Capítulo 1

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Hoy estaba especialmente de muy mal humor. El embarazo me daba dolores de espalda y náuseas sin parar. Pero hoy tengo que hacer una excepción y aguantarme: comida familiar. Hemos invitado a toda la familia, por tanto mi casa está llena de ratones revoloteando por ahí. Ginny, Pansy y yo estábamos hablando de lo rápido que pasa el tiempo, parece que fue ayer cuando nos seleccionaron para las casas.

—Hermione, estas preciosa —dijo pansy—No entiendo porque cada vez que te quedas embarazada te ves más guapa.

Ginny y yo soltamos una fuerte carcajada. Lo único que conseguía con cada embarazo es engordar y que me salieran más estrías.

—Más quisiera yo —dije riendo, de fondo se oían gritos—¿Qué pasa aquí?—pregunté, cuando llegué y vi a James sonriendo triunfante.

—Pues que este imbécil —le lancé una mirada de reprobación.—, James, me ha quitado el giratiemos que me diste—dijo la rubia.

—James, suelta eso. —le sugirió Draco—Es muy peligroso.

James miró a sus lado buscando un cómplice, y cuando sus ojos se posaron en unos verdes esmeraldas no lo dudo ni un segundo.

—¡Cógelo Fred! —exclamó, y el amuleto saltó por los aires. Desgraciadamente Fred no pudo cogerlo y se cayó al suelo. Antes de darnos cuenta una nube blanca y cegadora nos envolvió a todos. Cuando quisimos darnos cuenta estábamos en los terrenos de Hogwarts.—¿Hogwarts?

Draco se levantó y vino hacía mi con prisas. Se le veía preocupación en su rostro, le sonríe y me levanté, sujetándome la tripa.

—¡Cielo! —gritó Draco—¿Estás bien?

Me examinó con la mirada comprobando que no me había hecho ningún rasguño, y que todo estaba en orden. Cuando lo confirmo se aparto y dejo que Pansy, doctora de San Mungo, me examinará y comprobará por encima que todo estaba en orden. Estoy ya de ocho meses y no es bueno que esté sometida a estrés ni a ninguna situación fuera de lo cotidiano.

—Estamos en Hogwarts. —dime más para mi que para el resto.—Debemos haber retrocedido un para de horas. Es mejor vayamos a ver a McGonagall y nos ayude. —sugerí.

Todos coincidieron conmigo y nos fuimos al castillo atravesando los terrenos. El castillo se veía de lejos, pero había algo en el que no era igual. Durante todo el camino estuve callada, dándole vueltas a que le pasaba a Hogwarts. Sin embargo, la mayoría iba hablando con alguien o admirando los paisajes.

—Mione... —dijo James tocándome el hombro.—Te quería pedir perdón. Si hubiera sabido lo que era no lo hubiera hecho, lo juro.

Resoplé cansada y le sonreí.

—La próxima vez tendré más cuidado.

—Espero que no haya próxima vez, que ya tienes una edad. —le regañé.

***

Cuando entramos no vimos a nadie, supusimos que estaban en clase, en realidad el único reloj que llevábamos encima era el de Pansy, pero se había roto en la caída. Nos dirigimos al despacho de Minerva, la directora de Hogwarts. Cada vez que entrabas tenías que decir la contraseña, que está ya nos la dijo en su momento.

—No va. —dijo Lily.—¿Qué vamos hacer? ¿Espérala?

—¿Qué buscan?—dijo un hombre, por su voz diría que mayor.

Desde el pasado. [editando]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن