CAPITULO 36🏈

195K 16.3K 5K
                                    

Verónica.

Cásate conmigo.

Estaba casi segura que tenía cera en los oídos o que los acontecimientos de las ultimas horas me estaban haciendo alucinar por la falta de sueño.

Mi cuerpo completamente tenso no podía conectarse con mi cerebro justo ahora, el miedo a mirar hacia arriba y encontrarme algo vacío allí no me ayudaba tampoco.

—Erick. —Ambos nos separamos de golpe, colocando nuestras miradas sobre el rostro neutral de Christopher—. ¿Pueden quedarse con Alaia? —Asentimos, un tanto aturdidos por sus palabras—. Sonia y George se irán y yo iré a averiguar un par de cosas en la... —tragó en seco, apretando sus ojos con fuerza—, funeraria.

—Claro. —Fui la primera en hablar, sin atreverme a mirar a Erick—. Si quieren puedo llevármela a casa hasta que ustedes terminen de arreglar todo —me apresuré a decir.

— Deben hablar con Nicholas eso. —lo pensó. —O yo debo hablar con él más bien, todo esto es tan...

—Confuso —lo interrumpió Erick, colocando la mano sobre su hombro—. No están solos, lo saben. Alaia tampoco lo está, mi madre está aquí y no lo pensará ni siquiera antes de decir que ella puede ayudar con la bebé el tiempo que necesiten.

—Sé que ella me necesita, pero justo ahora no puedo hacerlo. —No nos miró, probablemente sintiéndose culpable por no poder con todo—. Nicholas...

—Nos tiene a nosotros al igual que tú —repetí—. Puedes quedarte los días que quieras, piensa en tomarte unos cuantos para que pases tiempo con Alaia, les hará bien a ambos.

Asintió. —Tengo que irme. —miró a Erick con tristeza. —Gracias por estar aquí, los dos. —fijó sus ojos en mí. No lo pensé, me acerqué a él y lo abracé con fuerza. Al principio no me correspondió, pero luego sus brazos se envolvieron alrededor de mi espalda y un par de sollozos llegaron a mi oído.

—Puedo llevarte —ofrecí, su rostro se arrugó con una mueca.

—No es necesario, mi agente viene en camino y yo necesito un poco de aire, me hará bien caminar.

—Ve. —Erick se alejó, colocándose a mi lado—. Llama si necesitas algo, estaré al pendiente.

—Claro. 

Sin más, se alejó para luego murmurarle algo a la pelinegra junto a George y luego salir del lugar.

—¿De verdad crees que estará bien?

—Quiero pensar que sí —me respondió Erick tomando mi mano para luego tirar de ella y acercarnos a la pareja junto al mostrador—. ¿Qué hay de los demás?

—Le dije a Lucas que les avisara, pero que lo mejor era no llenar este lugar de personal. Christopher sabe que lo apoyamos al igual que Nicholas, hablé con ellos. Hotch se quedará en mi casa por este fin de semana y Nicholas sabe que puede tocar en cualquier momento —soltó George mirando a la bebé en brazos de su novia. La chica me sonrió con tristeza y procedió a pasármela con cuidado de no despertarla.

—Me llevaré a Alaia. —Miré el reloj—. ¿Puedes pedirme un taxi, Erick? No hay asiento para Alaia en la camioneta.

— Nosotros las llevamos, Verónica. Nos queda de camino. 

Sonreí a medias en dirección a Sonia, habíamos hecho buenas migas en las ultimas semanas desde que la conocí en la oficina del entrenador. Nadie más que Erick y yo sabía sobre ella ya que George quería mantenerlo en privado por un tiempo. Lástima que nos tuviéramos que encontrar en estas circunstancias.

TOUCHDOWN (Kings Of The Game #1) LIBRO FÍSICO YA DISPONIBLE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora