—Uno no puede intentar hacer el bien que ya estás  juzgando. —respondió Nyle retrocediendo.

—Las personas como tú no buscan el bien, más te vale mantenerte lejos de mí vida Nyle, porque sino lo haces estarás muy mal aquí. —Zhan dio un paso al frente dándole mirada hostil. —Te repito que yo soy el director a cargo aquí. —susurró Zhan haciendo que Nyle temblara.


***


El rubio se miró en el espejo por sexta vez, su camisa de estampado florales le quedaba perfecta, Xuan Lu se la había regalado hacia pocos días y el dudó en usarla, ahora que la llevaba puesta le fascinaba, se puso un poco de bálsamo labial para hidratar sus labios y desconectó su teléfono del cargador, en el mismo momento que Yibo lo llamaba.

—Ya estoy afuera.—comentó el otro.

—Está bien, ya salgo.—respondió Zhan.

Yibo estaba afuera del auto sosteniendo un hermoso ramo de rosas rojas, abrió la puerta para Zhan y antes de que entrara al vehículo le dio un abrazo enorme.

—Feliz cumpleaños solecito.

El corazón de Zhan comenzó a bombear su sangre a más velocidad, siempre le gustó que Yibo fuera cursi con él, aunque ya ni debería significar nada para él. ¿No es así?

—Gracias ¿A dónde iremos?

—Se supone que es una sorpresa.—indicó Yibo y sacó una venda de su bolsillo.—Así que debo cubrirte los ojos cuando estemos llegando.

Zhan no negó que comenzaba a sentirse emocionado, tendría una sorpresa, llevaba mucho tiempo sin tener una, casi gritó de la emoción, llevaba tanto solo trabajando y esforzándose que se había olvidado de vivir su vida, de disfrutar ciertos momentos, y allí estaba quien le había quitado todo, devolviéndole poco a poco aquello que le negó.

Tras conducir unos veinte minutos y doblar un par de veces a la derecha Yibo se detuvo y se inclinó a Zhan, le puso la venda en los ojos y miró sus labios sabiendo que el rubio no vería su deseo, uno que no reprimió, porque le dio un beso leve, sus sentimientos eran un caos en ese momento, especialmente porque Zhan no reaccionó de mala forma al beso, sino que sonrió con timidez.

—Ya casi llegamos cumpleañero, así que cierra los ojos y no hagas trampa.

Xiao asintió emocionado, aplaudió despacio y a Yibo le agradó el gesto, al llegar a la casa de fiesta detuvo el auto y lo rodeó para ayudar a salir a Zhan, sostuvo su mano desde que salió y le ayudó a subir los escalones, supo en ese momento que quería sostener esas manos hasta el fin de sus días, quería pedirle una oportunidad a Zhan en ese momento, sin embargo también sintió que no sería buena idea hacerlo, quizás el doncel intentaría matarlo por como había actuado en el pasado, debía concentrarse en el aquí y ahora e ir despacio.

—Hemos llegado.—susurró Yibo a Zhan.

Soltó su mano para ir a su espalda y quitarle la venda, unas luces se encendieron y se escuchó a coro el típico cumpleaños feliz.

Allí estaban sus amistades, Lusi, Xuan Lu, Yuchen, Zuocheng, Haikuan y parte del personal del hospital que apreciaban en gran manera a Xiao Zhan, el lugar estaba decorado al estilo de Lulu, el rubio  reconoció el toque de su amiga en un dos por tres, habían regalos por todos lados y un enorme pastel, que llevaba en el tope un pequeño Zhan sosteniendo un estetoscopio, delante llevaba escrito.

Feliz cumpleaños director Xiao.

Para Zhan la sorpresa fue tan hermosa que comenzó a llorar mientras sus amistades lo llenaban de abrazos y besos, alguien le pasó un micrófono a Yibo y este hizo sonidos raros para llamar la atención.

—Ahora que ya tengo la atención de todos les pido que hagan un semi círculo alrededor de Zhan, Xuan Lu pasará a recoger los papeles con notas con sus buenos deseos para Xiao y se les entregaran en un frasco para que los lea cada día, aunque no somos 365, entre todos hicimos un total de esa cantidad de frases para que tengas una por día.

—¡Que emocionante!.—chilló Zhan.

—Xiao Zhan espero que este cumple años tus deseos se cumplan, este año ha traído bendiciones para ti, eres nuestro director, el mejor fue elegido, confío que harás el mejor trabajo, puedes contar con cada uno de los presentes aquí, puedes contar conmigo.—Yibo miraba a Zhan con tanta ternura, se cuestionaba como pudo dejarlo ir sí Xiao era la luz y el amor  de su vida.—Te quiero.—terminó diciendo y elevó su copa incitando a un brindis.

Zhan también elevó su copa, a diferencia de los demás el era el único que tenía jugó de uva en ella y para Xiao no pasó desapercibido ese te quiero de su ex, aunque nadie lo notó, o sí lo hicieron y lo ignoraron, eso hizo que los muros que llevaba Xiao Zhan construyendo hacia mucho tiempo comenzaran a desvanecerse poco a poco.

Quizás sería bueno darse una nueva oportunidad con Yibo, talves debería intentarlo nuevamente...

Increasing LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora