ꞋꞌꞋ 1 ꞋꞌꞋ

382 63 9
                                        

‧₊˚Are you okay? ‧₊˚

-¡Soobin, aléjate de mi desayuno!

-¡Solo déjame tomar ese panqueque de ahí!

-¡Que no!

Una mañana normal en la casa de los Choi, donde el hijo mayor intentaba comer un poco más quitándole una parte a su dulce hermana menor, fracasando en su misión y llenando la cocina con gritos que desesperaban a la pobre señora Choi que miraba a su esposo para que hiciera algo para detenerlos pero este estaba más ocupado en comerse su comida antes de que Soobin lo atacara a él.

-¡Basta, niños! ¿No pueden tener un desayuno tranquilo? -vociferó su madre cuando su paciencia había acabado; sus hijos simplemente guardaron silencio y no dijeron nada más pero su madre no los culpaba, eran tan solo unos niños de 10 y 8 años, era normal que fueran escandalosos.

-¿Puedo salir al parque? -Preguntó el pequeño con hoyuelos

-Si pero tendrás que llevar a tu hermana contigo.

Después de unos quejidos de parte del menor por no querer llevar a su hermana menor que no le resultaron como quería pues era su hermana o quedarse en casa.

Soobin era considerado un niño torpe pero amigable, totalmente adorado por los vecinos y muy seguido por los niños y niñas de su edad por la curiosidad de estirar sus mejillas, un pequeño no tan pequeño pues era más alto que la mayoría de su clase y bastante alegre; así definían al pequeño Choi.

•┈୨♡୧┈•

-¡Soobin te toca ir por la pelota! -le ordenó la pequeña Choi Sohee después de patear la pelota que bien pudo haber cruzado todo el parque por la fuerza con la que fue golpeada.

Llevaban una hora jugando y riendo, aunque tenían claro que se tendrían que ir en unos minutos más pues la indicación de madre fue bastante clara "Regresen antes de las 12 para almorzar" les había dicho.

-¡Ya voy!

Caminó hasta donde se había ido la pelota que según había visto, cayó detrás de un árbol y ahí la vió,
cuando se acercó pudo ver algo, o más bien alguien sentado y recargado en el grueso tronco; no era nada más que un pequeño niño muy concentrado mirando la libreta en sus delicadas manos. Soobin como todo niño curioso intentó mirar que tenía al otro tan pensativo hasta que no se dio cuenta que había una roca interponiéndose en su camino haciéndolo tropezar y posteriormente caer al lado del pequeño provocando un grito por el susto que se llevó por la grotesca caída del de hoyuelos.

-¿Estás bien? -Preguntó el niño levantándose del suelo pero sin soltar su libreta.

-Si, lo estoy, he sufrido peores caídas -le contestó con un tono de diversión pero aún en el suelo, miró sus pantalones sucios por la tierra e hizo un puchero, sabía que su madre lo regañaría. Dirigió su mirada hacia arriba y notó que el pequeño niño lo miraba con curiosidad pero también con extrañeza -¿tengo algo en la cara?-el mencionado negó con la cabeza rápidamente sin decir palabra alguna -¿Me ayudas? -Estiró ambos brazos esperando la ayuda.

El pequeño dejó su libreta en el césped y ayudó al otro a levantarse, este le agradeció con una sonrisa que pareció contagiar al contrario pues también sonrió.

-¿Cómo te llamas? ¿Cuántos años tienes? ¿Quieres jugar conmigo? ¿Por qué traes una libreta al parque? ¿Haces tarea? -Si, un montón de preguntas en unos solos segundos pero era normal viniendo de un niño tan curioso.

-Mi nombre es Huening Kamal Kai, tengo 8 años, no puedo jugar tengo que ir a casa antes del almuerzo y uhm uso la libreta para dibujar, no para tarea -Repasó mentalmente si contestó todas las preguntas formuladas por el mayor.

-Oh no, también tengo que irme a casa con mi hermana, espero volver a verte Kai -Dijo para después salir corriendo por donde vino.

Huening rió por la ternura del niño llamado Soobin ¿era mayor que él? No lo sabía pero sin duda era el niño más adorable que haya visto. Cuando estaba apunto de irse notó algo redondo y de color rojo brillante cerca de donde se había caído Soo y creyó que esa era la razón por la que el pequeño Bin había ido hacia allí.

-Me la llevaré a casa, no queremos que un desconocido se la robe ¿no? Si lo vuelvo a ver se la regresaré -Se dijo para si mismo en voz muy muy baja.
Tomó la libreta y la pelota que yacían en el suelo y volvió a casa.

•┈୨♡୧┈•

-Casi me olvida en el parque -acusó Sohee a su hermano mayor ya en casa

-Pero no lo hice

-Y no regresaste con mi pelota -Chilló su hermana.

Bin pareció caer en cuenta de eso y después de un regaño por parte de su madre por su pantalón sucio, el dejar a su hermana sola por mucho tiempo y olvidar su juguete, fue a su habitación y se recostó en la cama pensando en su ¿nuevo amigo? ¿Eso eran? Que fácil es conseguir amigos siendo un niño ¿lo volvería a ver? No lo sabía, solo tenia en claro que su apariencia no era parecida a la de él o a la de cualquier otra persona en Corea y eso no lo olvidaría.

Our Story In A Drawing -Sookai- Where stories live. Discover now