Capítulo 20.

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Mi giré hacia Hult y este estaba tratando de abrir una caja de cigarrillos.

—¿Qué vas hacer?— Inquirí

—¿No es muy obvio?

—¿No piensas fumar aquí, verdad? —él me miró y ladeó una sonrisa.

—Estoy aburrido, no me gusta esta clase.

—¿Quieres que te saquen? — arqueé una ceja. El chico le dio unos toques a la caja y sacó uno.

—¿Quieres que te saquen conmigo?—cuestionó mientras se llevaba un cigarro a la boca.

—¡Hult no puedes hacer eso! Estas son las clases finales, si te sacan perderás nota —me crucé de brazos. Pero a él no parecía importarle eso. Puesto que sacó su encendedor.

—Esto es un país libre, Gwen — habló con el cigarro entre sus labios. Lo iba a encender, pero me incliné y se lo arrebaté.

—No te dejaré —espeté con el cigarrillo envuelto en mi mano.

Frunció el ceño, por supuesto muy enojado—Deja de hacer esa mierda Gwen, no es gracioso —bufó.

—Tú deja de fumar, esto es muy malo — agité el objeto enfrente de él. Cerró los ojos y lanzó un suspiro con estrés. Relamió sus labios antes de hablar.

—Lo haré si me lo das —extendió su mano para que se lo diera. Negué con la cabeza.

—Me importas. ¿Sabes lo que hace el humo en tus pulmones?

—Está bien —se encogió de hombros — Jugaremos tu juego.

—¿Mi juego?

Delineó una sonrisa en sus labios carmesí, sus facciones eran desafiantes. Sus ojos me veían con intensidad y me dio la sensación de que Hult estaba a punto de hacer algo que no me gustará en absoluto —¡Gwen no puedes quitarme mis cigarrillos! ¡Está prohibido fumar aquí!—gritó acusadoramente. Mis ojos se expandieron puesto que no podía creer lo que acaba de hacer. Mi intuición me dijo que volteara y al hacerlo, Warren nos miraba furiosa desde su escritorio.

—Trainor y Sullivan, ¡está prohibido traer cigarros al instituto y mucho menos fumarlos!— reprochó.

Negué frenéticamente —Profesora ni siquiera fumo yo so...

—¿Y qué es lo que tienes en tu mano Gwen?— me interrumpió señalando el cigarrillo que claramente tenía en mi mano. Mierda.

—¡No lo iba a fumar, lo juro!— me defendí

—Quiero a los dos en la dirección, ahora mismo —ordenó ahora apuntando a la puerta.

Respiré hondo y antes de pararme me volteé hacia Hult quien me miraba muy divertido. Le di una última mirada de perro rabioso. Tomé mi bolso y salí furiosa del salón.

¿Cómo se le ocurría hacer eso? ¡Estaba loco! Qué bien, ahora pensaran que fumo y que soy una verdadera mala conducta. ¡Y tenía que ser en la clase de Warren! Dios, solo quiero asesinarlo y arrancarle la cabeza en estos momentos. Era un completo inmaduro, idiota, idiota, idiota, idiota. ¿A quién se le pasa por la mente hacer eso? Lo más seguro es que la directora me mande a detención. ¡Jamás he estado en detención!

Unos pasos rápidos sonaron detrás de mí. Puesto como ya sabía quién era me detuve y me giré como una fiera para enfrentarlo.

—¿Por qué hiciste eso?— gruñí. Hult seguía sonriendo como si lo que hizo fue gracioso.

—Para salir, creo que es muy obvio— se encogió de hombros desinteresado. Iba a estallar.

—¡Tú sabes lo que me cuesta darle una buena impresión a Warren! ¡Y ahora por tu culpa piensa que fumo! ¡Eso no es gracioso Hult! ¡No lo es! —grité muy histérica. La cara me ardía y la sangre quemaba mis venas.

Ángel 234(I&II)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang