Pequeños relatos de la Coneja Roja

Negación

He estado aquí encerrada 2 años... Y a mí llegan las imágenes de lo que me paso... antes vivía en Vancouver con mis dos amigos, también eran mis vecinos, un día decidimos ir de paseo... ja! Ahora que me acuerdo, esa fue la peor decisión que pude haber tomado... tal vez eso me encaminó a terminar en este psiquiátrico, en un cuarto completamente acolchado... realmente no sabía lidiar con lo que había ocurrido o lo que no había ocurrido... no lo sé, recuerdo la cabaña, la sangre... y a mis dos amigos muertos en el suelo pero... fue un oso, JURO POR DIOS QUE FUE UN OSO, no recuerdo como... pero... fue un oso, juro que fue un oso, no fui yo... yo si estaba manchada de sangre, si... si tenía un cuchillo... pero... no fui yo... yo yo... no fui, recuerdo ese día como si fuera ayer... a mi mejor amigo y mi mejor amiga... y yo... no fui, si, es verdad, él antes había salido conmigo y  me gustaba, pero él termino conmigo para salir con mi mejor amiga, a mi no me molestaba, en realidad... estaba muy bien con eso, yo no fui... yo no fui... yo estaba detrás de la cabaña cuando ellos fueron atacados por un oso... si estaba cubierta de sangre, bueno... si, si, pero... no sé como explicarlo pero... yo no fui... mientras le estaba contando esto al detective por... bueno, realmente ya había perdido la cuenta de cuantas veces le había contado esto al detective, lo que había ocurrido en la cabaña... el detective suspiró, se levantó de la silla donde estaba sentado, se dirigió a la puerta de la sala acolchonada, me miro y dijo: No importa cuanto lo niegues, TU FUISTE! Creo que la enfermedad mental que tienes evita que recuerdes... y entonces salió. YO NO FUI! JURO QUE YO NO FUI! -empece a gritar desesperadamente- y... así estoy aquí.