Ser un doncel nunca fue fácil, porque significa ser un hombres especial, uno que puede concebir, y por lo tanto en China no eran bien vistos, especialmente los de bajo recursos no podían hacerse profesionales ni aspirar a un futuro mejor.
N/T: La h...
"Ahora me siento desolado Es por ti." —Minho, I'm Home—
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Yibo terminó sus apuntes de neuroanatomía, estaba cansado de estudiar, ya que al día siguiente tenía tres exámenes, era el segundo trimestre que pasaba desde que Xiao Zhan lo había dejado, y le extrañaba demasiado.
Respiró profundo cuando escuchó toques en su puerta, ojalá fuera el rubio, deseaba que el doncel llegara tras su puerta, pero jamás lo hizo, al abrir se encontró con su compañero de ética médica, le dejó entrar y lo vio lanzarse sobre su cama.
—Jiyang ya te he dicho que no me gusta que hagas eso.—se quejó Yibo.
—Vale, lo sé, pero solo me vine a poner cómodo para decirte las últimas noticias.
El pelinegro se encogió de hombros, porque no le gustaban los chismes, aunque se dio la vuelta al esuchar el nombre de su ex.
—Es sobre Xiao Zhan.
—¿Que sucede con él?
—Sabes que mi tía es médica, y me estuvo diciendo que tu ex ingresó al hospital y que perdió un bebé.—susurró Jiyang.—Según ella, Zhan no dejaba de susurrar tu nombre.
Yibo arrugó el ceño.
—¿Qué te asegura que no es para llamar la atención y que yo corra detrás de él? Si fuera cierto ya me hubiera enterado, porque ese bebé fuera mío.—sentenció Yibo sintiéndose enojado.
El cirujano no dejaba de dar vueltas en su cama, porque sí lo que le contó Jiyang años atrás era cierto, quizás la cicatriz que Zhan llevaba era...
Se sobresaltó al esuchar su alarma. ¿A caso había amanecido ya? Tragó grueso al levantarse y correr las cortinas, eran las siete de la mañana, no pudo dormir nada dándole vueltas al asunto, porque si su ex tuvo una perdida, el bebé hubiera tenido algunos seis o siete meses. ¿Que habría pasado? Se rascó la cabeza y se fue a duchar.
De camino al hospital se detuvo a comprar café, porque ese día necesitaba toda la cafeína posible en su cuerpo, especialmente para no dejarse ver diferente delante de Zhan, porque en realidad estaba siendo afectado por el pasado, porque si le daba vuelta al asunto, algo le decía que quizás el rubio abortó para poder cumplir sus sueños, pero no podía ser así ¿No? Porque sino no tendría ese tatuaje, o quizás sí, por los remordimientos.
—¡Maldición!.—maldijo al quemarse los labios con el café.
Al llegar al hospital la primera persona que vio fue a Zhan, empujaba una señora en sillas de ruedas y le iba hablando de forma cariñosa, intentó evitarlo pero el rubio elevó una mano saludandolo.
—Doctor Wang, buen día, acércate por favor, alguien quiere conocerte.
Al escuchar la voz de su ex y verlo con esa hermosa sonrisa se olvidó del tema anterior, porque Zhan hacía algo extraño en él, no podía describirlo, y era injusto que el se perturbara tanto cuando Xiao permanecía tan tranquilo, al acercarse ambos médicos hicieron una reverencia y se tendieron la mano.
