Capítulo único.

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Advertencia: descripciones de sangre.

Hay una versión corregida en el perfil de -Swarovski.

Fuera entre los escombros lúgubres de una ciudad, donde todos los lujos estaban recónditos para los más privilegiados; la cabeza de la araña y las patas restantes estaban resguardados como una telaraña en un capullo recubierto en hilos. 

La lluvia azotó con fuerza sobre los vitrales de colores y donde las gotas de distintas tonalidades fueron reflejadas gracias al resplandor de la luna llena, esas mismas como un arcoíris dando un toque de color a la sobria habitación iluminada por velas con símbolos religiosos de alpha y omega, algunos crucifijos en color dorado —Las cuales probablemente robarán ya que eran de oro sólido y quizás algunas piedras preciosas en las aristas del frente formando la silueta de Jesucristo—, en días pasados durante el ataque de las hormigas, podrían haberse escuchado los cantos eclesiásticos de voces agudas y los barítonos en el fondo a función de contrabajo.

Sin embargo, las paredes estaban tintados de escarlata. No, no fue la araña; fueron las hormigas parecidas a la araña. 

Chrollo leía con calma las páginas de un libro con semejanza al latín en su estructura —el mismo lenguaje muerto de los creyentes por las plegarias ante la tragedia—, él era culto; no entendía el lenguaje pero sabía que podría hacerlo en la calma de la oscuridad o en la quietud del día. O robar una habilidad capaz de transformar las letras a su idioma.

Por el momento, algunos de la araña estaban a su merced en busca del bastardo de la cadena y, por lo tanto, que el jefe recuperara su habilidad nen. Habían ido a Greed Island y aún así no fue tan efectivo ni beneficioso; las hormigas habían sido aniquiladas casi en su totalidad y algunos cuerpos de personas habían sido arrojados hacia la humedad del exterior, Chrollo no tenía interés en quiénes fueron aunque conservó los ramos de flores blancas en toda la habitación.

Miró un momento fuera de la página y Kalluto estaba haciendo figuras con el papel de los ramos, Kortopi estaba en silencio al igual unos cuantos mientras que Nobunaga despojó a las flores de los pétalos por aburrimiento. 

Después de un momento, Phinks se unió a la aburrida actividad después de arrebatarle un ramo a Nobunaga. Empezó una discusión que necesitaría la suerte de una moneda.

«Si Hisoka estuviera aquí, pensaría en retar al Danchou decidiendo con pétalos», pensó Machi con algo de diversión junto a mal humor. Imaginando su jocosa expresión de placer si el último pétalo era un sí.

Kalluto observó todo en silencio, incrédulo de vivir entre «bichos raros».

De pronto, Chrollo comenzó a toser. Toda la araña estaba enfocando la absoluta atención, esperando que la cadena no descendiera desde la penumbra y tocara el corazón. Pero no, fue algo leve, sin importancia. 

Chrollo pensaba a menudo en tal bastardo. Más de lo que gustaría.

Al día siguiente. El resto de las arañas excepto Kortopi salieron en busca de alimentos, también quizás algo de cerveza después de haber tomado todo el vino para la eucaristía en la noche anterior, eran ladrones... si querían algo, simplemente lo tomaban.

Kortopi había sido de mucha ayuda en los últimos días para clonar algunas casas destruidas alrededor, de todas formas no sería cuestión de tiempo para que el líder volviera a desaparecer y las patas estuvieran por todos los países. 

Chrollo estaba solo en el confesionario, el salón era algo grande y estaba preparándose para partir. Había apilado cada uno de los libros viejos que tenía y los nuevos que tomó en las criptas en latín, cuando acabó, se sentó y miró por los vitrales empañados de la mañana, tenía entre sus dedos algunos pétalos y la tos volvió, más áspera que ayer y un profundo dolor en la garganta. 

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⏰ Last updated: May 04, 2021 ⏰

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La flor de la araña » kurokura.Where stories live. Discover now