Capítulo Dos: «Reflexiones... O algo así.»

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—¿Enserio dijo eso? —pregunté a Liz sin poder evitar que una risa se escapara de mis labios.

        Me encontraba sentada sobre la cama de la habitación de Liz. Era íncreible cuan cercanas nos habíamos hecho tras tan solo haberme aceptado del todo en su grupo —Ella, Bram, Kev, Andy y, ahora, yo— hace una semana.

        Nos dimos cuenta que nos llevábamos muy bien tras una junta el fin de semana. Los chico empezaron a jugar juegos de vídeo. Al principio nos incluyeron y fue genial, era muy divertido, pero pronto se volvió aburrido: los chicos eran buenísimos en los juegos de vídeo, y nosotras... bueno, no alcanzábamos su nivel... ni cerca de su nivel. Así que empezamos a hablar y nos dimos cuenta de que necesitábamos un tiempo de chicas: tras estar tanto tiempo rodeadas de chicos necesitábamos un respiro para comportarnos lo más rosas posibles.

—Si —dijo Liz completamente seria. Tras unos segundos, una pequeña risita se escapó de sus labios y ambas nos empezamos a reír sin remedio.

        Mi nueva amiga me contaba antiguas anécdotas del grupo. Hasta ahora ya había aprendido mucho de ellos, y todo gracias a la pelirroja con lentes hipster que estaba sentada a mi lado.

        Hasta ahora me había enterado que Kev estaba enamorado de una tal Zoe Howell desde el año pasado. Ella era una chica de estatura media, pecosa y pelirroja, según me la describió Liz. También tenía cuerpo de modelo y una cara envidiable. Liz estaba en secreto enamorada de Andy, cosa que encontré muy romántico, porque desde que los conocí me pareció que debían estar juntos, pero luego me enteré de que Andy estaba metido en una "complicada" situaciónde amigos con ventaja con la mejor amiga de su hermana melliza (si, Andy tiene hermana melliza. Ella se llama Anthea), Clarisse Wysocka, una chica detestable, según Liz, de cabello rubio y ojos azules y bastante curvilínea. Y por último supe algunos dramas, como que Bram se había emborrachado por primera vez en una fiesta del verano y besó a una tal Alex Un-Apellido-Muy-Extraño-Que-Ni-La-Cabeza-De-Bram-Pudo-Procesar y que desde entonces ella anda colada por él, pero por alguna razón el no quiere hablar del tema y últimamente no ha tomado mucho (¿quieren saber mi opinión? Bram es raramente sensato). Otro drama es que Nick, la gammer que esta colada por Bram se emborrachó durante el verano y fue a la casa de Kev buscando a Bram. Bram aún no sabe lo que paso, por que Nick le rogó a Kev que no le dijera. Otro drama es que dos chicos, Mike Algo-algo y Bennett Johnson andaba tras Liz, pero a ella parecía no interesarle ninguno de ellos. Según me contó, ambos eran unos babosos de primer año.

        A pesar de la buena amistad que había conformado con Liz, mi mejor amigo, si se le podía llamar así, ya que tan solo nos conocíamos hace una semana y un par de días, era Bram. Había construido una gran amistad con él. El segundo día estaba algo insegura de si únirme a los chicos en el almuerzo, por lo que atrase el momento al máximo, pero Bram fue a buscarme, preguntando porque tardaba tanto. Ya al tercer día empecé a sentirme más cómoda y a integrarme mejor en el grupo. Juntas con los chicos, días de chicas con Liz, charlas de libros con Bram, mensajitos en papeles durante las clases con Kev y Bram, incluso Andy me está enseñando a jugar mejor video juegos.

        Debo admitir que me siento muy a gusto con la nueva escuela. Ahora tengo a alguien con quien leer y comentar libros, a alguien con quien jugar vídeo juegos y que me enseñé a jugarlos, a alguien con quien bromear y mandarme mensajitos, a alguien con quien pasar día de chicas. Aunque me apena admitirlo, ya casi estaba olvidando a mis antiguos amigos. Les había prometido que iba a mandarles mensajes todos los días si era posible, llevaba tres días sin mandar un misero WhatsApp para ellos.

        Como si me celular estuviera conectado a mis pensamientos, me teléfono soltó un sonoro pitido al otro lado de la habitación, donde se estaba cargando, notificándome que me había llegado un nuevo WhatsApp. Me levanté de la cama, deconecté el celular y volví, esta vez sentándome en el suelo, sin ver el WhatsApp. Si era de mis antiguos amigos no quería verlo con Liz adelante, tendría que responder y sería... bueno, incómodo.

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