Lo interrumpió.

— ¿Castigarme?

— Claro que sí.— Se limpió los labios.— No criaré a una promiscua.

Se levantó de la mesa, la joven se quedaba quieta pues si se movía era seguro de que su padre se quejaría.

Escuchó el azote de la puerta y se sintió aliviada, pudo tirarse al suelo para relajar su cuerpo de tanto estar tensa.

— ¿Que debo ser delicada?.— Sonrió de lado al hacer esa pregunta.— Claro que no, papá.

Se levantó del suelo y entre carcajadas se encerró en su habitación, se acercó a su ropero y tomó una chaqueta negra con capucha.

Le gustaba hacer esto por las noches, mientras que su padre trabajaba ella podía ser libre, siendo la persona que adoraba ser.

En él día era una chica dulce, delicada y amable que su padre quería, pero por la noche podía ser la chica ruda y se podría decir algo tosca ... pero no podía ser de otra forma.

Se acercó a la ventana, la abrió y de un salto salió de aquella habitación.

Tenía cuidado con que ninguno de sus vecinos la viera, no era la primera vez que hacía esto, pero sí era la primera vez que tendría la oportunidad de ir a un concierto.

No paraba de mirar hacia atrás, tenía miedo de encontrarse con su padre, aunque fuera algo improbable, no podía correr el riesgo.

Por suerte ya estaba por llegar al límite, sólo tenía que girar a la izquierda en esa esquina.

Al pasar por la vidriera de su trabajo saludó con la mano a la joven que trabajaba en la noche, no tenía miedo de hacerlo porque esa chica no hablaba mucho ... no parecía animada y lo comprendía, ese trabajo no era tan emocionante.

Recordó la noche anterior en la que un muchacho intentó decirle unos piropos, no puede ocultar su risa al recordar el puñetazo que le metió.

— ¡Vicky!.— Dió un grito la nombrada.- Deberías ver tu cara ...— Carcajeaba una peliazul.

No es gracioso Anna. — Bufó la pelirroja.

— Para ... mí si. — Trataba de recobrar el aire. — Ya está bien, lo siento.— Trató de ocultar su sonrisa burlesca al ver el seño fruncido de su amiga.

— Anna espero que valga la pena los $100 que pagué.— Se cruzó de brazos.

— Pff son solo $100, casi nada para un chica como tú.— Le dio un pequeño golpe con el codo.

Si trabajaras sabrías lo que cuesta.— Rodó los ojos.

— Ni muerta trabajaría en esa tienda con ese ... ese ... viejo asqueroso.— Le dió un escalofríos.— ¿Cómo lo soportas?

— Es fácil cuando se entretiene mirando a otra.— Alzó los hombros.

Diagh, los hombres son tan asquerosos.— Hizo unos gestos con las manos indicando su desagrado.

La pelirroja comenzó a caminar seguida de su amiga.

Lo sé, últimamente estuve pensando en ... quedarme soltera el resto de mi vida.

— Pues hazlo.

— No puedo, mi papá está tratando de conseguir un chico "adecuado" para mí ... y ya sabes como es.— Bajo la cabeza para ver las líneas del suelo.

GLAM [Victoria X Glam]Where stories live. Discover now