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Una semana pasó rápidamente y el
como Hyunjin trataba a Felix hacía
que todos quieran morir de diabetes,
eran tan pegados y dulces que tan sólo
verlos necesitabas una insulina.

-¡Creo que voy a morir! - Chillaba
Mina con una gran sonrisa.

- Eres tan irritante, por eso no tienes
novia o novio. -Habló Seungmin y recibió un golpe duro en su espalda que hizo una cara de dolor.

- Idiota, ni siquiera le dices a Jeongin
que lo amas.

-¿Yo qué? -En esos momentos el
mencionado iba hacia ellos con un pan
en mano.

- ¡Nada! -Gritó Seungmin sonrojado y empezó a corretear a Mina quién reía.

-Jeonginie~ - Llamó Felix
corriendo a sus brazos.

-¿Que pasa pequeño? -Acarició sus
cabellos, pues eran tan suaves que las
ganas de tocarlo te ganaban.

-Jinnie aún no viene -Comento algo triste.- Justo hoy viernes último día para comenzar sus vacaciones no venía, que por cierto, mañana su hermano vendría a visitarlo.

-Ya vendrá, no siempre uno viene
temprano o por un día faltará. -Trató de calmarlo pero era un asco
haciéndolo.

- Tienes razón.

Las clases comenzaron y al parecer
Hyunjin no vino hoy al colegio, tan
pronto fue la hora de salida se fue sin
despedirse de sus amigos ya que iría a
su casa para dejar sus cosas e ir en busca del mayor para saber si se encontraba bien.

Tan pronto llegó y abrió la puerta sintió cómo tapaban sus ojos, el miedo invadió su cuerpo e intentó zafarse de aquellos brazos, pero todo era en vano.

-Tranquilo pequeño.. -Esa voz que
conocía perfectamente, se tranquilizó y
trató de voltear, más no pudo hacerlo.

-Hyunjin, déjame verte. ¿Por qué no
viniste hoy? ¿Pasó algo?

-Hice una sorpresa muy especial por
eso falté hoy, quédate ahí ¿Bien? -Las caricias en la cintura de Felix lo
tranquilizaron y asintió.

Perfecto. -Escuchó cómo algo se arrastraba, platos, vasos y más cosas que no podía identificar perfectamente gracias a aquella venda ya que tapaba también su oído.

- Listo. -Tan pronto dijo eso la venda
fue quitada de sus ojos permitiéndole
ver lo que había dentro de su casa.

Sus manos fueron a su boca y las
lágrimas amenazaban con salir, quizá
para algunos sería algo sencillo, pero si
provenía de Hyunjin todo es mágico y
tan maravilloso.

- Es hermoso.

Una mesa en el centro, platos alrededor
y en el centro un gran ramo de flores,
había un camino de velas hasta su
habitación así que suponía que había
otra sorpresa más.

- Ven, comamos para ir a lo siguiente
-Sonrió el mayor y ambos tomaron asiento con un adorno de sonrisa en sus rostros.

Está rico, cocinas excelente. -Halagó Felix.

- Lo sé. -No se creía el mejor pero
si Felix lo veía así se sentiría feliz de
poder hacer algo por su pequeño y quizá algo más que eso.

Las charlas entre ellos jamás pudieron
faltar junto a sus risas que congeniaban y sonaban casi similar, al terminar el almuerzo ambos decidieron lavar todo juntos.

-Ya está, ahora vuelve a taparte los
ojos. - Felix cerró sus ojos y fue guiado
por su mayor hasta llegar, nuevamente escuchó cosas pero no dijo nada.

𝖳𝗂𝖾𝗋𝗇𝗈. [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora