Lırıos ч Vıoletαs ⚜

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- ¡Vamos Jirou! - Decía animada una pelinegra.

- Voy detrás de ti - contestó intentando seguir el apresurado paso de su compañera.

- ¿No te parece increíble?-

Frente a sus ojos tenían la florería más grande y reconocida de la ciudad y del mundo claro. Era conocida por poseer desde las flores más simples hasta las más exóticas y caras del mundo.

- ¿Las puedo ayudar jovencitas? - una anciana se les acercó apenas cruzaron la puerta. Al parecer era la dueña del lugar.

- Hola, Disculpe. ¿Aquí venden flores? - dijo algo nerviosa la joven de chaqueta, por lo que tardó un poco el darse cuenta de su error - ¡D-digo! -

La mujer mayor solo rió con suavidad por el pequeño tropiezo de la jovencita - No te preocupes, adelante. Si necesitan algo ya saben dónde encontrarme - y con eso dicho, señalo el camino para que se adentrasen al invernadero.

- ¡N-No te rías! - reclamó nerviosa Kyouka al marcharse la dueña, la pelinegra no podia contener más la risa. Aunque siendo honesta escuhar su risa no le molestaba en absoluto.

- Lo siento, lo siento - se disculpó calmandose - Este lugar es mucho más grande de lo que imagine - decía viendo el alto techo que cubría todo el lugar.

Caminaron en silencio mientras observaban todas las macetas.

- ¿Te gustan estas? - preguntó la ojiónix tomando unas simples rosas .

- Hmm no - respondió, personalmente detestaban las rosas, muchas vez sus manos terminarón llenas de espinas.

- ¿Que tal estas? - sus manos sujetaban unas flores amarillas muy hermosas.

- Nop - el amarillo sin duda no era su color.

Quién sabe cuánto caminaron y cuánto tiempo estuvieron dentro. Ninguna opción parecía convencerlas del todo.

- Ya me duelen los pies - decía rendida la de cabello corto mientras se sentaba en el suelo.

- Admito que a mi también - dijo recargando sus manos en su piernas.

- YaoMomo, no te lo pregunte antes pero, ¿las flores son para tu casa? - preguntó, la verdad tenía esa duda desde que la pelinegra le pidió que la acompañase.

- Son para alguien especial - sus labios se curvaron formando una pequeña sonrisa - Por eso, debo seguir buscando, no me rendiré - aseguró enderezandose con decisión.

Kyoka solo la miró, si esto era tan importante para ella, la ayudaría sin importar que.
Pero aún tenía una duda, ¿quién era ese alguien especial? Solo pensarlo la mareaba un poco.

Mientras se levantaba para continuar, notó una maceta que estaba algo oculta entre un par de arbusto.

- Espera, estas son bonitas - sonrió mostrando el nuevo descubrimiento a su compañera.

- ¿Te gustan los lirios? -

- Bueno, son elegantes y me recuerdan un poco a ti. - se aturdió al notar que dijo lo último en voz alta - Lo siento, hablo de más, quizas no te gusten -

- No, ¡son perfectos! Buen trabajo Jirou - la felicitó sonriendole.

Muy bien, con el regalo ya listo se podían marchar de una vez.

- Wow, no vi esto al entrar - Momo se alejó unos metros para tomar aquella llamativa planta.

- ¿Violetas? -

•Lirios y Violetas | Momojirou•Where stories live. Discover now