Capítulo 2 💣

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Si pudiera definirla con una palabra sería "Caótica". Lo único que le lograba transmitir era caos y desorden. Y a Shuichi, aquello lo atrapó sin siquiera darse cuenta. Se enteró cuando el deseo de salvarla de la organización se hizo fuerte, aún sabiendo lo imposible de su capricho. No podía ni odiarla aunque ella tuviera la muerte trás de sí.

No tenía ni idea de su verdadero nombre tampoco.

Una ocasión, cuando estaban solos a él se le ocurrió decir una idiotez.

—Oye tú. —la llamó.

—¿Qué? —respondió fastidiada.

Había algo que Akai notó días atrás. Sus apagados ojos cuando hacía cualquier actividad fuera de actuar frente a otros. Apagados como si estuviera muerta.

—¿Eres felíz?

Ella detuvo lo que sea que hacía, mirando a la nada, pensaba.

—Mi felicidad no importa en lo absoluto. —dijo severa para después cambiar su actitud a una burlona. —¿Por qué? ¿Acaso te importa?

—Solo me preocupaba un poco.

Aquellas suaves palabras provocaron un ligero rubor en la mujer.

—Oye. —volvió a llamar Akai mientras leía un archivo desinteresado. —Tú y yo, hay que salir. —sugirió inexpresivo.

Ella levantó una ceja, y antes de poder hablar, Akai la interrumpió.

—Tómalo como un escape de tu asquerosa vida. Nos beneficia a ambos, tanto en lo sentimental como en lo privado.

—Un compañero... —susurró ella un poco confundida.

—No me importa que todo sea falso.

Ella suspiro.

—¿Estás seguro...?

—Sí. —dijo decidido. —Deseo saber sobre la organización y tú eres el medio. —mintió, porque a Akai le gustaba. —Y tú consigues información del FBI.

Sin duda, le gustaban los riegos.

—Si nos matan, será totalmente tu culpa. —aseguró, porque en el fondo, ella también tenía otras intenciones. —¿Hay... Hay una razón más por la que deseas salir conmigo? —aventuró a preguntar nerviosa.

—Me gusta el Nocello. —dijo girandose a sonreírle. Tal vez aquella expresión de Akai, le gustó.

Juntos, así iniciaron un peligroso amor prohibido del que nadie sabía más que ellos. Se encontraron numerosas veces a escondidas.

Un día de aquellos, Akai le robó un beso. Repentino, caminaban de regreso a casa, él solo la tomo de pronto por el rostro y la beso.

—Hmmm. —pensó Akai después de aquel acto. —Tus labios saben bien, Nocello. —aseguró divertido. Ella se ruborizó, Akai camino unos pasos delante de ella y se giró a verle con una sonrisa. —Quisiera probarlos más seguido.

Después de calmarse, lo miró fijo. También le sonrió y corrió a él, besándolo por sorpresa.

—Puedes hacerlo cuando quieras, Rye. —aseguró sonriendo como niña.

"Tal vez no todo era falso, porque había rojo vivo entre ellos. O tal vez se estaba acechando entre ellos. "

Trickster Mask.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz