Su alegría era contagiosa, y no pude evitar sonreír ante su emoción.

— ¡Por supuesto, enano! Podemos jugar y pasar un buen rato juntos —respondí acariciando su cabello— Y sí, vamos a comer, pero primero debo ir a la escuela, ¿Vale? —respondí de la misma manera animada y me senté en la mesa.

No estaba muy convencida de lo que Guillermo decía. No estaba enterada de que íbamos a salir a comer. En mi familia, solo se sale a comer en ocasiones especiales o importantes, o cuando papá regresa a casa. Miré a mi madre, y su única respuesta fue una sonrisa. A pesar de mi sorpresa, la idea me emocionaba. Respecto a Jeansey, tener una mascota le haría bien a mi hermano, solo le pediría que lo cuidara bien en mi ausencia. Bajé la mirada para buscar a mi conejo, y allí estaba, en una esquina de la casa, disfrutando de su heno. 

 — ¡Alejandro también irá! —mencionó emocionado mientras servía su cereal— ¡Es mi nuevo mejor amigo! 

El nombre de Alejandro me hizo recordar la situación incómoda de antes, y mi rostro se tiñó de un leve rubor. Que vergüenza...
Alcé la cabeza buscando a mi madre, pero ella estaba en la cocina. 

 — Claro que si pequeño —Hablo una voz varonil con cariño.

Volteé a mi izquierda.

Era él, acababa de bajar y estaba tomando asiento a mi lado. Su voz sonó diferente en comparación a como cuando me responde a mí. No era seca ni fría... Fue más amable y dulce.
Que se llevara bien con Guillermo me tranquilizaba, gracias a él mi hermano ya no estaba solo por las tardes, lo cual me alegraba por él, pero a mí aún no me agradaba del todo...

Celos.

 Lo escanee con la mirada, observando lo que traía puesto. Pantalón negro de vestir, camisa manga larga blanca acompañada de una corbata roja, y un chaleco negro que complementaba el uniforme.... ¿Uniforme? 

¿Qué?

Mis ojos se abrieron cuando noté que llevaba puesto el uniforme escolar.

 No, no es posible...

No puede ser...

¡No puede ser!

Tragué saliva y traté de mantener la calma, pero por dentro sentía que mi corazón se aceleraba y mi mente daba vueltas, tratando de entender lo que veía.

No puedo creerlo.

Intenté ocultar mi sorpresa y volví a mirar a mi madre en busca de una explicación, pero no había nada, ella se acercó con  una sonrisa y sirvió nuestros desayunos amablemente.

— Espero les guste

Agradecí con un gesto de cabeza y comencé a comer en silencio. Mi hermano continuaba hablando animadamente con Alejandro mientras devoraba su comida.

(...)

Mi madre nos llevo a la escuela, sí, nos llevo, a ambos. Durante todo el camino, estuve callada y pensativa. Desde que el intruso apareció en mi casa, no lo había visto con el uniforme. Además hacía casi un mes que había comenzado el semestre, y no habíamos ido juntos a clases. ¿Cómo podía ser posible? A parte, nunca lo he visto en la escuela ¿Es alumno nuevo? 

¿Qué está sucediendo? Por que no entiendo nada

Dímelo a mi.

— ¡Dime que no es cierto! —exclamó emocionada mi amiga, en cuanto llegue a la entrada. Ella como siempre esperaba allí— ¡Tienes que contarme! —insistió curiosa.

— Ya te conté todo, estuvimos por besarnos. No paso, luego de eso todo fue incomodo —respondí, empujándola suavemente para que entrara.

— No puedo creer que por eso me dejaras sola ayer, ni para besar sirve ese hombre. ¿Qué no tiene novia?

14 Tips Para Enamorar a Mí Mejor Amigo (Pausa). [reescribiendo]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ