Fake Lovers: Un desenlace alternativo de YSBLF (Daniel x Betty)

Capítulo 11

—¡Sí, Marce, así como lo escuchas! —replicó Patricia a través del teléfono, después de contarle a su amiga las últimas novedades de la oficina.

—No, no, es que de seguro estás exagerando, Patricia... —dijo Marcela, tratando de mantener la calma. —Están trabajando juntos. Es naturalmente imposible que no crucen palabra...

—Marce, no me estás entendiendo. ¡Se la vive metido allá en presidencia con el garfio ese, Marce!

Marcela se negaba a creer lo que estaba escuchando. Simplemente no tenía sentido... ¿o sí?

Intentó recordar el comportamiento de su hermano los últimos días antes de salir para Miami. No le había pasado desapercibida la manera en que Daniel le prestaba más atención a Beatriz, pero... eso tenía explicación. El cambio de look de la mujer le había favorecido bastante. Hasta cierto punto, Marcela podía entender que su hermano la encontrara atractiva, si ese era el caso, o que de alguna manera tratara de llevarse mejor con ella ahora que era presidente, sin embargo...

Lo que Patricia estaba afirmando era demasiado.

—Patricia, algo te está afectando... ¿has estado comiendo bien? ¿Tomas suficiente agua?

—Mantenerme hidratada es lo único que puedo hacer Marce, ¡te estoy diciendo la verdad! ¿Crees que no soy capaz de darme cuenta de lo que pasa por aquí? Te recuerdo que yo hice seis semestres de finanzas—

—En la San Marino... sí, ya lo sé. Pero es que me cuesta trabajo procesar lo que me estás diciendo. —admitió. —A ver, recapitulando... me estás diciendo que Daniel se ha estado portando amable con Beatriz... ¿dices que le mandó flores la semana pasada? —Marcela suspiró. —¡Es que es imposible, Patricia! Daniel no es de esos... ¿Pudiste comprobar que fueran de parte de él?

—Claramente escuché a pechuguín... y si no fueran de él, ni siquiera importa, Marce. ¡Ya te dije que no se le despega!

***

A media mañana en Ecomoda, el trabajo salía por montones de lugares impensables y parecía no terminar. Daniel comenzaba a acostumbrarse a la rutina del día a día, aunque en ocasiones sentía que no podía más. Nunca en la vida se había sentido tan agotado todos los días al terminar la jornada laboral.

Sentado tras su escritorio, Nicolás Mora se dedicaba a firmar los cheques que tocaba girar, mientras Daniel elaboraba el informe del estado de los bancos en el computador, tarea que debía hacer el vicepresidente financiero, pero a Valencia en realidad no le molestaba hacerlo, ya que por fin contaba con información pura y veraz del estado de la empresa.

Al fin, después de tanto tiempo estando al margen, podía darse cuenta del manejo real de Ecomoda (aún embargada), y aunque siempre había estado consciente de que no era un trabajo fácil, formar parte del staff ejecutivo le hacía ver toda la ardua labor que se escondía detrás de una colección.

Beatriz lo estaba haciendo muy bien, a decir verdad. Ella sabía perfectamente lo que hacía, negociaba con los proveedores con facilidad, lidiaba a la perfección con los acreedores y los bancos. Era más que obvio que ya venía haciéndolo con bastante antelación, desde que era asistente de presidencia.

Armando era solo una fachada, un intento de presidente. Era Beatriz quien se había encargado de todas las operaciones, mientras él se llevaba el crédito. Aunque de llevar la empresa a la quiebra se encargaron los dos...

Pero ese no era el punto. Ahora lo importante era llevar todo por el camino correcto, de manera que la nueva colección se convirtiera en el punto de partida para sacar a Ecomoda del hoyo financiero en que estaba metida, y curiosamente, todos parecían estar dando su mayor esfuerzo.