¿Algún día vendrían a buscarla?, ¿Como llego aquí?
***
Joon suspiró mirando al techo, estaba cansado tanto mental como físicamente, pero no podía dormir, en su cabeza no podía para de proyectar imágenes de Estefan siendo poseído por su demonio, como casi se muere del miedo cuando su tío lo había rodeado con los lobos de fuego, había intentado ir corriendo a protegerlo pero Bastián lo había detenido. Después de eso había tenido una gran discusión con él. La culpa por la cual se había distanciado de Estefan esos días, había sido del odioso griego, tal vez estando con Estefan, habría evitado que su demonio lo poseyera.
Termino llorando solo en su casa, aferrado al regalo de Estefan, por él se hubiera quedado en el palacio a su lado, pero sus padres se lo habían llevado a su casa, le habían dicho que necesitaba descansar y que cuando este estable, lo llamarían para que vaya a visitarlo.
Para él, Estefan lo era todo, pero en la vida de Estefan, casi no era nada, eso lo rompía.
Se sobresaltó cuando noto que estaba lloviendo otra vez, se levantó extrañado para cerrar su ventana. Era el segundo día que llovia de esa manera en la isla, se preguntaba si el clima sería así siempre.
Escucho que tocaban su puerta y bajó a su segunda planta preguntándose quien lo buscaba a esa hora de la noche. Cuando abrió la puerta se sobresaltó, Estefan estaba ahí, pálido y notablemente demacrado. Miro sus ojos, fijándose si había algún tono rojizo indicándole que estaba siendo poseído por su demonio, pero solo noto los ojos cafes de su mejor amigo, unos ojos tristes y cansados.
—¿Que haces aquí?—fue lo primero en preguntar.
—¿Como que hago aquí?—Joon lo miró confundido—. Es mi casa...
Estefan se adentro a su casa, Joon lo seguía confundido.
—Desperté y no estabas...
Joon empezaba a extrañarse más.
—Estabas con tu familia—suspiro frustrado—. ¿No deberías estar en cama?, tu tío dijo que el demonio posiblemente había absorbido todas tus fuerzas...
Estefan lo dejo hablando, ya que empezó a subir las escaleras. Joon lo siguió hacia su cuarto.
—¿Que te paso Estefan?—Joon le preguntó temeroso mirando como Estefan se acostaba en la cama—. ¿Porque estás actuando tan extraño?
—¿Extraño?
—Al menos gritame y maldiceme un poco—dijo sentándose en la cama, mirándolo—. Eso me tranquilizaría.
Estefan soltó una pequeña sonrisa, sujeto a Joon del brazo y lo tumbó a su lado.
—Agresión física sin motivo—Joon intentó acomodarse—. Es un avance.
—Estuve ahogandome por varias horas—explico Estefan—. El maldito me ato todo el cuerpo y me sumergió en pozo, estuve luchando por respirar por varias horas.
Joon lo abrazo preocupado.
—El me dijo muchas cosas antes de eso—Estefan miró a Joon—. Algunas cosas me sorprendieron mucho.
CAPÍTULO 16.-segundo fragmento
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