Notó que la sombra se movía y desaparecía, pero después de unos segundos volvía al mismo lugar, como si alguien afuera caminara de un lado a otro indeciso de si quedarse o irse... ella se acercó con cautela hacia la puerta colocándose de lado, pegando su oído para tratar de escuchar algo. Escuchó sus pasos.

-Eres tú??- Dijo, detrás de la puerta. –Loki?- Esperó un momento a que le respondiera, no lo hacía, pero ella era paciente.

-Pensé que ya dormías- Respondió él del otro lado. Sigyn sonrió.

-Yo pensé lo mismo de ti.

-Que oportuna coincidencia, uno pensando en el otro a mitad de la noche, mientras todo Asgard duerme.

-En serio te parece coincidencia? Sólo eso?

-No… ahora ya no- Recargado de espaldas en la puerta, con la cabeza hacia atrás y la mirada completamente perdida y desequilibrada. El dios estaba encantado.

-No deberías estar aquí. No es algo de buen gusto que un príncipe de Asgard ronde los aposentos de una invitada al palacio- Se encontraba recargada sobre la puerta, sin saberlo, en la misma posición que Loki estaba.

-Tú eres mi invitada. De hecho, deberías estar en mi habitación, conmigo.

-Eso se escucha un tanto pervertido- Dijo divertida.

-No, lo digo de la mejor manera posible, Sigyn, una manera… limpia y sin perversión.

-Cómo es eso?

-Pues yo podría dormir en el suelo y tú en mi cama, pero al menos sabría que estás ahí, que no te has ido.

-Estoy aquí… no me he ido- Respondió ella sin titubear. –Y tú?

-Yo estaré siempre en donde tú estés… ahí es a donde iré.

No lo pudo evitar, Sigyn sonrió como una boba niña alucinada, con los oídos endulzados por las palabras que el dios pronunciaba en su nombre. Se propuso incitarlo.

-Ah sí? Pues yo no estoy del otro lado de la puerta- Dijo con ironía.

-Es porque tú no me has permitido entrar.

-Yo? Creí que eras Loki, el… súper-mago de Asgard que todo lo puede. O qué? Tu madre no te enseñó a atravesar las paredes?- Lo provocaba.

-En realidad es más sencillo que eso.

Sigyn se dio cuenta de que la perilla de la puerta estaba siendo girada por alguien del otro lado, pero eso era imposible porque tenía el seguro por dentro y ella no se lo había quitado. Después sintió que la puerta se abrió empujándola hacia adelante, quedó un poco asustada y sin saber exactamente lo que estaba ocurriendo. Ella giró hacia la puerta, esperando a que algo sucediera, y unos instantes después fue que apareció Loki entrando a la habitación que sonreía porque sabía que Sigyn siempre quedaba asombrada con sus trucos de magia aun por simples que estos fueran.

-Pudiste haber hecho eso desde el inicio- Dijo ella.

-No quería que te lo perdieras- Cerró la puerta sin ni siquiera ponerle una mano encima. Sigyn torció los ojos, sabe que le gusta alardear sobre su magia frente a ella. Loki solo la miraba, con una sonrisa en sus delgados labios. Comenzó a observar su alrededor, tratando de distraerse un poco. –Está era mi habitación, cuando era solo un niño- Comenzó a merodear.

-Lo dices en serio??

-Sí. Dormía aquí con Thor, después necesitamos más espacio y este lugar era pequeño para cualquiera de los dos.

-Bromeas! Este lugar tiene el tamaño del jardín en casa!

-Lo extrañas?- Se giró de frente a Sigyn, tenía sus manos detrás. –Al jardín?

-Hoy comencé a hacerlo, después de que no te había visto desde que llegamos de Aesir. Deseaba estar en mi jardín, con mis flores, con mis arboles… al menos me calma la ansiedad.

-Te lo dije. Venir a Asgard, complicaría más las cosas. Las tareas y deberes que debo cumplir comprometen mi tiempo contigo… el tiempo que me gustaría quedarme a tu lado- Fija sus azulados ojos en Sigyn.

-Al menos pude verte durante la fiesta, y bailamos… ahora estás aquí- Se acercó unos pasos a Loki.

-Qué quieres decir con eso?

-Lo preguntaré de nuevo, tal vez con Thor durmiendo está vez no haya interrupciones.

-Lo odiaría el resto de mis días si se atreviera a interrumpir de nuevo- A Sigyn le parece divertido, sonríe.

-Entonces, “mago de Asgard”… me amas?

Loki sonríe. Se acerca por completo a ella y nota que su respiración cambia, igual que la de él, al tiempo de que su corazón se comienza a acelerar pero se queda quieta y sin moverse, con sus ojos zafiro puestos sobre él, mirándolo como si enfrente tuviera a un verdadero dios. Pero Loki no se elogia, porque él la ve a ella de la misma manera y sintiendo que su vida pende de esos labios rojos que tanto desea probar.

-Sí- Coloca su mano sobre la mejilla de ella. Sonríe. –Yo te amo, Sigyn- Le dijo, haciendo que su rostro, su existencia misma, se iluminara con una sonrisa cálida y llena de vida.

-Solo bésame, quieres?- Con respiración agitada. -Me aterra que Thor entre de pronto y nos lo impida de nuevo. Ya no lo soportaría.

Loki sonríe después de su acertado comentario. Y sin dudarlo, hace que sus labios se rocen con los de ella al tiempo que divinas sensaciones invaden todo su ser... se funden en un beso de inaudito deseo e inocente pasión. Ninguno había estado antes tan cerca del cielo, tan lejos del desastre y la ruina como cuando sus labios se tocan y sus almas se reconocen en los infinitos hilos del destino. Él la toma por la cintura, aferrándola, atrayéndola tan cerca cómo puede y sin intenciones de dejarla ir… ella con sus brazos lo rodea por el cuello y sus manos se entrelazan en el cabello negro de Loki.

Él lentamente separa sus labios de los de Sigyn, abre despacio los ojos y la ve ahí tan real… sonríe.

-A las estrellas- Dice repentinamente. Ella abre los ojos, lo mira confundida.

-Las estrellas?

-Como si se derritieran en mi boca… a eso me saben tus besos- Y de nuevo a conseguido hacerla sonreír.

[…]

Segundo día en Midgard. . .

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