Condensadores

"¿Así que eres tú el que ha estado asustando a mi amiga ¿Verdad?" Laura cogió al pequeño peluche en alto y lo zarandeó, bromeando "¡Yo te enseñaré!
Alba no pudo evitar reirse, como siempre que su compañera hacía el payaso, pero se mantuvo a una prudencial distancia. No quería acercarse más de lo necesario a aquel endiablado juguete. Incluse a plena luz del día, parecía que aquellos ojos entrecerrados e inertes tenían un brillo siniestro.
"¡No te burles de estas cosas! Hay algo raro con ese Murby. ¿Cómo puede ser que hable y se mueva después de que le hayamos quitado las pilas?" Alba jugueteaba con uno de sus rizos pelirrojos, como siempre que estaba nerviosa. "Tiene que estar poseido..."
Laura dejó el muñeco sobre el escritorio de su amiga y comenzó a sacar destornilladores y otras herramientas de su mochila.
"Pues vamos a exorcizarlo" Se ató el largo cabello negro en una coleta y empezó a estudiar el muñeco "Después de que me lo contaras en clase, estuve investigando por internet. Parece ser que a mucha gente le han pasado cosas parecidas con muñecos de la linea Murby, que dicen cosas raras, o se siguen moviendo después de haberles quitado las pilas..."
Laura siguió hablando mientras quitaba tornillos aquí y allá del siniestro muñeco y le sacaba la envoltura de peluche para dejar sus circuitos al descubierto.
"¡Qué guay!¡Parece un Terminator!" Exclamó Carlos, el hermano pequeño de Alba, que observaba todo el proceso desde la puerta de la habitación.
Alba también estaba fascinada, sin perder detalle de cómo las grandes manos de Laura trabajaban con precisión. Sin embargo le inquietaba mirar a aquel rostro de plástico y circuitos, que parecía que iba a ponerse en movimiento de un momento a otro, a morder, a hablar, o a mirarla con aquellos ojos enormes y sin vida.
Laura depositó el enésimo tornillo sobre la mesa y levantó una pequeña compuerta en el pecho del muñeco.
"¡Bingo! Mirad esto" Señaló con una sonrisa triunfal varios pequeños cilindros azules insertados entre los circuitos "Esto son condensadores, muchos juguetes electrónicos los tienen. Se cargan con la energía de las pilas y la conservan para que al quitarselas, algunos procesos no se borren o dejen de funcionar, como la memoria o el reloj interno del Murby. ¿Veis la pinta tan fea que tienen esos cables y conexiones? Han podido causar algun cortocircuito y hacer que la energía guardada en los condensadores, aunque poca, activase a este pequeñajo"
Alba escuchaba, fascinada.
"Así que, si le quitamos esos condensadores, ya no volvería a funcionar sin pilas ¿Verdad?"
"Bueno, ni sin pilas, ni con ellas" Laura lanzó una carcajada "Y si sigue haciendo de las suyas, volveré con un martillo"

Mientras las dos chicas seguían curioseando sobre el muñeco destripado, el pequeño Carlos se acercó a ellas y tomó uno de los destornilladores.
"¿Puedo coger esto prestado? Hay otro juguete que hace cosas raras, pero no le he encontrado las pilas"
Las dos amigas intercambiaron una mirada sorprendida. Alba tomó suavemente el destornillador de las manos de su hermano "¿Qué juguete es ese? No me habías contado nada"
"La muñeca de porcelana del salón, la que era de la abuela" Respondió él, inocentemente "No habla, pero todas las noches viene a mi habitación y se queda mirando desde la puerta. Debe de tener condensadores de esos escondidos"