El humo le dibujaba muchas preguntas en la cabeza.

Terminó el último cigarrillo que le quedaba y bufó al darse cuenta de que la cajetilla estaba vacía. Necesitaría escabullirse al pueblo y comprar muchas, muchas más. Incluso podría pedirle al humanito que hiciese ese trabajo por él.

—Liam —llamó con determinación, observándose los dedos temblorosos. Las uñas estaban roídas al ras, tanto que ya no podía morderlas más—, ¿Por qué me besaste?

El otro vampiro se quedó quieto cual escultura de mármol en medio de un museo. Relajó sus facciones unos segundos después, aunque Zayn tomó nota, inconscientemente, de cada una de sus acciones.

—Me cobré mi favor.

—¿Qué favor? Liam, por Dios. Podríamos haber visto algo más esa noche, ya estaríamos fuera de aquí —Se exasperó.

Liam dejó caer el hacha al suelo con un sonido sordo y dio dos pasos hacia él. Un temblor recorrió el cuerpo de Zayn, de pies a cabeza, y se sintió caer por un momento. Los brazos del castaño lo envolvieron con soltura, aunque con la suficiente fuerza como para sostenerlo.

—Cuando te saqué del ataúd de hierro —Le recordó.

Logró quitarle una sonrisa efímera.

Luego, añadió:

—No me arrepiento.

Se quedó sin aire, a un instante de que su boca lo traicionara y le revelara todos y cada uno de los escenarios en donde lo había imaginado. Los lugares en donde los proyectó besándolo.

Le tocó los hombros y el contacto estuvo al borde de doler.

—¿Por qué estás tan caliente?

—¿Por qué siento que ya hemos tenido esta conversación? —retrucó Liam, pintando en su rostro una sonrisa bobalicona.

—Probablemente lo hicimos —Zayn asintió con la cabeza.

Probablemente lo hicieron.

Su mano viajó sin permiso a la parte de atrás del cuello de Liam, donde muchas veces le había gustado que lo acariciase con sus uñas cortas. Estaban tan cerca, y lo podía saber porque la cálida respiración le rozaba la frente. Liam era un poco más alto que él y en ese momento se sintió indefenso. Zayn era el que siempre lo provocaba y se burlaba de él, intentando sacar su peor lado a la luz.

Ahora, sin embargo, Liam portaba una sonrisa burlesca. Sus ojos del color de la miel brillaban.

—Acabo de hacerte otro favor al no dejarte caer al suelo.

Zayn rodó los ojos.

—¿En qué momento hemos dejado de odiarnos? —preguntó, detrás de una risa.

—Yo no te odio —aseguró y se relamió los labios gruesos—, ¿tú me odias?

—Estás muy despierto hoy, Liam —Zayn se deshacía debajo de su mirada intensa. Su barba corta era una sombra que enmarcaba su boca de una forma exquisita.

—Un poco, sí.

El tiempo parecía haberse detenido, cuando esa boca se estrelló contra la suya. Un beso desordenado, rudo y apasionado. Zayn quería saborearlo hasta hartarse o morir; lo que sucediera primero. Sabía que ninguna de las dos opciones se daría pronto. Si su corazón no estuviera tieso dentro de su pecho, juraría que se desbordaría de latir tan velozmente. Liam lo envolvió con más fuerza con sus brazos, su calor corporal lo abrasó.

Los besos del castaño viajaron a su mandíbula y a su cuello. Tragó saliva cuando sus manos grandes y ásperas fueron a parar al botón de sus pantalones.

—No, espera —susurró—. No podemos follar aquí.

Liam palideció. Sus manos se volvieron torpes y desaceleró el ritmo de sus besos.

—Uhm, lo siento, yo... —balbuceó— ¿Te puedo ayudar... de alguna forma?

Zayn se tragó la risa.

—¿No has estado con un hombre antes? —Liam negó. Lo sospechaba, después de todo. Podía leerlo en el sonrojo que cubrió sus mejillas—. Entonces déjame hacerlo primero, ¿Sí?

Sonrió y lo volvió a besar, un poco más suave que los besos anteriores. No perdió la oportunidad de recorrer con el tacto de sus dedos sus pectorales, sus oblicuos y la línea en V que era la señal de luces hacia debajo de sus pantalones. Cayó de rodillas sin mucha elegancia y se propuso quitar todas las prendas que impedían y obstruían su camino.

Cuando por fin lo liberó, la polla de Liam palpitaba, dura y caliente. Increíblemente caliente.

Lo quería tanto dentro de su boca, pero primero tendría que jugar un poco. En especial luego de escuchar el suspiro entrecortado que Liam soltó. Lo envolvió con su mano fría, lo destempló antes de llevárselo a la boca. Chupó suavemente, concentrándose en la punta, mientras su mano acompañaba el ritmo de su cabeza.

Liam observó sus mejillas ahuecadas y reprimió un gutural gemido. Tuvo que sostenerse de la pared por el ligero cosquilleo que lo invadió desde el abdomen. Después de unos minutos solamente, Zayn lo tenía derretido entre su piel de hielo.

Se corrió y esperó sólo unos segundos para devolverle torpemente el favor. Zayn se limpió la sonrisa con el antebrazo y rio como si acabara de hacer una travesura. Luego, guió a Liam al bajarle los jeans ajustados y lo ayudó a acomodarse en sus rodillas. Le indicó que no usara los dientes bajo ninguna circunstancia, con un guiño de doble sentido que no sabía si Liam comprendería o no.

Cuando sus colmillos rasparon levemente la hendidura de su miembro, jadeó complacido.

No estaba dispuesto a callarse. A diferencia del castaño, él no tenía problema con hacerle saber que le gustaba tal y tal cosa, que lo tocara aquí, que lo besara allá.

En el momento en que avisó que se correría, Liam parecía genuinamente entusiasmado con el trabajo que estaba llevando a cabo. No movió la cara cuando se vino de un grito rasposo, con la voz casi tomada. Se deslizó con la espalda en la pared hasta quedar sentado a su lado, y le sonrió con calidez.

Estuvo a punto de estirar el brazo para apretarle la mejilla, como solía hacer antes para molestarlo, cuando la puerta se abrió de una patada.

Ambos fruncieron el ceño. El humanito apareció detrás, su rostro era un poema de confusión y enfado.

—¿Dónde está Harry? —gritó—, revisé cada habitación. Desapareció.

Mierda


Voten, comenten, pidan dedicación! saben que lxs amo y estaría feliz con cualquiera de esas cosas❤️

Me tardé con este cap, perdooon.

Un poco de Ziam que muchos estabamos esperando jsj

Mierda es la palabra favorita de zayn, obviously

Vitalidad » lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora