04. Bajo la mirada de todos.

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04. Bajo la mirada de todos.







¿Alguna vez pensé que pasaría? Claro que no, caminar ahora se sentía como si con cada paso sintiera que flotaba, algo demasiado ridículo de pensar pero muy real de sentir. Nuestra cita no fue para nada lo que ambos habíamos planeado, habiendo terminado viendo una película junto a mi mejor amiga en lugar de Takano-san. Me sentí desanimado cuando está terminó, era imposible que él hubiera esperado por mi tanto tiempo o al menos eso pensaba.



Mi corazón se estremeció cuando lo ví a lo lejos, tomando un frappé en una mesa del fondo de la cafetería que se encontraba enfrente del cine. Tuve que morderme un poco los labios para evitar sonreír como tonto y así Ann no se diera cuenta. Me despedí de ella, agradeciendo esa llamada por parte de su Madre preguntando dónde se encontraba, corriendo hacia su casa sin prestarme tanta atención.



De solo recordar ese tiempo que pasamos hablando en aquella cafetería, riendo y olvidando por completo lo tontos que hemos sido, es perfecto. Acordamos mantener en secreto nuestra relación, después de todo, estar bajo la mirada de todos no es nada fácil. Todos en la universidad conocen quien es Takano Masamune, muchos temiéndole y muchos otros admirándolo en secreto. No hay nadie que no preste atención a cada paso que da, y por ello mismo, que no conozca la relación de abusador-victima que hemos mantenido por un largo tiempo. Simplemente, sería difícil para los dos si todos lo supieran.






—Rayos, no sabía que estarían aquí—Ann se quejó, tomando mi brazo para acercarme a ella. Reaccioné un poco a mi alrededor, estamos en la cafetería, estando del otro extremo ese grupito de amigos del cuál hay que cuidarse. —Mejor comamos afuera, no quiero que arruinen nuestro almuerzo—



Jaló de mi brazo, haciéndonos regresar en nuestros pasos para salir al campo. Logré encontrarme con esa gatuna mirada, siendo seria su expresión, curvando su sonrisa en el segundo en que nos miramos. —¿Por qué sonríes? ¿Viste algo gracioso?—atrajo mi atención.



—¿Eh? No, el campo, luce muy lindo—sonrío de igual forma, confirmando lo que había dicho. ¿Realmente podré mantener está farsa? De solo verlo quisiera correr a su lado.





El almuerzo continúo con normalidad, recibiendo esos mensajes que me hacían sonreír cada cierto tiempo. Es un poco impresionante como su actitud ha cambiado demasiado, cuando estamos juntos puede llegar a ser muy infantil, tenemos muchos gustos en común como nuestro escritor favorito, puedo notar como todo lo que piensan sobre Takano está tan erróneo, y como solo por ser alguien reservado se ha logrado un gran malentendido. Al menos, una parte de ello. Ingresamos al salón, es ese día en la semana en que podemos compartir esta clase.

Enemigos de dia, amantes de noche; Sekaiichi HatsukoiOnde histórias criam vida. Descubra agora