Lola x Lincoln (4/?)

979 57 25
                                    

Protegiendo lo importante...

El pequeño Lincoln estaba jugando con sus hermanas Lana y Lola en el jardín exterior de su casa. Sus demás hermanas realizaban sus actividades dentro de la casa.

Le decía a Lana que no busque el lodo para que no se ensucie, Lola junto a su hermano le decían siempre eso cada vez que salían a jugar al exterior. También le prohibían que llamara o trajera animales salvajes.

Lana al no acercarse al charco de lodo producto de la lluvia del mediodía, decidió buscar a alguna ardilla o mapache para jugar, amaba a todos los animales.

Lincoln trataba de hacer que Lola no maquille a su muñeco de Ace Savvy, pero en el fondo le agradaba ser cercano a sus hermanas gemelas, son las que más atención necesitan de él ahora.

Un ladrido fuerte hizo que se asustaran, en ese mismo instante recordaron que venía de un perro de esos peligrosos, uno de los vecinos de la avenida era su dueño.

Lana señaló a un lugar con asombro, Lola y Lincoln al observar notaron que era una ardilla y se molestaron con Lana por distraerlos. Lo volvió a hacer y ahora era un mapache que se acercó a Lana para después molestar a Lola. Eso los hizo ignorar a Lana.

Todo iba bien hasta que el viento que se sentía fuerte, cerró la puerta. De por sí con la TV encendida no escuchaban nada, menos con la puerta cerrada le iban a prestar atención a sus hermanos que estaban afuera.

Unos pasos se escuchaban, Lana miró pensando que era un mapache que estaba caminando de forma pesada por lo repleto de comer basura o algo, pero no era eso.

Les dijo a sus hermanos que vieran algo, ellos le dijeron que estaban cansados de mirar mapaches y ardillas. Tomó el rostro de su hermano y lo movió a ese lado donde miraba.

Era un perro que desde hace más de cinco meses había sido el terror de todos los que caminaban por la calle del dueño. También los perros del vecindario le temían; además, se dice que había hecho que sacrifiquen a un perro de otro de los vecinos por un repentino ataque.

—L-Lana, L-Lola —les hablaba a sus hermanas con temor porque el perro estaba mostrando los colmillos y ladrando.

Las pequeñas no se movían por nada del mundo, el terror que infundía aquel cánido era muy particular. Comenzó a acercárseles, y no con buenas intenciones.

Tomó con fuerza a las dos y las trató de mover de ese lugar porque el perro estaba a pocos pasos. Solo logró impulsar a Lana detrás de él.

No pasaron tantos segundos para que el can se lance directamente a morder la pierna de Lola. El llanto de la gemela no se hizo esperar.

Mientras Lana se quedó paralizada, Lincoln no lo pensó dos veces, debía proteger a su hermanita.

El perro no quería soltar el pie de Lola, pero Lincoln se lanzó a tratar de quitar, con lo poco de fuerzas que tenía, la mandíbula del can. Fueron unos segundos donde el perro mordía con fuerza y empezaba a sacar sangre a la pierna. Lincoln no pensó tanto en tratar de golpear al perro para que soltara a su hermanita, lo logró. Fue algo muy difícil. El perro solo se enfocaba en las piernas de la niña por esos últimos momentos.

Se estaba empezando a cansar, le decía a su hermana que le diga a Lana que toque la puerta y avise a sus hermanas mayores o a sus padres. Lola estaba en shock como Lana.

La furia del perro estaba aumentando al punto que el objetivo cambió, ya no quiso ir por la pierna de la rubia, ahora quería morder al peliblanco. Lincoln estaba aterrado, pero no podía mostrarlo en esos momentos, y menos cuando sus hermanas dependían de él.

Colección de One-Shots: Loudcest y No Loudcest...Where stories live. Discover now