Capítulo Único

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Otro año más, un 13 de julio, una de las personas que más quiere esta nuevamente de cumpleaños, no hace falta decir que junto a aqours planearon una pequeña fiesta con temática de ángeles caídos, demonios y demas, lo que hay que destacar es que cada una pensó en su regalo mucho más de lo normal, ¿y quien no? ¿Que le puede gustar a una chica que se monta en los árboles y al caerse solo dice que su cuerpo es un recipiente?

La amiga de la infancia de la cumplañera no fue la excepción, llevaba días paseando por tiendas pensando que darle a la peliazul con un moño, ¿alas?, ¿plumas?, ¿libros de como venderle tu alma a satanás para que tu crush te ame?, no lo sabía, y no es como si últimamente hubiera tenido mucho tiempo para salir con la peliazul, esta prefería pasar su tiempo con Riko y el perro de esta.

Otro día caminando, la fiesta seria en la noche, y todas debían actuar como si no supieran nada sobre su cumpleaños, generalmente no le costaría inventarse alguna mentira blanca, pero fácilmente la oji-amatista se daría cuenta. Sin más que hacer, prefirio sentarse un rato en alguna banca, el calor del verano se estaba haciendo más notorio, compro un helado en un carrito y busco por algún banco en la sombra.

Uno... Dos... Tres... No hacía más que concentrarse en el calor y en el hecho de que aún no había comprado nada, en busca de distraerse, prefirio intentar usar su nuevo teléfono, con lo ocupada que había estado últimamente la peliazul con la peli vino y sus cosas de ángeles caídos, Ruby fue la encargada de enseñarle un poco; fue al explorador, en busca de alguna idea para el regalo de su mejor amiga de la infancia, de alguna u otra forma, llegó a la idea de "cupones" y "cartas", no sería una idea tan loca de momento, y podria dejar que la cumplañera eligiera lo que quisiera.

Sin más, guardo la idea, y aun con el helado en la mano fue a la papelería más cercana, los papeles de colores que tenia en su casa eran demasiado colororidos para los gustos del ángel caído; alrededor de quince minutos después, la ojimiel estaba lista para ir a casa y aprovechar todo el tiempo posible para hacer sus cupones, claro que entre las cosas que compro, habían plumas, alambres, y unas cuantas cosas más, quién sabra para que son.

Al entrar a su casa, aviso de su llegada, y con eso hecho, salió disparada a su habitación, ya eran las 2 de la tarde, tenía que apurarse, revisando las ideas que guardo, empezó a hacer los cupones, algunos repetidos, otros de uso único, y algunos extras donde Yoshiko pueda poner lo que quiera, con todo eso el reloj piso las cinco y media, la fiesta sería a las siete y ella aún no se había bañado, arreglado o si quiera, escrito la carta. El tiempo corre cuando no quieres, apurada, agarro un papel, escribiendo las cosas que le agradaban de la chica, agregando lo que le disgusta a pero divertía de la misma, recuerdos, emociones, lo normal, unas cuantas palabras inesesarias, fotos de cuando eran pequeñas, algunas que saco recientemente, le pego algunas plumas y pequeñas formas de papel y las guardo en un sobre, que encima decía "para el único ángel caído que ha pisado la tierra", los cupones en otro sobre, que con letra cursiva decía "deseos del ángel caído, Yohane"; todo esto lo guardo en una bolsa que decoro ella misma, su logo de un pequeño diablillo, plumas negras y una que otra blanca o gris, decidió agregar unos cuantos dulces, y una sorpresa que no pensó que le quedaria tan bien.

¡Bien!, ¡solo falta tomar un baño y arreglarme!, penso la peli marrón antes  de mirar el reloj y hacer lo dicho, que maque las seis, tengas que salir a las seis y cuarenta, y aun no estés lista, no hay forma de que te relajes.

Una vuelta rápida frente al espejo, un vestido amarillo con flores de colores pintadas en el, su pelo suelto como siempre, un poco de maquillaje y un brazalete, ¡lista! Y con 10 minutos de sobra para decidir que zapatos ponerse, un par de minutos y decidió las sandalias con un poco de plataforma, no quería usar unas zapatillas, al decidir agarro los zapatos, su teléfono, y obviamente, el regalo de la peliazul, prefería llegar con tiempo antes de que le falte. Estando en el autobús pensó que sería buena idea escribirle a chika, preguntando que tal iba todo, a lo que está solo le respondió con un "todo esta casi listo ✌️😁, aunque estamos un poco ocupadas con los últimos detalles😝", Hanamaru decidió notificarle que iba a llegar un poco más temprano para ayudarles a lo que la pelinaranja respondió con un "GRACIAAAAS❤️". Solo le quedó suspirar, esperando que a la cumplañera le guste su regalo.

cualquiera de sus lados Where stories live. Discover now