Capítulo 20 | La amistad

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―No suponía que debía decírtelo ―dice finalmente con la cabeza gacha.

No entiendo a qué se refiere exactamente, pero le sonrío para tranquilizarlo.

―No pasa nada, prometo que no voy a decirle nada a nadie.

Él me mira esperanzado.

―¿En serio?

―Claro que sí, sé guardar un secreto.

―Yo no, por eso Kyle sabe que eres La Consejera.

Trato de no parecer ansiosa por saber más, pero lo que me ha dicho me sorprende tanto que me quedo boquiabierta. Luego de haberle insistido varias veces a Kyle para que me contara cómo descubrió que yo soy la que escribe en La Consejera y él se negara, me había resignado y sólo me limité a pensar que Kyle es una especie de hacker adolescente.

―¿Y tú como sabías que yo soy la consejera? ―indago.

―Me ha contado mi amiga Clara que se lo ha contado su hermano Dylan –explica.

Las piezas comienzan a encajar en mi rompecabezas mental y me doy una palmada en la frente. Si no fuera porque le acabo de hacer una promesa a Jack, llamaría a Dylan en este instante y le gritaría que él iba a ser el causante de que tuviera un ataque al corazón algún día.

Claro que si alguien tenía que ser el culpable de que me descubrieran iba a ser el novio de mi hermana.

―Un día yo estaba triste y Clara me dijo que podía escribirte ―continua y eso me distrae de mi enojo momentáneo―. Te he escrito algunas veces y me has ayudado.

―¿En serio? –pregunto llevándome una mano al corazón, si había ayudado a Jack entonces podía perdonar a Dylan. En unos días.

―Si ―responde con una sonrisa vergonzosa―. Por eso se lo dije a mi hermano. El día que rompió con su novia, él estaba tan triste así que le dije que podía escribirte a ti. Él me dijo que no lo haría porque la persona que le había dado el consejo a su novia de que se separaran había sido justamente la dueña de ese blog, entonces a mí se me escapó tu nombre –la última parte de la frase la dice en voz más baja, como si estuviera arrepentido.

―No pasa nada ―le aseguro―, solo querías ayudar a tu hermano... y ahora estoy ayudándolo a él con Jess así que no ha pasado nada malo.

―¿Van a volver? ―pregunta con los ojos brillosos, parece que esperar que le diga que sí.

Yo me quedo en silencio sin saber qué responder.

Aunque en realidad no sé si decir lo que quiero que pase o lo que verdaderamente pienso que va a suceder. Finalmente, elijo la última opción.

―Parecen que las cosas marchan bien entre ellos, todavía no es nada seguro, pero se están volviendo a hablar.

Jack asiente.

―Jess era la que solía quedarse conmigo en mi cuarto mientras Kyle trataba de controlar a mamá. Siempre nos ayudaba ―me cuenta y yo trago saliva―. ¿Tus padres están separados?

―No, siguen juntos.

―Debe ser lindo.

―Lo es, pero también tienen sus peleas ―le aseguré―. Todas las familias tienen sus problemas, ninguna es perfecta.

―A veces siento que soy el único de mi clase que tiene una familia así, todos los demás parecen felices.

―¿Tú has hablado con algún compañero del tema?

―No, me da vergüenza.

―Tal vez a ellos también y por eso no lo dicen. Pero, Jack, no tienes que tener vergüenza de nada, es complicado lo que pasa en tu casa, lo sé, pero no tienes que avergonzarte.

La ConsejeraWhere stories live. Discover now