La bella durmiente

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Ante el interminable silencio me dí cuenta de que aquel pelinegro no iba a soltar ni una sola palabra me armé de coraje y decidí tomar la iniciativa de calmar aquella situación incómoda.

- estoo....- susurré mientras estaba pensando en un tema de conversación factible
-¿Cuál es tu nombre?- dije con una sonrisa un poco forzada, el, estaba callado, mientras se enroscaba uno de los mechones de su frente en el dedo, me miraba con una mirada muerta y penetrante, con esos ojos violaseos que se convertían casi en negro ya que no había ningún brillo en ellos.
-Hida- dijo repentinamente, dejando el mechón de su cabello caer de su dedo, me reí levemente entrando en cuenta de este estúpido chico no sabía socializar ya que no continuaba ninguna de mis preguntas.
-¿Tu nombre es Shiro?-
- Si, así es!- respondí alzando un poco la voz del entusiasmo de que haya dicho algo más, eran aún las 8 de la mañana y mí mente realmente no está activa a estás horas.
-Si no te molesta creo que voy a dormir un rato aquí- dijo el ojeroso mientras bostezaba
-Adelante- respondí, dándole nuevamente un gran mordisco a mí sandwich, mientras otro vez miraba las gotas de lluvia caer en soledad. Y sin sonido alguno, Hida Suzuya ya estaba dormido. Estaba muy placentero, estar sentado justo ahí en una fresca mañana, sin tener que soportar a un montón de imbéciles con sus preguntas sin sentido.
Agarre mis rodillas con mis manos, acostando ma cabeza en ellas, para de reojo ver al ojeroso dormido, "el tiene una cara bastante tierna mientras descansa" pensé mientras me reía despacio para no despertarlo.

Algunos minutos después de haberme quedado observándolo, sonó la campana que indicaba el final del receso, me levanté dejando a la bella durmiente para dirigirme al aula. Al recorrer los pasillos vacíos de lejos se escuchaba una voz femenina bastante enojada y gritona, al llegar al aula esa voz cesó y una chica de pelo azul claro hasta la cintura y de mí misma altura estiró sus brazos bloqueando la puerta de entrada a el aula -!Kanto¡- dijo en voz alta, haciendo que algunas personas de la clase de percataran de la situación suspirando ante está extraña chica.
-Puedes decirme Shiro- dije sin hacer ningún movimiento
-Como sea, no te creas la gran cosa por ser el nuevo, eso será olvidado en poco tiempo- dijo mientras se acercaba un poco más a mí con sus ojos carmesí observándome de arriba abajo.
-me parece que tienes razon- respondí dirigiéndole una sonrisa y continuamente corría su brazo suavemente para por fin entrar a la clase, mientras aquella ojisrojos fruncía el seño y apretaba sus puños.
-Me llamo Kyouka- dijo desviando la mirada
-Misha para tí- dijo nuevamente y se sentó en su banco con un aura de enojo a su alrededor.
Tire mí silla para atrás para posteriormente sentarme en ella, seguido de eso entro el profesor, la clase comenzó normalmente .
Habían pasado ya unos 15 minutos de que el profesor estaba explicando sobre un libro de historia, realmente no recuerdo bien, en lo único que estaba pensando en ese momento era en por qué ese pelinegro no estaba ahí aún, me la pasé mirando a la puerta por un largo tiempo, esperando a que algo pasara, mientras apoyaba mí cabeza en mí mano como apoyo , con la vista en el mismo lugar, el profesor seguía explicando sobre la estúpida época de militarismo de la historia japonesa.
Minutos y aburridos minutos pasaron, me di cuenta de que nadie iba a abrir esa puerta, decidí empezar a prestar atención a aquello que el maestro estaba explicando con tanta éxtasis,
Pasaron algunas clases más en las que tampoco presté mucha atención.
Al finalizar la jornada ponía todos mis materiales de vuelta amo mochila, mientras me sentía vigilado por un presencia hostil, obviamente era aquella chica de cabellos largos, Kyouka.
Repentinamente sentí una mano en mí hombro, me di vuelta paga ver quién había sido aquella persona. -Hola shiro siento molestar, mí nombre es Cyaran, como es tu primer día aquí me preguntaba si querías que alguien te acompañe a tu casa mientras te explico las cosas de la escuela y así quizás podemos ser amigos- Dijo una chica un poco más baja que yo, con pelo corto con flequillo, levemente sonrojada mientras pasaba su cabello detrás de su oreja.
-claro- respondí con una pequeña sonrisa, la chica me hizo un pequeño movimiento de cabeza y en el fondo de la clase se notaba el enojo de Kyouka.
Me dirigí junto con Cyaran a la entrada del colegio, nos cambiamos los zapatos en los casilleros y aunque realmente no seguí lloviendo caían algunas gotas todavía así que amos sacamos nuestros paraguas y salimos juntos de la escuela, era una tarde bastante linda y húmeda, el cielo estaba anaranjado y amarillo.

Me dirigí junto con Cyaran a la entrada del colegio, nos cambiamos los zapatos en los casilleros y aunque realmente no seguí lloviendo caían algunas gotas todavía así que amos sacamos nuestros paraguas y salimos juntos de la escuela, era una tarde...

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Nos dirigimos a mí casa, en el camino ella me pasó su número y el de mis demás compañeros, me explico cómo eran los exámenes, como se comía en la cantina del colegio, me explicó sobre los clubes y sin darnos cuenta del tiempo pasado ya estábamos en la entrada de mí hogar dulce hogar.
-Aquí es- dije deteniéndome
-ohh, bueno espero que hayas entendido todo- respondió con una sonrisa verdaderamente amable,
-Así es- respondí asintiendo con la cabeza. -Gracias Cyaran, nos vemos- pronuncié mientras abría la puerta de mí casa, mientras ella me saludaba con su mano
-!Nos vemos mañana Shiro¡- dijo un poco sonrojada y alzando la voz ya que yo ya estaba dentro de mí casa,
-!nos vemos¡- dije gritando desde adentro de mí casa por una ventana y con una grande sonrisa, está vez verdadera.
Eran las 7:15 de la tarde, estaba acostado en mí cama todavía con el uniforme, "papá no está en casa aún y tengo hambre" pensaba mientras miraba al techo procesando todo mí día y sin quererlo me quedé dormido.
Continuara :D

Confesion de veranoWhere stories live. Discover now