Capitulo 11

6 2 0
                                    

Bill necesitaba sentarse un momento así que nos pegamos como 1 hora descansando y yo intentando quitarme la mayor sangre posible.

—Bill, hay que irse.—Le digo mientras aún estamos sentados en un banco.

—Una pregunta... ¿Por qué Beverly y no tú?—Me pregunta.

—¿Qué?—Le pregunto. Esa pregunta también me la hago yo.

—Lo que me has dicho para que sacara fuerzas y te sacara de allí.

—Pues por que estás súper enamorado de ella.

—Y lo que le dijiste a Pennywise para que te llevara a ti... Que decías, llévame a mi que soy una cobarde que no le dice al chico que le gusta lo que siente. No recuerdo mucho más de hace 27 años pero si creo recordar que éramos muy buenos amigos desde muy pequeños.

—Ya...—Digo mirando al suelo.

—¿Quién es el chico?—Me pregunta curioso.

—No quieres saberlo créeme—Le digo soltando una risa.

—Si quiero saberlo, somos amig...

—No digas esa palabra. Por favor—Le digo.

—¿Por qué?

—Uff... ¿Cuántas preguntas no? Mira, me he llevado 30 años callada. Así que, te lo voy a decir.

Me siento en el banco de manera que tenga a Bill de frente y el hace lo mismo.

—Llevo casi toda mi vida enamorada de ti Bill. Pero cuando aquel verano llegó Beverly, todos estabais totalmente atentos a ella. Parecía que Judith ya no existía. Que ya no era la única chica del grupo. Y si antes estaba menos segura de decirte lo que sentía en ese momento menos. Luego de salir de allí abajo, cuando nos despedimos por que Beverly se iba a Portland, yo me fui para dejaros intimidad, por que aunque me dolía sabía que era lo que querías.

—Judith...

—No, déjame acabar. Me quede mirando aunque me dolió. Y cuando viniste súper alegre por que te habías atrevido a besarla el corazón se cayó a mis pies. Y si fuera poco cuando me dejaste en casa me dijiste. "Oye Judith, lo del beso de antes" el que me diste para salvarme. "Fue por que no quería perderte" y en ese momento supe que no tendría ninguna posibilidad de estar contigo. Luego nos distanciamos. Crecimos, os fuisteis, mi madre murió y abandone mi casa. Me estaba yendo bien, salvo por el hecho de que no te veía y que sabía que estabas teniendo una vida de escritor, tenías una mujer idéntica a Beverly. Llegó pennywise y ¿sabes en lo único que pensé al volver a casa la noche de la muerte de Adrian?

—¿Qué?

—Qué volvería a verte. Aunque fuese para posiblemente morir, pero que volvería a verte. Y todos esos lloros, cambios repentinos de humor, malas miradas a Beverly. Eran por ti, por que me dolía Bill.

—Me siento fatal, estabas tan cerca y has pasado por tanto... ¿Enserio que tienes sentimientos por mi?

—¿Esperarías a una persona 30 años solo por un capricho?—Le pregunto—Y si te digo 30 años, son 30 años. Por que no he salido con absolutamente nadie.

—Judith... ¿Por qué no hiciste nada que me demostrara que estabas enamorada de mi antes de que llegara Beverly?

—¿Y qué hubiese cambiado? Llegaría ella y pasaría lo mismo que hasta ahora.—Le digo cabizbaja.

—Por qué en ese momento me gustabas—Me dice agarrando mi barbilla hacia arriba para que le mirara.

—Me lo dices por pena—Le digo riendo.—¿Y por qué estoy llena de sangre tal vez?

El ríe aunque le cuesta por que hace una hora ha muerto un niño en su cara.

—Te lo digo de verdad, pero luego empezaste a tener ese comportamiento extraño, y vi a Beverly ahí. Siendo amable, y teniendo una especie de conexión... Me olvide de ti y lo siento muchísimo.

—No pasa nada... Solo te ha costado 30 años—Le digo riendo.

—¿Y si cuando salgamos de aquí... Lo intentamos? ¿Qué me dices?—Me pregunta.

—¿Intentar el que?—Le pregunto sin entender nada.

—Tener una relación—Me afirma.

—¿He escuchado bien o ese momento parecido al de la casa Neibolt con tantos espejos me ha aturdido la cabeza?—Digo riendo. Bill me miraba sonriendo hasta que su expresión cambió a una que parecía como si se le hubiese ocurrido algo.

—La casa Neibolt... Ahí es donde eso tiene que estar—Dice Bill.

—¿Vamos a luchar de nuevo?—Le pregunto agarrando mi bate. El se levanta del banco y corre entre la gente. Yo me levanto corriendo y lo sigo entre la multitud.

Entonces su móvil suena en su bolsillo y el lo saca atendiendo la llamada.

—Bill...—Se escucha en la línea.—Estamos en la biblioteca ¿donde estás? Judith no responde a las llamadas.

—Está conmigo. Eso se ha c-cargado a un niño—Dice Bill más tranquilo que antes.—Se lo ha cargado delante de mis narices.

—Escucha, ven a la biblioteca—Le dice Mike.—Idearemos un plan y...

—Voy a matarlo—Dice Bill.

—¿Qué?—Digo yo.

—No no no no—Dice Mike.

—No quiero que a ninguno de vosotros os m-maten por mi culpa—Dice Bill acelerando el paso.

—Bill, esto hay que pensarlo mejor.—Le intento decir.

—¡No! Bill—Es lo último que se escucha de Mike y Bill cuelga.

—Venga Bill, hay que esperar a los demás—Le digo, pero este coge la bicicleta.

—Tengo que hacerlo—Dice colocándose bien en ella. Me quedo por unos segundos pensando y entonces me monto con el en ella.

—Pues voy contigo—Le digo agarrandome a su cintura.

[...]

—Bill, vamos a pensarnoslo mejor—Le digo mientras bajamos de la bici y sale corriendo hacia la casa.

—Tengo que hacerlo—Insiste él.

—Sabes que te apoyo en todo lo que hagas. Siempre lo he hecho. Pero estamos arriesgándonos demasiado. Mike tiene un plan—Le intento convencer.

—¡Bill!—Grita Beverly detrás nuestra. Me volteo y la miro sorprendida. Pongo una pequeña muesca de asco.

—No chicos no—Dice Bill nervioso.—Yo empecé todo esto. Por mi culpa vosotros estáis aquí. Esta maldición, esta puta cosa que tenéis dentro empezó a crecer el día que os pedí ir a los Barrens por que lo único que me preocupaba era encontrar a G-g-g-georgie.

UNA LOSER MÁS - [ it y it 2 ]Where stories live. Discover now