CAPÍTULO 11

2K 118 31
                                    

Segundo día y ya no podía con el calor, y solo eran las 10 de la mañana. Antes de venir nos aseguramos de mirar bien el tiempo pero esto era demasiado. Cada vez que miraba a Raven veía como le caían gotas enormes de la frente y como se iba secando con un pañuelo.
- Esto no es normal, me va a dar algo. - Dijo medio ahogandose.
Llevábamos andando 3 horas sin parar, todo el tiempo mirando la ciudad y haciendo fotos a todo lo que veíamos.
Todos estábamos medio descompuestos así que fuimos como locos a comprar un poco de agua y nos sentamos en una plaza a descansar. Lo malo era que estaba llena de palomas, lo bueno es que se le pusieron en la cabeza a Raven y una se le cagó en el brazo. Menos mal que de eso también sacamos foto. Incluso cuando nos lo estábamos pasando genial me venía a la cabeza el como pedirle algo serio a Lexa. Había pensado en ir por la noche a la playa que no la teníamos muy lejos y comprar algo para montar un pequeño picnic, pero iba a ser imposible, no me dejarían.
Aprovechando que Lexa entró a una cafetería a pedir algo para desayunar,  me fui corriendo a Raven y Octavia para pedirles ayuda. Les dije que tenía pensado hacerlo todo esta noche y que como lo de la playa no iba a poder ser que me dejaran la habitación 1 hora para prepararle algo bonito y hacerlo ahí. Menos mal que tenían más ganas de que estemos juntas que cualquiera y menos mal que me dejaron.
Por la tarde, después de comer por ahí, fuimos todos a la playa, y cuando digo todos, es todos. 40 personas translucidas con 3 litros de crema cada uno para no tostarnos.
Lexa estaba tan cansada de andar que se tiró en la toalla y en 5 minutos se quedó dormidísima, yéndonos Raven Octavia y yo al agua. Así estuvimos como 1 hora hasta que salimos a sentarnos en las toallas y jugar a algo. En cuanto Lexa desperto, volvimos a ir al agua a charlar para no morir abrasadas. Al lado nuestro había un grupo de chicos que empezaron a decirle cosas a Octavia y obviamente la cara de Raven era un poema. Al principio me hizo gracia su reacción, pero en cuanto uno de ellos se acercó a Lexa mi cara no era un poema, era un libro.
Lexa lo más amablemente posible le dijo que no estaba interesada y que ya estaba con alguien y finalmente el chico se fue. En cuanto Lexa me miró y vio mi cara me cogió de la barbilla y me dio un beso.
- No te pongas celosa anda, como si no supieras que soy tuya. - Me dijo mientras sonreía.
- Yo soy muy peligrosa, que tengan cuidado. Contesté cruzandome de brazos.
Octavia se empezó a reír y enseguida la miré.
- ¿Qué te hace tanta gracia? - Pregunté curiosa.
- Clarke cielo, no te ofendas, pero eres demasiado buena. - La miré arqueando una ceja.
- Yo puedo llegar a ser horrible, no me retéis. - Advertí viendo como las tres se reían. - Es más, ahora te vas a aguantar y no me pienso acercar a ti. - Le dije a Lexa dandole un pequeño empujón.
- Ahora ya no te ríes eh. - Dijo Raven riéndose aún más al ver como le cambió la cara.
- No va a ser capaz de resistir, ya lo veréis. - Y me guiñó un ojo mientras salía del agua, dejandome con la boca abierta y no por lo que había dicho, si no por verla irse a la toalla.

***

Era el momento. Ya nos habíamos duchado las 4 y Octavia y Raven se habían ido con Lexa a coger algo de cenar. Mientras ambas la entretenian yo simplemente decoré la habitación un poco decente. Dejé las cortinas abiertas para que entrara la luz y poder ver la luna, puse un par de rosas encima de la cama que compré al volver al hotel y me miré al espejo. A mi parecer, estaba bastante presentable, pero tenía miedo. ¿Y si me decía que no? De todas formas, tenía que intentarlo.
A los pocos segundos picaron a la puerta. Ya no había marcha atrás, en cuanto abriera la puerta tenía que hacerlo.
Nada más abrirla Lexa entró como un rayo quejándose de que Raven y Octavia no paraban de hablarle y de hacer que se quedara con ellas un poco más. Que disimulo tienen estas dos, pensé.
- De verdad que me parece increíble que Raven me haya tenido 15 minutos sin saber que iba a cenar, es que encima cada vez que cogía una cosa me decía que eso no le apetecía y… - Justo en ese momento se calló.
- Clarke. - Me miró. - ¿Por qué hay dos rosas encima de la cama?
Tragué saliva y le contesté lo mejor que pude. - Son para ti. Ni siquiera sé si te gustan las rosas, solo quería tener un pequeño detalle contigo.
- Me encantan. Muchísimas gracias. - Me contestó mientras me abrazaba.
- También era para decirte que bueno, que si ya sabes… - Dije rascandóme un poco la nuca e intentando no mirarla mucho a los ojos.
- ¿Qué es lo que se supone que tengo que saber?
- Pues eso, lo único que puedo preguntarte al darte rosas.
- Quiero que lo digas Clarke. - Me dijo acariciándome la mejilla y mirándome directamente a los ojos.
Suspiré, ahí iba. - ¿Quieres ser mi novia, Lexa?, Ya sabes, tener lo mismo que tenemos ahora pero con un nombre. Me gustaría bastante poder decir que eres mi novia y de cierta forma asentar lo que tenemos. - Solté de una forma un poco torpe a causa de los nervios.
- Lo siento Clarke pero no…
En seguida mi cara cambió, tenía unas ganas de llorar increíbles.
- Es broma idiota, claro que quiero ser tu novia. - Rectificó corriendo al ver como mi actitud había cambiado. No pensaba que te ibas a poner así, solo quería hacerte sufrir un poquito por lo de la playa.
- Muy graciosa. - Y me separé de ella tirándome a la cama.
- Así que por eso mismo esas dos no paraban de molestarme y de hacer el rídiculo. - Questionó Lexa.
- Sí, la verdad es que esto de entretener no es lo suyo. - Afirmé mientras me abrazaba a Lexa.
Me quedé un par de minutos solo mirándola y es que estaba preciosa, y si a eso le añades a luz que entraba desde la ventana, lo estaba aún más.
- Estas preciosa. - Le dije mientras le pasaba el pelo por detrás de la oreja. - No me creo que seas mi novia. No creía sinceramente encontrar a alguien en general. Con todo lo que pasó con Murphy yo ya no tenía esperanzas si te soy sincera. Muchas gracias por aceptar estar conmigo. - Y se me quebró un poco la voz.
- Eh, no me des las gracias por eso. Es todo un privilegio para mi ser la novia de Clarkay.
- ¿Yo no había dicho que no me iba a acercar a ti? Hoy duermes con Raven y Octavia. - Y la aparté cruzándome de brazos y mirando hacia otro lado.
- No te enfades porfi. - Dijo empezando a darme pequeños besos por la cara y el cuello. - Yo quiero dormir con mi novia. - Añadió haciendo un puchero.
- Te odio. - Y la acerqué a mi dándonos un beso y quedándonos profundamente dormidas.
Tan dormidas que ni siquiera me enteré de las 200 fotos que nos hicieron las otras dos ratas.
- Esto va para nuestra colección Clexa. - Le dijo Octavia a Raven medio cantando. Se besaron y se fueron a dormir.

***
Parece ser que he vuelto.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 05, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

With You - ClexaWhere stories live. Discover now