del prisionero y descansamos un poco; la misión salió perfecta y al día siguiente lo celebramos con unas pintas en la taberna. La semana siguió con tranquilidad y volvimos a la vida normal: estuve trabajando con el maestro armero en la armería de Mox, aprendí mucho sobre la forja mediante la practica y sorprendí a todos diseñando una serie de mejoras para la fabricación de armas en serie mediante unas maquina forjadora que creé. En mis ratos libres me dediqué a diseñar un tipo de proyectil nuevo, una bala distinta a los balines de plomo que suelen usar los arcabuces y mis diseños parecen mejorar.

Mox estaba bastante contento esos días, sus negocio de cristales le estaba rentando buenas ganancias mientras que con mi incesante trabajo en la armería y mis innovaciones su nuevo negocio comenzó con fuerza, por otro lado Axel quedaba con nosotros para tomarse alguna cerveza o hidromiel, comentar con nosotros sus tranquilos días de estudio y compartir conmigo ideas sobre artefactos mágicos. El pobre Axel se había llevado la peor parte de las misiones y había pagado caro sus aventuras: iba a todos lados con muletas o con la silla de ruedas que le fabriqué; cada vez que le veía en su túnica el pliegue que generaba la falta de su pierna recordaba la imagen de su cuerpo en el suelo entre escombros con la sangre manando de su miembro cercenado... recuerdos terribles.

Los días pasaron, me cartee con mis padres y con Richard, mi mejor compañero de la universidad que estaba terminando allí sus estudios científicos. Les conté que había vivido varias aventuras y que me había establecido en Deimos, trabajando en una armería en la que estaba ganando cierto prestigio, les dí mi dirección allí para que me pudieran contestar.  Poco después, la curiosidad me guió  al hospital  y tras abordar a la seductora enfermera con la que intimé tuvimos una segunda y apasionada cita, en la que nos conocimos mejor y nos dimos las direcciones para poder cartearnos, volver a quedar, etc...

Su nombre era Ahri,  venia de familia de médicos y boticarios; muy hermosa e increíblemente inteligente, tenia un talento innato para su trabajo pero podría tener muy mala leche cuando se mosqueaba. Paso un mes y durante ese tiempo todo fue trabajo en la armería, copiosas bebidas, charlas con mis amigos y apasionados momentos con la señorita Ahri. La buena vida... si alguien me hubiera dicho mi destino entonces no me lo habría creído. Tras ese tiempo de esparcimiento recibimos una notificación de Michael, así que fuimos a reunirnos clandestinamente con el:

-Habeis hecho un excelente trabajo  señores, lo prometido es deuda - dijo Michel.

Sacó una bolsita con oro y pago a Mox, luego puso unas extrañas gafas en la mesa y junto a ellas un frasco con un liquido rojo brillante. Sonriendo añadió:

-Nikolai, esas gafas de ahí son para ti, es un artefacto... extraño y antiguo. Creemos que puede ser del extinto Imperio de Solomón o inspirado en su manufactura. Si te las pones te permitirán ver mas lejos y tener una visión decente en la oscuridad. El frasco es para Axel, ayudara a que su pierna se pueda sanar... pero úsalo sabiamente, es un potente regenerador y sus propiedades duran un rato así que resérvalo para cuando comencéis un combate fuerte para aprovechar sus propiedades mejor.

Observe las gafas... era como una gran lente  horizontal, con la montura para la nariz, eran metálicas y con una cinta de lado a lado para portarlas en lugar de montura para las orejas; la cinta era en parte de cuerpo y en parte una fibra elástica extraña, El cristal era amplio.Tras probarlas, me las puse en la cabeza  apoyadas en la frente. Axel y Mox cogieron su parte.

-¡Gracias Mike! - dijimos al unisono sonriendo.

-Me alegro de veros contentos, nosotros hemos puesto al tipo a buen recaudo y hemos investigado la información que nos ha dado. Tenemos la localización del ultimo objetivo... pero solo sabemos en que ciudad y en que cuartel esta... pero desconocemos su identidad exacta.

La expresión de Michel cambió y mirándonos seriamente añadió:

-La siguiente sera vuestra misión mas complicada hasta ahora: Localiza y asesinar al Sargento, el mas peligroso de todos los hasta ahora enfrentados. 

Sabiendo esto y con la información necesaria, nos despedimos y con decisión partimos a la aventura...