Acto 1 un buen día

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En una pradera cubierta de nieve, donde a lo lejos se podía ver algunos conejos intentando refugiarse de la nevada, se encontraba un niño observando el cielo nublado tan enérgicamente que parecía que algo lo estuviese llamando de allí

-Frederic que haces ahí, una tormenta se acerca, ven ayúdanos a  guiar a las cabras y ovejas adentro

- si ma, ya v..

fummmmmmhhhhhh

se escucha un cuerno a las afueras del pueblo y se alcanza a ver en la lejanía un enorme grupo de mamuts acercandose, y para alguien que tuviera una buena vista como un cazador, explorador o arquero experimentado, aun con la nevada que auguraba que una tormenta se aproxima, se alcanzaban a ver algunas personas montados encima de ellos

-ah mamá ¡¿son ellos? ¿son ellos?!

-ay no, eso parece hijo, ven ayúdame  hay que acabar rápido no podemos dejar que los descubran

-voy

Conforme mas se acercaban el grupo de mamuts, mas intranquilo ansioso y frenético se ponía el pueblo, cundo el grupo estaba a las puertas del pueblo, un hombre de mediana edad con contextura gruesa, tamaño promedio, cabello y barba blanca y corta sale del pueblo parándose justo adelante del grupo de forma estoica, cruzando los brazos y con cara de pocos amigos, al momento otro hombre salta del mamut del frente, este, al igual que el anterior tiene una contextura gruesa, sin embargo es mal alto, tiene el cabello y barba negro y muy largo, además de ser un poco mas grande y cargar un gigantesca hacha en su espalda, ambos se quedan observando el uno al otro por un tiempo y entonces

-ehhhhhh viejo, cuanto tiempo, aun con esa cara que te mata de una mirada no, tu hija te va a regañar

-¡Que cara crees que voy a tomar cuando toma a mi hija y lo primero que haces después de que la embarazas, es abandonarla e irte a una partida de caza de tres meses!

-ahhhh, sabia que lo primero que iba a oír cuando volviera seria esto jajaja, dice el segundo hombre mientras se rasca la cabeza con su brazo derecho

En eso descienden otras tres personas, una de ellas, un hombre alto, musculoso, mas de lo normal con cabello castaño y con una barba  trenzada e igualmente castaña, ademas de un enorme martillo que al igual que su compañero lo llevaba en su espalda, habla

-jjaajajajajaj, nunca crei ver al jefe asi, jajaja pensar que aunque es capaz de lenvantar un mamut el solo esta siendo dominado por el suegro jajajajajaj

-BALZAR, con que esas tenemos eh, sabes tal ves sea un buen momento para tener ese duelo que tanto me pides, desenfunda tu arma

B-anmmm tal vez después jefe, me siento algo mal ahora mismo

J-Vaaaamos, siempre quieres tener esos duelos, como puede ser que ahora no quieras, ¿no me digas tienes miedo?

B-Como crees jefe, es solo que ahora no me siento bien , ah ya se, es que ahora estoy congelado por el viaje a través de la ventisca, así no puedo pelear jaja

?-Lo dice quien siempre que hay una batalla con un grupo de enemigos o una presa difícil se quita la camisa

B-¡ey yess! ¡no estas ayudando!

Y-a mi me parece todo lo contrario, eso lo dice mientras se baja la capucha y saca la lengua, dejando a la vista a una señorita pelirroja , de pequeño tamaño, una buena figura, ojos verdes, completamente cubierta de pieles, y que en sus costados carga dos espadas cortas

B-no puede ser, ¿sigues enojada por eso?, perdóname ya 

Y- te va a tomar mas que eso, para que te perdone, tonto, todo eso mientras le hace otra mueca

Convergencia , casualidad y destinoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz