Parte 2

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Las siguientes semanas, Chaeyoung evitó olímpicamente a Mina. 

Se la había pasado de la universidad a su departamento y viceversa, sin atreverse a salir más de lo necesario. Algo que era, por mucho, muy raro en ella. Era una chica que no podía quedarse encerrada por mucho rato, y era exactamente lo que estaba haciendo para no encontrarse con una realidad que la estaba acosando el último mes. Después de lo ocurrido en el elevador —que era algo que quería olvidar— primero se había sentido sorprendida consigo misma al saberse vulnerable a caer fácilmente en un pasajero amorío, luego enfadada, porque no había tomado las medidas necesarias y suficientes; porque, en serio, había tenido sexo en un elevador, con una casi desconocida y, por lo demás, ¡había dejado que Mina se viniera en ella! ¡Dentro! Lo cual le estaba sonando muy horrible cada vez que lo recordaba, a pesar de que la rubia había jurado que no podía dejarla embarazada. Era cosa de su moral y orgullo, que había decaído un mil por ciento por culpa de la insufrible Myoui.

¿Podía sentirse al menos usada? ¿Arrojarle toda la culpa a Mina? ¿Era correcto sentirse violada y ultrajada? Quizás así se empezaría a sentir menos mediocre, descuidada, torpe e insensata.

Vamos, ella tenía mucha culpa pero no lo aceptaría, no por el momento. Era mejor sentirse el rehén.

Luego estaba esa frustración que emergía cerca de su estómago y salía disparada hacia su garganta en un gruñido, porque mientras ella se comía las uñas sobre un evento que habría quedado en el olvido para cualquier persona, ella estaba rompiéndose la cabeza tratando de ordenar sus escasas ideas acerca de lo que ocurría con ella y esas cosas extrañas que hacían ebullición en su cabeza, pecho y en un lugar muy profundo, parecido al alma que era inexistente y borrosa: sentimientos. Tenía sentimientos, no es que fuera insensible, no, no, todo lo contrario, el problema es que tenía demasiados. Todos juntos e incendiarios; explotaban a la primera oportunidad. Tenía toda una vasta ración de sentimientos arremolinados, de distintos tipos y colores que se iban propagando por cada fibra de su ser y se configuraban en una sola persona. La persona que venía ignorando desde hace un mes. La persona que seguía odiando. Porque lo seguía haciendo, ¿no?

Tal vez no.

Fue un viernes, luego de haberse quedado sin raciones de comida basura y tener que ir al supermercado a llenarse productos para una semana, cuando pasó lo que venía retrasando muy conscientemente. El elevador se había averiado de nuevo, pero ahora colgaba un lindo cartel rosa para que nadie volviera a pasar lo que ellas. Chaeyoung tuvo que subir las escaleras con todas sus compras lo cual, de por sí, ya era un dolor en el culo. Entonces cuando rondaba en el piso tres y aún faltaban cuatro más para poder morir en paz, supo que alguien venía bajando, así que antes de que pudiera dar media vuelta y correr en una huida rápida y eficas —haciendo alarde de su pateticidad— Myoui Mina se encontró de frente a ella, apenas tres escalones más arriba. Ambas se quedaron completamente estáticas, muy probablemente pensando en que debieron prepararse más para ese encuentro. Quizás un ensayo frente al espejo hubiera servido para que sus lenguas no se quedaran completamente rígidas o sus gargantas no se sintieran secas; pero ahí, mirándose a los ojos como si hubieran visto a su futuro corriendo muy lejos de ellas, ninguna supo cómo reaccionar. Ni siquiera de cómo comportarse en una situación parecida?

Como siempre, fue Mina quien rompió el silencio.

—Hola.

Chaeyoung se removió en su lugar y parpadeó, empezando a sentir que los brazos se le dormían gracias al peso de toda la compra que sostenía.

—¿Ho-hola a mí? ¡Oh! Hola —dijo rápidamente, sintiendo cómo sus mejillas iban tornándose de un calor peculiar. La molestia, el miedo, la frustración y todos los malos sentimientos empezaron a evaporarse con solo ver los azules ojos que la observaban como si una extraña felicidad surcara el pequeño estrechamiento en ellos.

El elevador - michaeng g!p(adaptación)Where stories live. Discover now