6_ Ser hermana mayor, es difícil

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Rumbo al imperio Águila de Oro, se dirigía un carruaje con tres chicas.

-¿Falta mucho?- preguntó Candy mientras asomaba su cabeza por la ventana del carruaje.

-¡Comportate como princesa!

Y Andrea la obligó a tomar asiento.

Son princesas y van a un reinó ajeno así que deben portarse lo mejor posible.

-¿Por qué estás tan histérica?
Vamos a ver a nuestros boletos de libertad del encierro que nos da nuestro padre, animate mujer.- ánimo Candy mientras la tercer chica asentía con una sonrisa.

La rubia dio un suspiro profundo mientras negaba con la cabeza.

¿Por qué su hermana tenía ése comportamiento?

-Mira Candy, sí en verdad quieres que los príncipes se fijen en nosotros, debés ser lo que eres, una princesa, no un perrito que sacan de paseó luego de mucho tiempo.- dijo la mayor con seriedad mientras se cruzaba de brazos.

-Sí los príncipes nos quieren será por quienes en verdad somos y yo soy así.- dijo la de cabello castaño mientras también se cruzaba de brazos.

La otra chica de cabello plateado, asintió, de acuerdo con su amiga Candy.

-Pero sí le desagradas a su padre, el rey, no va a permitir que nos relacionamos con sus hijos.

Y ante éso, Candy no supo que decir.

¡¿Por qué nunca le podía ganar a su hermana mayor en una discusión?!

-Stephanie quizás venga luego y ella es nuestra mejor arma ya que es la única que es bien portada, así que como la mayor del grupo les pido que tu te comportes al ver chicos guapos.

El temor de la rubia era que su hermana grite como loca o haga algo vergonzoso al ver a los príncipes, dejando en vergüenza a su reinó.

-Bien, haré lo mejor que pueda.- dijo la de rulos mientras miraba hacía afuera con algo de enojó.

-Y tu, Luz...

La mencionada miró a la hermana de su amiga quien parecía pensar en que decirle.

-Por favor, no busques guerra ni adueñarte del castillo.

Y la de cabello plateado, se cruzó de brazos al oír éso.

¡¿Qué una mujer no se podía divertir en éstos días?!

-Sí, lo sé, no nos deja divertir.- susurro Candy de malhumor.

No le veía nada de malo posiblemente traumar a uno o dos príncipes.

-Ustedes... ¡Sólo compórtense como damas bien educadas!- gritó Andrea con enojó.

Ya se imaginaba una declaración de guerra por culpa del comportamiento de ésas dos.

-Vamos, será fácil, después de todo soy una princesa, me enseñaron éso desde que tengo memoria, además no estoy taaan desesperada por tener un novio.
Además, déjame recordarte querida hermana que la más torpe eres tú.- exclamó la de pecas mientras veía a su hermana mayor con una sonrisa burlona.

Su hermana era tan exagerada y desconfiada, ella ya no es una niña pequeña a la que deban cuidar.

-Princesas, llegamos a nuestros destino.

Al oír éso, Candy se puso de pie alegre y saltó por la ventana mientras su hermana se ponía roja del enojó.

-¡¿Pero qué?!... ¡Candy!- le gritó mientras se asomaba a ver a su hermana.

Rescatando a los príncipesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora