Cuando llegamos a la torre de astronomía y revise que no hubiera nadie le dedique una sonrisa.

― Listo, aquí no viene nadie con regularidad, así que ― dije como incentivándolo a hablar ― En verdad me hiciste creer que estabas molesta conmigo ― me dijo atónito y confundido ― Lo sé, es un don, muy pocos lo tienen, pero se adquiere cuando lo que más te enseñan es a guardar las apariencias ― le dije sonriente ― Así cualquiera se vuelve tan buena engañando a la gente ―.

Harry rió ante lo que dije y negó con la cabeza ― Yo no creo que tu engañes Dhara, pero si logras que uno se confunda creo que ya voy dándome cuenta cuando actúas y cuando eres tu ― la que rió esta vez fui yo.

― Me alegra que este comenzando a diferenciarlo, espero que siempre te des cuenta cuando no sea yo ― necesito que él lo recuerde, que no olvide como soy realmente.

Harry me miro extraño, como si sospechara que le oculto algo, como que lo hago en realidad.

― ¿Qué me querías decir? ― hable para cambiar de tema mientras caminaba al balcón que había en la torre de astronomía y veía para afuera, había una gran vista desde este lugar.

― Ya no tienes nada que decirme ― dije mientras me subía a la patilla que había antes de caer al abismo que era el patio del colegio.

― ¿Qué haces? Te puedes caer Adhara ― yo reía mientras caminaba de un lado a otro por ahí y a Potter estaba por darle un infarto.

― No me voy a caer ― dije mientras me sentaba en dicha patilla con una pierna colgando y la otra apoyada en la patilla.

― No crees que tientas mucho a la muerte ― dijo medio molesto mientras se apoyaba en la patilla ― No, no siento que la muerte sea algo a lo que le deba de temer ― dije mirándolo ― Pero tu boggart... ― yo asentí a lo que dijo ― Si, es la muerte de alguien, no se aun de quien, si es tu madre o alguien más ― dije mirando e lago negro.

― Entonces si le temes a la muerte ― dijo Harry afirmando su pensar ― No Harry, le temo a la muerte de los que amo, de las personas que me importan... no a mi propia muerte ― dije con la mirada perdida en el lago negro.

― ¿Por qué no le temes a muerte? ― me pregunto Harry ― "La muerte no es una enemiga" ― le respondí recordando la voz de la mujer que me hablo en una de las visiones.

― La muerte no te persigue, solo espera, no quiero verla como una enemiga Harry, prefiero verla como una amiga a la cual no puedo ver ― Harry me miro asombrado ― Me estas llamado por mi nombre...― no lo deje terminar ― Si, me he dado cuenta, no digas nada porque si no lo dejare de hacer ― dije en advertencia a lo que este rió, pero a los segundos dejo de hacerlo para ponerse serio.

― Todos le temen a la muerte,... yo le temo ― asentí a lo que dijo ― Eso no te hace un cobarde Harry, eres valiente y sensato, está bien temerle a la muerte, no es algo raro ni anormal ― le dije al notarlo a algo triste.

― Pero tú no le temes y el boggart... ― yo negué ― Yo soy rara Harry y no le temo porque siento que la conozco, no sé cómo explicarlo y no estoy segura de querer hacerlo aún, pero la muerte tiene su propio reloj Harry, lo único que quiero es no ver yo ese reloj, no quiero ver el fin...― dije perdida y con los ojos llorosos al recordar todas las muertes que había visto.

― Adhara... ― yo voltee a míralo con una sonrisa ― Cambiemos de tema, la muerte es algo triste de hablar, mejor pasemos a lo que venias con intenciones de decirme ― Harry solo negó con la cabeza, sabía que le molestaba que no hablara del tema, sabía que él quería saber que me pasaba, pero no quería decírselo.

THE TRUTH AFTER THE LIE- Fred Weasley (I)Where stories live. Discover now