[8] Un pequeño fénix y otro mundo

1K 107 8
                                    

Varios recuerdos de una vida que no era suya inundaron su memoria, tal y como fue su trágica vida en su juventud, el dolor se hizo presente nuevamente en su corazón causando estragos en su cabeza

Era él, pero al mismo tiempo no era el, no podía hablar o moverse a voluntad, como si fuese algo que ya había vivido, como si fuera un simple vago recuerdo

—Jin Guangyao! Cómo te atreves!?— dijo con dolor un líder Jiang, lleno de sangre a causa de diversas heridas en todo su cuerpo, después de haber dado batalla siendo controlado por uno de los perros del Líder Jin—

Estaba atado de manos en el suelo teñido de un color carmín oscuro, la sangre seca se encontraba por todo el lugar con una espada en su cuello

—Oh.. No puedes soportarlo? —rio deslizando sus delgados dedos a lo largo de una daga sentado en un trono (semejante a el difunto Wen Rouhan) en la cima de varios escalones y por encima de las demás sectas con cadáveres por todos lados, sin siquiera molestarse por el hedor de los cuerpos en descomposición, después de la caída del imperio wen, Jin Guanyao había conseguido ser el Líder de la secta Jin—

—Tu! — grito con coraje escupiendo sangre siendo sostenido por unos guardias, ese día sería decapitado, por traición, sin embargo que tipo de traición había cometido? solo estar enamorado del prometido del Líder Jin—

—Líder Jiang.. —suspiro para después reír suavemente a carcajadas— o debería decir.. Jiang Wanyin?—

Hizo mención a su nombre, sin honoríficos dando a entender el fin de la secta Jiang y probablemente todo Yunmeng Jiang

—Tu deberías estar muriendo en este momento— escupió y dijo con frialdad— Cómo puedes considerarte siquiera humano!?—

—De qué hablas? Fuiste tú quien los mató con sus propias manos Wanyin —sonrió y fingió sorpresa tapándose la mitad inferior del rostro— que diría el hombre que amas en este momento? Diría que No serías Capaz! —dijo burlándose haciendo eco en el gran salón—

No sabía si era cierto o falso, sin embargo sus manos manchadas de sangre era la prueba definitiva

— Si no le hubieras mentido a Lan Xichen.. —se arrastró mirándolo desde el suelo imponente— probablemente aún seguiría con VIDA! —

Rugió, sintiendo como el ambiente alegre y tosco cambiaba a uno frío y espeluznante, no era imposible pensar en que fue un descuido estúpido por parte de el personaje con ropajes amarillentos

—Seguir con vida..—dijo un siniestro y serio Jin Guangyao siendo rodeado por energía oscura haciendo que unos pocos cientos de guardias se retuerzan de dolor— Er-ge no está muerto.. Está dormido, un día se levantará y estará sonriendo como Zewu-jun.. como mi cariñoso esposo —rio un poco—

La energía negativa emanaba de su cuerpo, causando que varios cadáveres temblaran y algunos que no lo soportaban explotasen en pedazos, era más que claro que aparte de esos discípulos indecorosos de la secta Jin no había nadie más con vida en aquel lugar

—Meng Yao—dijo con ira, apretando su mandíbula, sabiendo perfectamente que nada como eso pasaría, no teniendo a Jin Guangyao como Emperador. tembló, sintiendo su sangre hervir mirando al contrario sin poder saber que tipo de expresión tenía en su cara por la sangre que se metía a sus ojos—

—NO ESTÁ MUERTO— dijo lanzando su daga a la pared haciéndola pedazos al instante, la fruta perfectamente cortada en su mano cayó, rodando por las escaleras, haciendo que aquel fruto dulce no pudiera ser comestible

Todo se volvió oscuro, esperando que el filo de alguna espada cortará su garganta.

─ AH!─ gritó un adolorido Líder Jiang por las diferentes energías luchando en su interior, quien al poco tiempo se sintió mejor, e incluso más fuerte de alguna forma, pero el cansancio le impedía moverse, causando aturdimiento y se desplomó en la cama─

Mi Amado Loto [PAUSADA?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora