-¿qué te parece gracioso?- fue Draco quien lo fulminó con la palabra. Reírse en ese momento fue lo similar a reírse de Evangeline; cosa que no le agrado en los más mínimo al rubio.

Todos callaron, incluso la pecosa que no esperaba un ataque verbal de tal magnitud.

-En fin- hablo la mencionada al percatarse que Draco no lo haría intentando romper ese ambiente que se había formado sin esperarse en el más mínimo detalle. -Escuche que Potter está en Hogwarts- Crabbe y Goyle se tensaron al escuchar ese nombre, sobre todo porque sabían que tal osadía provocaría que su líder la corriera del vagón sin importar que los demás vagones estuvieran llenos.

Pero para Evangeline esto ya estaba escrito, no tenía miedo de cómo reaccionará su querido amo...de hecho era la idea propia que a ambos les gustaba experimentar sobre todo por los presentes tan vulnerables a la serpiente de cabello platinado

-Y que tratan de matarlo todos los años- soltó una risita despiadada- Me preguntó qué tan difícil es matar a una peste como él-

Draco sonrió. Un punto más para la pelirroja de acuerdo a los criterios de los regordetes Slytherin.

-Ciertamente es una peste- afirmo el rubio volteándola a ver tranquilamente- Pero si el estuviera muerto no habría a quien hacerle la vida miserable-

La pelirroja sonrió de lado y ladeó la cabeza hacia Draco iniciando una proximidad peligrosa para los presentes que no tenían ni la menor idea de lo que estaba pasando o por lo menos de que aquellas palabras estaban arregladas. Para ellos, Evangeline era hermosa, intrépida y muy inteligente a las palabras que propiciaba a su líder tomando su confianza demasiado rápido.

-Así que usted, Draco Malfoy, está de acuerdo conmigo en que Harry Potter está sobrevalorado en esta escuela- las palabras espaciadas de la chica hizo que la columna vertebral del rubio flaqueara- Que afortunada me siento de cruzarme con usted-

-Bueno, Evangeline, no muchos tienen la inteligencia que muestras- bufo sonriente.

Entre ellos había una conexión que fortalecía los lazos de hace poco tiempo. Crabbe y Goyle sentían dicha conexión, pero eran tan incrédulos que lo dejaban pasar; más bien, cada uno interpretaba a su estilo la situación. Evany se posiciono de nuevo en su lugar con una postura elegante y pulcra, tomo su rizado cabello para colocarlo de lado sobre su hombro derecho, su cuello era pálido y su perfil bien delimitado impedían que Draco se concentrara en no mirarla. Una sensación nueva se revolvía en su pecho y se molestaba por eso.

Cruzo las piernas y enfoco sus ojos grises en las afueras de las vías determinadas por el expreso de Hogwarts; mirar las montañas a lo lejos por lo menos le ayudarían a no pensar en lo única que Evany era. Discretamente movió su brazo para sentir el espejo guardado en su saco; entendió por tercera vez que cada que la pecosa salía de ahí consumía lentamente su energía y, por tercera vez igualmente se preguntó por qué no le importaba ¿quién era ella para hacer de su vibra sustancial algo peor que solo un consumo?.
Cerro los ojos pensando en su sonrisa; hasta hace unos años se sentía la persona más sola, incompleta, abandonada e incomprensible del mundo mágico, la presión familiar parecía cada vez tener menos sentido que el día anterior y, conforme pasaban las horas, los pensamientos obscuros de creer estar mejor sin sus padres eran la única explicación de su miseria...y entonces Evany llegó.

Al llegar ella, comprendió que su vida solo necesitaba una dirección, una que la pelirroja le propició con la esperanza de ser el mejor mago de todos y no compararse con Potter nunca más si no más bien crear y ser su propio ejemplo a seguir. Todo en tan poco tiempo que había momentos en los que tenía que verla para asegurarse de que la existencialidad de su persona era importante y lo era por el simple hecho de saber que una persona así lo creía; aquella persona que estaba sentada a su lado fingiendo mirar a la nada.

La Maldición Riddle [El Dueño Del Espejo #2] (DRACO MALFOY) - AUTORA ORIGINALWhere stories live. Discover now